Cuatro muertos y dos heridos al estrellarse un A400M en las inmediaciones de San Pablo

Tres minutos. Eso es lo que duró el vuelo del A400M que hacía pruebas sobre el área aeroportuaria de la capital hispalense. En torno a las 13.00 horas, la columna de humo que se divisaba desde varios puntos de la capital hispalense y de la provincia alertó a más de uno: uno de los aparatos que sobrevolaban habitualmente la zona para probar el ensamblaje de las piezas y hacer los ensayos necesarios antes de ponerlo en uso se estrellaba contra un campo de cereales ubicado en el entorno de Aerópolis, en La Rinconada. A partir de ese momento, la centralita del Servicio de Emergencias 112 se colapsaba de llamadas ciudadanas que alertaban del suceso. Poco después era el Centro de Control de Vuelo del Aeropuerto de Sevilla –a 1,6 kilómetros al norte del lugar del siniestro– la que daba aviso de la caída de un avión.

En la nave viajaban seis tripulantes, de los cuales cuatro fallecieron a causa del siniestro. Las víctimas mortales son Jaime de Gandarillas (piloto), Manuel Regueiro (piloto), Jesualdo Martínez (ingeniero), Gabriel García Prieto (ingeniero). Los dos únicos superviventes, José Luis de Augusto (ingeniero) y Joaquín Muñoz Anaya (mecánico).

Entre las víctimas se encuentra el piloto, el copiloto y dos de los tres ingenieros que estaban realizando su primer vuelo de prueba antes de ser entregado en junio a Turquía para su uso militar. La «solidaridad» y «generosidad» –como destacaron todos los responsables políticos que se acercaron a la zona del accidente– de tres ciudadanos que estaban en el lugar del suceso permitieron que dos de los tripulantes se salvaran de morir atrapados dentro del avión. Todos eran trabajadores de la compañía aeronáutica y de nacionalidad española, según informó Airbus en un comunicado. Uno de los heridos presentaba un traumatismo torácico abdominal y el otro un traumatismo craneoencefálico, quemaduras faciales y fractura de miembros inferiores, por lo que fueron trasladados a los hospitales Virgen del Rocío y al Virgen Macarena. Su pronóstico es estable dentro de la gravedad.

Ante la gravedad del siniestro, la Delegación del Gobierno andaluz en Sevilla activaba en torno a 20 minutos después el nivel uno del Plan Territorial de Emergencias de Andalucía. No obstante, la cercanía del siniestro al Aeropuerto de San Pablo de Sevilla permitió que los bomberos del recinto acudieran ipso facto al lugar. De hecho, ante la ausencia de estos efectivos, el aeropuerto estuvo clausurado cerca de dos horas, por lo que los vuelos eran desviados a los aeródromos de Jerez y Málaga. Los bomberos de Sevilla y de la Diputación, así como la Guardia Civil y los servicios sanitarios del 061 también se desplazaron hasta el lugar para socorrer a las víctimas. Pese a la rapidez de los bomberos, algunos testigos aseguran que las ambulancias se demoraron hasta 40 minutos. Además de los 250 técnicos de emergencias que intervinieron ayer en el siniestro, la Junta de Andalucía puso a disposición de las familias de las víctimas un equipo de asistencia psicológica que les atendió en las inmediaciones de Airbus Military.

El registro del vuelo es esclarecedor a la hora de mostrar los problemas que sufrió el avión. Aunque despegó sin problemas, a los pocos minutos tuvo que cambiar el rumbo para adelantar su aterrizaje sobre un campo de cereales. Sin embargo, algo falló y la nave se precipitó 1.700 pies –a una velocidad de unos 160 nudos– en poco más de un minuto. El Juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla está investigando las causas que provocaron la caída del aparato y de las que todavía no hay ninguna hipótesis. En este sentido, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien suspendió ayer la campaña electoral y se desplazó desde La Laguna hasta Sevilla, exigió a la empresa aeronáutica «transparencia» para conocer cuanto antes lo sucedido.

Los partidos políticos suspendieron los actos de campaña para mostrar así sus respetos por las familias de las víctimas. El PP de Sevilla ha anunciado que tampoco celebrará actos de campaña hoy domingo y trasladó sus “condolencias a la familia del sevillano fallecido” en el accidente, un extremo que, sin embargo, no ha sido confirmado por ninguna fuente oficial.