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Señal indicativa del giro. / Manuel Gómez -
Los vehículos pueden, desde este miércoles, cambiar de sentido en Torneo y evitar un rodeo de 2,6 kilómetros. / Manuel Gómez
A las 13.30 horas de este miércoles dos operarios de la Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla se afanaban en colocar la señal vertical que indica el nuevo acceso hacia la gasolinera para los vehículos procedentes de la calle Torneo. Por primera vez, también para los que llegan desde la Barqueta, pues esa es una de las ventajas que incorpora el semáforo para el cambio de sentido que había entrado en funcionamiento «justo a las 12:25», asegura uno de los trabajadores municipales.
Un cambio de sentido con mucho sentido y bendecido mayoritariamente por los conductores que estrenan este carril habilitado en la acera de Torneo junto al río. «Me encanta. Yo vivo en la calle Goles y antes tenía que ir hasta la estación [de autobuses] para hacer la cucamona», explica Eduardo Martínez tras subirse la visera del casco de su motocicleta. Se refiere a la triquiñuela de cambiar el sentido de forma brusca (e ilegal, claro) al llegar a Plaza de Armas, algo que «hacen constantemente muchos coches», se excusa antes de reanudar la marcha hacia el sentido opuesto de la avenida para enseguida «tomar la vía de servicio» para acceder a su casa.
Ese parece, sin duda, el pro más apreciable de la instalación de este semáforo: el que los vehículos que circulan desde Barqueta hacia el Centro se eviten los 2,6 kilómetros que debían recorrer hasta ahora para invertir el sentido de la marcha por Arjona, Reyes Católicos y Marqués de Paradas. Pero los –de momento, escasos– usuarios de este giro también tienen otros dos posibles destinos: uno, internarse en el Centro por la calle Baños; y dos, la propia gasolinera de Torneo.
Enrique López, uno de los empleados del surtidor, considera que el cambio es «útil, así los coches no tienen que dar la vuelta en Marqués de Paradas y se ahorran ese follón; además, los que van a El Corte Inglés tampoco tienen que ir tan lejos», dice antes de relativizar la ganancia para el negocio de combustible: «Puede beneficiar, pero no creo que se note; la gente tiene su punto de repostaje habitual». Algo más optimista es Félix, empleado de Top Gear, empresa de neumáticos radicada en la vía de acceso a Torneo desde San Laureano, donde el estacionamiento ha pasado de cordón a batería ganando unas 25 plazas para contrarrestar las perdidas en Torneo para habilitar el carril de giro. «Lo veo bien y para nuestro negocio puede ser beneficioso en un momento dado, ya que igual entra algún coche en la gasolinera que haya pinchado y podemos atenderle».
El semáforo, que dura en verde apenas 15 segundos luego de dos minutos de espera, tenía al mediodía de ayer un uso testimonial y fortuito, ya que sólo algunos conductores lo usaban (uno de media en cada paso) y de ellos pocos lo conocían de antemano. Vicente Morales, residente en San Lorenzo, decía que «me lo he encontrado, es la primera vez que giro aquí», pero se mostraba crítico porque «lo que veo es que quitan plazas de aparcamiento, con lo chungo que está el tema en el barrio».
Manuel, en cambio, estaba «encantado» de poder girar. Vive en la misma calle Torneo y ahora se ahorrará el largo rodeo alrededor de Plaza de Armas: «Esto tenían que haberlo hecho hace bastante tiempo», sentencia.
Un giro bien indicado
El giro, por lo demás, está advertido de forma visible con una señal vertical a 300 metros y dos paneles a 100 y 50 metros antes de acceder al carril, delimitado en su tramo final por unos pivotes flexibles que, eso sí, amenazan con durar poco –un bus casi se lleva por delante varios–. En la vía de acceso a Torneo, mientras, aparcan 27 coches en batería y 18 motos –aún caben casi otras tantas– en la reformada acera de la izquierda, que además elimina –más o menos– la doble fila al dejar un solo carril.