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El Paseo Colón, en una visita municipal, por fin sin las vallas que han impedido la vista de la calle Betis durante dos años. / Diego Arenas
La primera oportunidad para pasear sin casco por Marqués de Contadero, prometido epicentro del turismo sevillano, desde hace dos años, dejó dos novedades. La primera, la recuperación de la vista de Triana, olvidada por la presencia de vallas en el Paseo de Colón. La segunda llegó en forma de anuncio del Ayuntamiento: el concejal de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, anunció que, «de manera inmediata», el consejo de gobierno de la Gerencia de Urbanismo licitará después de la feria un importe de 1,3 millones para diversas actuaciones en el paseo, que recibe el anuncio de nuevas obras al mismo tiempo que terminan las que lo han tenido empantanado durante años. Y otra cuestión: en el desglose de cifras hay que andar con cuidado.
Muñoz destacó como la actuación más importante «la reurbanización del Paseo Colón», que tendrá un precio de licitación de un millón de euros. Supondrá la renovación del alumbrado público y la red de abastecimiento de agua, la reposición de adoquinado, la reparación del carril bici y los itinerarios peatones, la instalación de nuevo mobiliario urbano, la reposición de la pérgola, «y otras cuestiones que mejoren la accesibilidad en la parte de arriba». Se trata, destacó el concejal, de «obras importantes para culminar la intervención que se ha realizado».
Las otras dos actuaciones que Muñoz incluyó en la cantidad total de 1,3 millones son los 40.000 euros que costará adecuar y reparar el carril bici que está situado a la altura del río y los 206.000 euros del asfaltado del Paseo de Colón y el de Las Delicias. Es aquí donde hay que puntualizar, porque la renovación de las calzadas la aprobó la Gerencia de Urbanismo en noviembre del año pasado, cuando informó de que su precio de licitación sería de 386.845 euros. Los 206.000 a los que ha aludido Muñoz corresponden a la cantidad final por la que se han adjudicado esos trabajos.
Más que una mera sede
Más allá de que la mudanza del Consorcio de Turismo del edificio Laredo a su nueva ubicación en Marqués de Contadero se realice en cuanto termina de la feria, el interés del Ayuntamiento es que esta nueva infraestructura sea mucho más que la mera sede de sus servicios turísticos. Por el contrario, debería convertirse, según Muñoz, en «un espacio emblemático con clara vocación turística». «Queremos un espacio donde el turista pueda encontrar toda la información en los formatos más diversos», repitió el concejal sobre un espacio de 5.300 metros cuadrados totales que tendrá una gran maqueta interactiva de la ciudad como su mayor atractivo.
El concejal de Urbanismo habló de «incorporación progresiva» de todos los elementos que se incluirán en el centro de visitantes, cuya finalidad será que «el visitante encuentre la información» que le permita «realizar una visita adecuada» a la ciudad.
Las instalaciones turísticas estarán preparadas para acoger hasta a 125 personas a la vez, cifra que puede llegar a suponer la presencia de 3.000 visitantes al día. Se dividirán en tres zonas. La primera servirá para organizar las visitas mediante una aplicación descargable que proporcionará una guía personalizada. La segunda albergará la maqueta interactiva, que ocupará unos 150 metros cuadrados. La tercera, por último, se llamará Vive Sevilla y dispondrá de un lugar acondicionado para que los visitantes puedan descansar al mismo tiempo que se informan tanto de la oferta estable de la ciudad como de la que, de manera temporal, haya en cada momento.
Los modificados, peor por el retraso que por su coste
Los sucesivos problemas de la obra del Centro de Atención Integral al Visitante de Marqués de Contadero han provocado retrasos en su ejecución, además de un incremento en el presupuesto por el que se adjudicaron los trabajos. El concejal de Hábitat Urbano, Antonio Muñoz, concedió lo evidente: «Es verdad que ha tenido un retraso da algo más de nueve meses», y apuntó algunas razones. «El periodo de adjudicación que se estableció de 12 meses quizá era excesivamente optimista», valoró.
A partir de ahí, insistió en «llevar a la más estricta normalidad lo que ha ocurrido en torno a los modificados». Las cifras de la actuación están claras. El precio de licitación fue de 6,6 millones, y la adjudicación se produjo por 4,2 adjudicación, «un 38 por ciento de baja», de acuerdo al resumen de Muñoz. Los modificados, que no son sino cuestiones que han surgido durante el periodo de obras que ha sido necesario acometer, han tenido un coste total de 322.000 euros.
«Los modificados representan un 7,5 por ciento del presupuesto total», un porcentaje más que aceptable, de acuerdo con la valoración de Muñoz, «en una obra de esta envergadura», en la que entre otras cuestiones ha sido necesario actuar sobre las estructuras. El tope que permite le legislación, y también el pliego de condiciones, está en el 13 por ciento. De manera que ese 7,5, que se sitúa «en torno a la mitad exigido por la ley, se considera dentro de la normalidad, de los previsto». En la normalidad situó también el concejal «el toma y daca» con la empresa, constructora San José, que llevó al Ayuntamiento a obligarla a mejorar determinados aspectos que consideraron inadecuados.
Flamenco y tapas como complemento
El Ayuntamiento espera licitar antes del verano los módulos norte y sur del centro de recepción de visitantes. Uno de esos espacios se dedicará al flamenco, y ya hay tres promotores de la ciudad que han mostrado su interés, dijo Muñoz. Sobre el espacio gastronómico, comentó que la Asociación de Hostelería anda a la búsqueda de financiación.