Un tipo solvente con un proyecto

Orgulloso de la universidad sevillana, y del sistema público en general, Miguel Ángel Castro admitió que la universidad debe hacer un esfuerzo por adaptarse a la sociedad, y a las empresas, pero no cree «que estemos tan alejados». También aseguró que se debatirá el sistema de elección de rector y que tratarán de ahondar en la transferencia del conocimiento para que las empresas perciban como atractivos a los egresados de la Hispalense.

Anda de estreno de su cargo como rector de la Universidad de Sevilla, pero Miguel Ángel Castro lleva en la mochila un largo bagaje. Es un tipo solvente. Y más cuando habla de la Universidad de Sevilla. De manera que lo que dice, y lo que no dice, lo trae pensado de casa. Sus responsables de comunicación deben vivir tranquilos.

Castro se presentó ayer ante los medios de comunicación en el restaurante La Raza, que de manera modesta incluyó el encuentro dentro de sus habituales aperitivos. La presentación corrió a cuenta del director del grupo de restauración, Pedro Sánchez Cuerda.

Aprovechó Castro para explicar, de nuevo, su visión de la Universidad que dirige y las líneas que seguirá su flamante equipo de Gobierno. Pero, incluso en el ámbito universitario, las urgencias se imponen.

Urgente es saber de cuánto dinero dispone la Universidad. ¿Qué pasa con la subvención de 16,4 millones que la Junta concedió para construir una biblioteca y cuya devolución solicita ahora? La Universidad, que «sí ha utilizado la subvención para el uso para el que se concedió», ha presentado alegaciones y espera una respuesta favorable. Si no fuera así, reclamarían a una instancia superior, explicó Castro. ¿Incluirán los presupuestos de 2016 una provisión por si hay que devolver ese dinero? «En ningún caso voy a proponer una partida para algo en lo que no creo. Nuestra provisión es la biblioteca de Eritaña», aclaró en referencia a la nueva biblioteca central de la institución.

Urgente es también la mejora de algunas infraestructuras, como la Escuela Politécnica Superior, la Facultad de Farmacia y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica. Y de nuevo hay que hablar de la Junta. Castro estima que unos cuatro millones del presupuesto autonómico irán a la Hispalense, que recibió 100 millones para pagos urgentes a finales de 2015. Pero la deuda es aún millonaria. «La presidenta se comprometió a pagar en dos años, que se cumplen dentro de poco y creo que no se va a cumplir». Pero no pasa nada: «Lo que pedimos es un plan plurianual que sea realizable», asegura Castro, dispuesto a adaptarse a los plazos que le marquen, si son realistas y se cumplen.

Claro, la Universidad dispone de recursos propios. Como la añeja Politécnica de la calle Niebla. Su venta sería una solución para acometer la construcción de una nueva, pero la Junta debe permitirlo. Es «suelo recalificado y urbanizable», apto para uso residencial. De momento, el rector ha pedido una reunión con la consejera de Hacienda. Todo paso a paso.