Adiós al muro de Kansas City. Los vecinos de los bloques de la Cooperativa Giralda, en la acera de Santa Justa, y varios más afincados en edificios del Polígono San Pablo ya no tendrán que dar rodeos para salvar la brecha de la avenida Kansas City, con más de 45.000 vehículos al día. Una población mayor que debía recorrer largas distancias a la búsqueda de un cruce semafórico, bien en el cruce de El Greco o bien en el de la calle Éfeso. La solución ha llegado con la puesta en funcionamiento, desde el pasado martes, de un nuevo semáforo a mitad de camino. La medida se aplicó después de que la Delegación de Movilidad atendiera las demandas vecinales y la queja del grupo municipal de IU.
La opción elegida ha sido la instalación de un semáforo que cuenta con un pulsador, de modo que funciona a demanda de los usuarios. De esta manera, el nuevo semáforo no repercute de forma negativa a la fluidez del tráfico en horas de baja demanda.
La gestión se inició a raiz de que en abril, el grupo municipal IU registrara una petición ante la Comisión de Ruegos, Preguntas e Interpelaciones del Consistorio, haciéndose eco de una demanda ciudadana para instalar un semáforo en un trayecto de «casi un kilómetro de extensión, en el que no existe ningún semáforo ni paso para peatones, lo que obliga a muchos vecinos y vecinas a dar un gran rodeo para cruzar la avenida cada vez que tienen que coger el autobús o ir a los comercios», según explicó en su día la concejal de la formación de izquierdas, Eva Oliva.
Ya en verano, el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, acordó con los vecinos la instalación de este nuevo paso semafórico en Kansas City, cuyas obras se iniciaron a mediados del pasado mes de octubre y que finalizaron este martes.