Un Alcázar al estilo de la Alhambra

Hace ya varios años que desde el Ayuntamiento de Sevilla se trabaja en la búsqueda de la fórmula más idónea para regular el acceso de turistas al Alcázar. No es ninguna novedad el hecho de que a ningún gobierno municipal le agradaba la imagen diaria de cientos de personas haciendo cola en la plaza del Triunfo y a pleno sol para conseguir entrar en el segundo monumento más visitados de la ciudad, solo superado por los datos de la Catedral. Pero todos los proyectos –que los hubo– siempre se quedaron como una mera declaración de intenciones que nunca llegaba a ejecutarse.

Desde su llegada a la Alcadía en 2015, el ejecutivo de Espadas asumió esta problemática como un proyecto propio que debía resolverse en el actual mandato. De hecho, hace poco más de un año, coincidiendo con cifras históricas en cuanto al número de turistas que accedían al Alcázar, el delegado de Turismo, Antonio Muñoz, ya deslizó la necesidad de tomar medidas «si el monumento seguía con esta gran afluencia de visitantes». Entonces, el Ayuntamiento se planteó como meta copiar el modelo que desde años atrás se aplicaba con éxito en la gestión de la Alhambra de Granada donde, entre otros aspectos, los visitantes tienen que adquirir las entradas con antelación para así evitar las largas colas en la puerta del recinto.

Lo que fue una declaración de intenciones basada en criterios organizativos que no se llegó a ejecutar se ha convertido ahora en una oportunidad para el Consistorio de cara a lo que consideran una más que necesaria revisión de los accesos por motivos de seguridad.

Tras los últimos atentados perpetrados este mes de agosto en Cataluña, el ejecutivo local ha puesto en marcha nuevas medidas de seguridad en las zonas más turísticas, entre ellas los alrededores del Alcázar. Pero además de la colocación de macetones, los cuerpos policiales han recomendado al alcalde que se lleven a cabo otras acciones. La principal, acabar con la cola de entrada al recinto en la plaza del Triunfo. Es decir, ya no se trata del criterio político de antaño sino de una oportunidad basada en la seguridad que los gestores municipales quieren aprovechar para dar solución a una problemática enquistada desde hace años y de la que se dará cuenta en breve a los miembros que componen el patronato del monumento.

Para ello, en la Plaza Nueva han vuelto a poner sus ojos en el sistema de la Alhambra, que cada año recibe a más de 2,5 millones de visitantes, lo que lo ha convertido en el cuarto monumento más visitado del país durante el año 2016. Pero, ¿qué significaría para el Alcázar adoptar este modelo? En primer lugar, y lo más importante para el Consistorio, que los visitantes puedan adquirir previamente su entrada al recinto a través de internet, ya que se pretende reducir al máximo la compra en taquilla, especificándoles hasta la hora de acceso al complejo, de modo que sea mínimo el número de tickets presenciales.

Pero no será la única medida. De hecho, y aunque el acceso general se mantendrá en la Puerta del León como hasta ahora, la idea es habilitar una segunda entrada para los grupos a través de la Puerta de la Alcoba, ubicada en el paseo de Catalina de Ribera en los Jardines de Murillo, la misma que se utiliza cada verano para la actividad conocida como Las Noches en los Jardines del Alcázar. Según fuentes municipales solo resta habilitar el control de seguridad para que se pueda poner en marcha esta idea, algo que con toda probabilidad ocurrirá antes de final de año. Lo que sí se mantendría tal y como está es la salida de los visitantes, que seguiría siendo a través de la puerta del Patio de Banderas.

Entre el resto de medidas en cartera, el gobierno municipal valorará la posibilidad de aumentar el aforo del Alcázar, que actualmente está establecido en una cifra máxima de 750 personas. Para ello, se ha realizado un estudio en el que ha participado la dirección de seguridad de la Catedral –cuyo aforo es bastante más elevado– y que ha determinado que es viable incrementar el número de personas que acceda al interior del recinto. En este sentido, se espera poder incrementarlo en unos 200 visitantes más, situando el tope cerca del millar de turistas.

Tampoco se descarta que, como se ha pedido desde algunos sectores, se lleve a cabo una subida del precio de la entrada al Alcázar, que actualmente está por debajo de la cifra que se abona en otros monumentos similares, y que en el Ayuntamiento consideran como algo lógico. En este sentido, hace ya varios meses que se valoró la opción de que este incremento llevara aparejado el acceso a otros recintos, como por ejemplo a la futura exposición de la colección artística de Mariano Bellver en la Casa Fabiola.

Con todo, algunas fuentes consultadas por este periódico, confirmaron que la tesorería del Alcázar dispone en la actualidad de un importante remanente –casi unos 10 millones de euros– que se podrían invertir en la mejora de las instalaciones y en la ejecución de algunas de estas medidas encaminadas a mejorar la seguridad del recinto. Aún así, esta gasto deberá ajustarse a las limitaciones que la legislación establece para un recinto de estas características concretas.

Entradas baratas respecto al conjunto nazarí

En el Ayuntamiento de Sevilla no descartan la idea de que una de las mejoras que se lleve a cabo en la gestión del Alcázar pase por un incremento del precio de la entrada, del que consideran que tiene margen de mejora frente al de otros monumentos de similares características. Actualmente, una entrada de tarifa general para el recinto sevillano cuesta 9,5 euros (2 euros para jubilados y estudiantes de 17 a 25 años), mientras que en el caso de la Alhambra asciende hasta los 15,40 euros, con acceso a los palacios nazaríes, la alcazaba y el Generalife. Las tarifas especiales también son más altas en el caso del monumento granadino y se sitúan en 10,40 euros para jóvenes y jubilados y 9,40 euros para discapacitados (en el Alcázar la entrada es gratuita en este caso) y para menores entre 12 y 15 años.

También existen diferencias en las entradas para la visita nocturna, tanto en el precio como en las posibilidades de acceso. Para recorrer de noche la Alhambra solo hay que pagar un ticket de 9,40 euros en los palacios nazaríes o de 6,40 euros en los jardines y el Generalife, mientras que en el caso de los menores es gratuito. Más difícil es la situación del Alcázar, donde solo puede hacerse en grupo, con una cuota fija de 568 euros a la que añadir 8 euros más por cada visitante. En Sevilla también es público el precio para el rodaje de películas o documentales, entre 170 y 1.360 euros la hora, y para la celebración de actos que no tengan carácter oficial reconocido, 3.395 euros.