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Tussam prevé mantener congeladas las tarifas en 2017, salvo las del billete univiaje, para el que se plantea un incremento de 10 céntimos. / Jose Luis Montero -
Un coche en zona azul. / J.M. Paisano
El Ayuntamiento de Sevilla quiere que todo el mundo se abone al autobús. Y, a la vista de que el consumo de bonobús se había estancado en los últimos años, Tussam se decanta por la fórmula de congelar todas las tarifas salvo la del billete univiaje que, por primera vez desde 2013, se encarece, pasando de 1,40 a 1,50 euros. Una subida de 10 céntimos (el 7,14 por ciento) que, alega el Gobierno del socialista Juan Espadas, no va con afán recaudatorio, sino para «disuadir» a estos usuarios que optaron por pagar el billete univiaje, algo que suele ocurrir con los turistas y los clientes ocasionales, que sólo se suben al autobús cuando no tienen a mano su coche privado. Este grupo supone, en la práctica, 7,7 millones de billetes –que no de usuarios– en 2015.
El consejo de administración de Tussam aprobó, con los votos a favor de las asociaciones de consumidores y de vecinos, la abstención de IU y Participa Sevilla y el voto en contra del PP, esta propuesta de tarifas para 2017, que se elevarán para su aprobación al pleno municipal. El Gobierno local quiso remarcar «la congelación de los principales tributos y los más usados por los ciudadanos». Así, no verán alterado su precio ni el bonobús con transbordo ni el de sin transbordo, así como la tarjeta mensual o los títulos sociales como el bonobús de la tercera edad o la tarjeta universitaria. Se mantendrán las mismas tarifas de este año dado que se considera que «han funcionado correctamente y que han permitido la prestación de un servicio adecuado a los ciudadanos garantizando al mismo tiempo la estabilidad y el equilibrio de la empresa», reivindican.
Nueve por ciento
Todo queda como estaba, salvo el título univiaje, que se someterá a revisión con el alza de diez céntimos. Argumentan que sólo supone un 9 por ciento de los viajes que se realizan en Tussam y que el precio de 1,5 euros sigue siendo un precio inferior al de otras grandes capitales. Esta revisión, además, defienden que tiene una finalidad disuasoria para Tussam, ya que el objetivo es seguir incrementando el uso de los bonobús con y sin transbordo o la tarjeta mensual. La última vez que se revisó este precio fue en 2013 durante el mandato anterior, cuando se incrementó de 1,3 a 1,4 euros. En aquella ocasión, esta revisión al alza de las tarifas no sólo se aplicó al billete univiaje, sino a otros títulos como la tarjeta mensual, el bonobús o el título del aeropuerto, que en esta ocasión quedan congelados.
Esta revisión tiene como objetivo, además, «reforzar el proceso de mejora de los servicios públicos que presta Tussam». Así, se enumeraron varias iniciativas aplicadas en los últimos meses como el incremento de los títulos sociales (bonobús solidario, bonobús social o el bonobús para la tercera edad) de títulos destinados a jóvenes (tarjeta universitaria, tarjeta joven), de las nuevas prestaciones que se destinan a los sevillanos y de las inversiones como el plan de renovación de la flota y las paradas. En ese último apartado se encuentran, por ejemplo, el caso de la lanzadera de Blas Infante hasta la Cartuja, que se implantó el 19 de septiembre al igual que las nuevas rutas en los parques empresariales como el de Carretera Amarilla; o el refuerzo en los horarios de las líneas nocturnas, que en noviembre cumplirán un año en servicio.
Todo ello supone un coste. Y todo coste necesita financiación. Por tanto, más allá del deseo inicial de un uso mayor del bonobús en todas sus modalidades, también se encuentra un aumento de la recaudación con esta revisión para hacer frente a estas mejoras en el servicio municipal de autobuses. De hecho, si esa subida en el billete univiaje se hubiera aplicado en 2015 –el último año en el que se cuenta con datos completo de número de viajeros–, Tussam habría visto un aumento de sus ingresos en más de 720.000 euros.
Asimismo, el Consistorio hispalense sacó a relucir un nuevo argumento: las dificultades de ingresos estatales para el transporte público, que se ha venido reduciendo en los últimos años.
El PP fue el único que votó en contra de estas medidas. Al respecto, el concejal del Grupo Popular Alberto Díaz lamentó que el gobierno local suba las tarifas de Tussam «diez céntimos más que lo viene costando desde comienzos de 2013» y justificó su voto contrario «estando a favor de la congelación del resto de las tarifas».
Díaz acusó a Espadas de estar «obsesionado con que los sevillanos paguen más, pero los sevillanos no tienen por qué pagar las consecuencias de su falta de gestión». «La subida es totalmente innecesaria, ya que este año ni siquiera ha subido el IPC, la incrementa por imposición igual que ha hecho con la subida de impuestos, tasa turísticas, etc», remarcó.
El popular señaló que en 2012 hubo que ajustar las tarifas de Tussam al IPC, pero «se ajustaron muy por debajo del tres por ciento y siempre siendo los precios más baratos en comparación con otras ciudades como Barcelona o Madrid». Además, explicó que se crearon bonificaciones, entre ellas hasta un 50 por ciento menos para familias numerosas.