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La exposición recoge también una réplica del tesoro del Carambolo. / Jesús Barrera -
Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores; Alberto Máximo Pérez Calero, presidente del Ateneo; y Rafael Herrador, director regional de Caixabank. / Jesús Barrera
¿Sabía que en el año 1918 el Ateneo de Sevilla pagó 20 pesetas a un tal Antoñito por vestirse de «rey negro» y 50 pesetas por el alquiler de una serie de camellos? ¿O que el 6 de enero de 1944 se disputó un partido de fútbol entre el Sevilla y el Betis con el que recaudar fondos para los Reyes Magos? Estos y otros detalles curiosos (muchos hasta ahora desconocidos) protagonizan la exposición que la Docta Casa ha organizado en el patio central de la sede de La Caixa en la calle Sierpes con motivo de la conmemoración del primer centenario de la Cabalgata.
Hasta el próximo día 5 de enero, los sevillanos podrán hacer un recorrido por casi un centenar de objetos que, según palabras del comisario de la muestra, Manuel Jesús Corral, «son cosas que están en el Ateneo y que hasta ahora no podían verse». A través de ellos, se ofrece un itinerario por la historia de la Cabalgata desde su primera salida el 5 de enero de 1918 hasta detalles de los recientes cortejos de Sus Majestades. Junto a ello, una serie de paneles explicativos permiten ahondar en la figura de dos destacados ateneístas, José María Izquierdo Martínez y José Jesús García, además de la importancia de la acción social vinculada a esta fiesta, «la de una Cabalgata de magia, ilusión, entrega y solidaridad».
Para los más curiosos, uno de los expositores incorpora una serie de objetos de carácter histórico que van desde el documento original del Ministerio de Gobernación por el que se concede el ingreso en la Orden Civil de la Beneficencia el 30 de abril de 1965 a la medalla conmemorativa del cincuenta aniversario de la Cabalgata de Reyes, celebrado en el año 1967. Además, también se muestran otra serie de elementos de alta valía histórica y sentimental como la medalla de la Ciudad, concedida por el Ayuntamiento en 1969, la corbata de la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio o la réplica del tesoro del Carambolo que llevó el orfebre Fernando Marmolejo el año que salió como rey Baltasar.
La apuesta del Ateneo por no escatimar en detalle permite ver hasta los libros de caja y las facturas de la primera salida de la Cabalgata en el año 1918. Por entonces, el coste total de la salida fue de 1.009 pesetas, con partidas tan singulares como las 47,50 pesetas que pagaron a Rafael Ochoa por caramelos o las 50 pesetas por el servicio prestado por la banda del Hospicio. Y por si las cuentas no cuadraban, también hay reliquias de eventos deportivos que ayudaban a sostener los gastos derivados de la Cabalgata. Entre ellos, un trofeo del año 1969 que jugaron el Sevilla y la Roma, y otro de 1970 que enfrentó a veteranos del Betis y el Sevilla. Incluso se muestran algunos carteles de festivales infantiles cómico-taurino-musical-circense que protagonizaba un tal Cantinflas Sevillano.
El grueso de la exposición lo conforman una serie de trajes correspondientes a los principales personajes de este séquito real. Algunos de carácter histórico y otros, como la nueva vestimenta de los beduinos para 2017, aún sin estrenar. Junto a ellos se exponen cuadros y láminas de los carteles pictóricos que han servido para anunciar oficialmente la llegada de la Cabalgata durante el último siglo. Detalles que se complementan con otros objetos únicos como una estrella de metal y cristal que se portaba cada 5 de enero durante los primeros años y que marcaba el camino a seguir por el cortejo de Sus Majestades.
Villancico de cumpleaños
El acto de inauguración de la muestra contó con la participación de numerosos representantes de la sociedad civil sevillana e incluso de algunos de los miembros que darán vida este año a los ayudantes de los Reyes Magos. Allí, la Cabalgata recibió uno de sus primeros regalos por este centenario, un villancico compuesto por el Coro de Campanilleros A Nuestro Aire que en su letra relata la importancia de este aniversario para la ciudad. «Aquí hay cien años de amor compartidos entre el Ateneo y los sevillanos», dijo el presidente Alberto Máximo Pérez Calero. Recuerdos que ahora se resumen en cien objetos cargados de la magia de cada noche del 5 de enero.