Un musical que es palabra de Dios

Han sido meses de trabajo, centenares de horas de ensayos y esfuerzos ímprobos para que lo que comenzó siendo el sueño de unos pocos se haya convertido en la realidad de muchos. ¡Y vaya si lo han conseguido! Las tablas de teatros de Utrera y Carmona han sido ya testigos del estreno de la obra musical Misericordia, una representación en la que más de 130 personas, entre los jóvenes del grupo de teatro de la hermandad de la Sed, varias corales, bandas de música y un amplio grupo de voluntarios, ayudan a entender, desde una visión contemporánea, el verdadero mensaje de las obras de misericordia.

Al frente de esta aventura están los cofrades José Antonio Fernández Cabrero y Maruja Vilches, que asumen sendos papeles protagonistas en los que se interpretan a sí mismos. «La experiencia no puede ser más positiva», asegura Vilches. Ella actúa en nombre de las obras de misericordia espirituales y él como exponente de las obras carnales. Entre los dos ponen en marcha todo un reto que ha sido muy bien acogido por el público. «La gente viene a saludarnos, nos dice que el mensaje les llega y que es algo distinto de lo que habían visto hasta ahora», señala.

Los actores toman como hilo conductor algunos pasajes del Evangelio con los que relatan los actos de misericordia. Lo hacen a través de una obra de casi dos horas de duración que recorre diez escenas diferenciadas, a las que se suma el preludio de la homilía del pasado 8 de diciembre del papa Francisco a la que pone voz el periodista Carlos Herrera en un vídeo que se proyecta al inicio. Todo, con un final espectacular en el que la música y las palabras acaban por sorprender a los espectadores.

Detrás de todo este esfuerzo está la labor de Moisés Mora y Ana Romero, los dos responsables del grupo de teatro, que no dudaron en dar un sí rotundo a esta llamada de la Iglesia. «Es un sueño. No esperábamos llegar hasta este punto. Ahora no somos una banda, una coral o un grupo de actores, somos un equipo que trabaja unido», relata Romero. Y ahí reside el éxito de unas representaciones que están llenando teatros de la provincia y que aún tiene mucho camino que recorrer. «La idea de Marcelino Manzano –el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías– es que esto no acabe en Sevilla y que podamos llevar la obra a otros puntos de Andalucía porque la misericordia, como dice el Papa, continua», explica Maruja Vilches.

Pero antes tienen la oportunidad de vivir en primera persona este espectáculo evangélico que invita a vivir de modo especial el Año de la Misericordia. Sobre el escenario, además de admirar el trabajo de los actores, se podrá ver cómo la música es pieza clave en esta enseñanza. Estará el coro sacro Madre de la Iglesia, dirigido por la docente Lilia Kiryukhina, que pone su voz al cierre de cada acto. También los coros de la Sagrada Cena de Huelva, el del Cerro del Andévalo y algunos miembros del de la hermandad de Consolación de Utrera, que interpretarán la pieza Misericordia Divina, compuesta especialmente por David Hurtado para este año jubilar. Todo acompañado por la banda del Carmen Villalba del Alcor, cuyos músicos interpretarán parte de las marchas Virgen del Valle y El Cachorro (Saeta Sevillana), Pasa la Virgen Macarena, La Sangre y la Gloria o Como tú ninguna.

Quienes se acercan a disfrutarla comprobarán como todo está medido a la perfección, hasta los gestos. Uno muy especial es el que representa la periodista Susana Herrera, que acompañada de la cantante Raigada, sensibiliza sobre la importancia de la donación de órganos. Un gesto de vida que se suma a la entrega de toda la recaudación para el nuevo Centro Diocesano de Empleo de Palmete, obra social de la Archidiócesis por este Año de la Misericordia.

Las localidades de Coria del Río, Marchena, Mairena del Alcor y Paradas serán las próximas oportunidades para disfrutar de esta obra de arte teatral, tan solidaria como evangelizadora. El cierre será el 21 de marzo en el teatro Lope de Vega de Sevilla, gracias a la colaboración de la delegación de Fiestas Mayores del Ayuntamiento. Su ayuda, como la del resto de patrocinadores –Transportes Pantoja, Almacenes Arias, Fundación Cajasol, entre otros– ha hecho posible que este musical sea un ejemplo de unión y cercanía para que la misericordia de Dios esté al alcance de todos.