Un llamamiento a las vocaciones científicas

La Feria de la Ciencia, en el Palacio de Exposiciones y Congresos, acoge este año 124 ‘stands’ de más de 150 entidades diferentes

03 may 2018 / 19:16 h - Actualizado: 03 may 2018 / 19:53 h.
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En el colegio, muchos estudiantes encuentran demasiado tediosas o poco interesantes las asignaturas de ciencias. Sentarse horas y horas delante de un libro memorizando datos no parece ser la solución para despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes. Por ello, la Sociedad Andaluza para la Divulgación de la Ciencia (SADC), en colaboración con la Fundación Descubre, organiza la 16ª edición de la Feria de la Ciencia, que cuenta con la participación de más de 100 centros educativos y de 50 entidades entre centros de investigación y universidades repartidos en 124 stands, entre los que también hay expositores de estudiantes de Colombia, México y Portugal.

La Feria arrancó este jueves con la presencia institucional de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas; y el director del evento, Josechu Ferreras, en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla.

Ferreras apuntó que «la Feria de la Ciencia tiene como objetivo fundamental enseñar la ciencia menos libresca y más activa». Y es que, precisamente, uno de los objetivos para esta edición de la Feria es dinamizar la enseñanza de las ciencias, incorporando metodologías activas e investigativas en las programaciones de aula, fundamental para un aprendizaje más fructífero y duradero.

Por su parte, Espadas destacó el buen funcionamiento de la feria todos los años y cree firmemente que este año volverá a «atraer talento a la investigación y a la ciencia», y logrará mostrar a los más jóvenes «qué se puede hacer con la ciencia, de qué se puede trabajar en ciencia», necesario para despertar pasiones científicas en los más jóvenes. En esta misma línea, Díaz añadió que es importante que «en Andalucía se siga despertando la pasión por la ciencia», porque en la comunidad «tenemos centros de referencia, hay talento y hay magníficos profesionales».

El arranque de este particular evento, que estará abierto al público hasta el sábado 5 de mayo, convocó a un gran número de estudiantes de todas las edades, que, acompañados por profesores o recorriendo libremente el recinto, preguntaban curiosos en los diferentes expositores que encontraban en su camino.

Los más pequeños corrían hacia los stands más llamativos, como el del CEIP Príncipe de Asturias, No soy un bicho, en el que profesores y alumnos con antenas de abeja en la cabeza explicaban a todos los que se acercaban, incluida la presidenta de la Junta, la importancia de la labor de estos particulares insectos con grandes paneles de cartón.

Otros no han dudado en acercarse a No es magia. ¡Es Ciencia!, donde alumnos del colegio San José ponían de manifiesto que fenómenos que a priori parecen mágicos o sobrenaturales, pueden ser explicados y justificados desde un prisma científico.

Muchos estudiantes han preferido buscar expositores con propuestas algo más arriesgadas, como la del Colegio Portaceli, que participa este año con un singular proyecto: La alternativa alimetaria, al que solo los más valientes han terminado acercándose. «Hemos creado una granja de bichos y hemos cocinado con esos bichos», explica Fátima, alumna del centro y participante en el proyecto. El objetivo es «normalizar los insectos en la dieta humana ya que, en un futuro, todos acabaremos comiéndolos».

El expositor de la Estación Biológica de Doñana (EBD) también ha atraído muchas miradas ya que, entre otras llamativas actividades, un técnico taxidermista ha preparado en directo algunas especies de aves como si se encontrase en su laboratorio.

La Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad Pablo Olavide tampoco ha querido perderse este encuentro científico, preparando tres actividades sobre nutrición y dietética, ciencias ambientales y biotecnología. Ana Martínez, ambientóloga de la asociación para la divulgación científica Caminos y Ciencia, cuenta que no es la primera vez que participa en la feria ya que asegura que es «una iniciativa maravillosa, ya que acerca a todo el mundo a la ciencia. Además, que los propios niños sean los que hacen los experimentos, la ilusión con la que te los explican, es lo que hace un poco más visible todo esto y lo que hace que verdaderamente aprendan».