Un proyecto pionero que llevan a cabo de manera conjunta el colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Manuel Altolaguirre y el instituto de Educación Secundaria (IES) Polígono Sur ha conseguido que el absentismo escolar en el tránsito entre ambas etapas educativas se reduzca del 30 por ciento al ocho por ciento en los primeros meses de este curso, según explicó el director del CEIP, Juan Ramón Carballo.
El procedimiento se cuenta con sencillez: el profesorado del IES se traslada durante el primer trimestre al colegio para que los alumnos de Primero de la ESO reciban sus clases en el mismo lugar en el que lo han hecho, en la enorme mayoría de los casos, desde el momento en el que se escolarizaron con tres años.
Las directivas de los dos centros, físicamente muy próximos, trabajan de manera conjunta en esta experiencia. José Cava, director del instituto, explicó que «es verdad que hemos tenido que organizarnos de otra forma y mejorar la coordinación con el profesorado del colegio. Y hay una tutora del colegio, del curso anterior, que participa diariamente en las clases junto al profesorado del instituto. Así podemos traspasar métodos que los alumnos no usaban y que nosotros no podemos cambiarles en un verano». Carballo completa la explicación: «Pretendíamos unificar criterios metodológicos y procedimentales, hacer el trasvase de confianza que los niños adquieren en el colegio al instituto. Se escolarizan con tres años y, cuando salen, con repeticiones, el que menos ha pasado 10 años con nosotros».
La valoración del proyecto es muy positiva por todas las partes. La consejera de Educación, Adelaida de la Calle, visitó ayer el Manuel Altolaguirre y destacó el carácter pionero de la iniciativa y sus posibilidades de futuro. «Queremos que sea un proyecto piloto que, si vemos que funciona, podremos llevar a otros centros en zonas semejantes en las que tienen también problemas de exclusión social». De la Calle resaltó también el éxito que supone su implantación en el Polígono Sur, porque «estamos hablando de una gran ciudad de casi 50.000 personas. Pues se puede repetir el modelo y traspasarlo a otras ciudades, a otros lugares en Andalucía con una situación semejante».
Una de las personas que mejor conoce la zona, la comisionada para el Polígono Sur, Mar González, también se felicitó por la iniciativa. «Estamos eliminando puntos de fuga del sistema educativo. Esta es una buena experiencia y nos gustaría extenderla a centros en los que tenemos circunstancias similares». Para mantenerse en este camino, es crucial «ganar la confianza de las familias y avanzar con ellas de la mano».
González insistió en que los niños de este barrio «tienen todo el derecho de ir a la Universidad, como todos los niños, pero parten de un punto más difícil». «Es una zona con unas circunstancias educativas muy peculiares. No hay otro barrio en Andalucía, probablemente, con un 26 por ciento de población adulta analfabeta en algunas de sus barriadas. Son datos casi del tercer mundo. Por generaciones, las familias no han tenido vinculación con la escuela», y esa es parte de su labor: que la enseñanza esté en la mente de estas familias como un camino fundamental para el futuro de sus hijos.