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La Unidad de Gestión Clínica de Angiología y Cirugía Vascular del hospital Universitario de Valme. / El Correo
Un estudio de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Universitario de Valme, de Sevilla, ha constatado que el 55 por ciento de los injertos arteriales criopreservados –congelados a muy bajas temperaturas– logra salvar las piernas de los trasplantados a los tres años de la intervención.
El trasplante de estas arterias se ha demostrado como una alternativa válida a la amputación de las piernas en pacientes con isquemia crítica de miembros inferiores; es decir, con falta de riego sanguíneo. Esta intervención precisa profesionales con experiencia en el implante de segmentos de arterias y en su seguimiento evolutivo, puesto que son injertos procedentes de donante fallecido.
Los pacientes que se pueden beneficiar de esta intervención son aquellos diagnosticados de isquemia crítica en sus piernas que han agotado previamente todas las posibilidades de tratamiento convencional, tanto la realización de un bypass, o los cateterismos.
La investigación de este hospital sevillano señala que a los seis meses de haber implantar el injerto criopreservado se mantiene correctamente la extremidad en el 86 por ciento de los casos; mientras que al año la cifra se sitúa en el 76 por ciento de los pacientes. También es destacable la supervivencia tras esta intervención en pacientes tan complejos, que es del 100 por cien al año y del 85 por ciento a los tres años.
El proceso de esta intervención comienza al identificarse a un paciente con isquemia crítica de miembros inferiores y que ha agotado todas las opciones terapéuticas convencionales. Se activa, entonces, una petición de segmentos de arterias a la Coordinación Regional de Trasplantes, para proceder a su implante en el menor tiempo posible.
El hospital de Valme cuenta con cirujanos vasculares capacitados para el implante de segmentos vasculares y desde 2010 está autorizado como centro extractor de segmentos vasculares de donantes fallecidos. En algunas ocasiones se han podido injertar directamente a pacientes de este mismo centro y en otras se han remitido al Banco Regional de Tejidos para su conservación y posterior trasplante en otros hospitales.