- barrio de Triana. / El Correo TV
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Estado en el que se encuentra el parque de la plaza Salesiano Don Ubaldo, en el -
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Un cartel en la puerta prohíbe la entrada por orden del Ayuntamiento de Sevilla. La plaza Salesiano Don Ubaldo, entre las calles Evangelista y Voluntad, en el barrio de Triana, lleva más de diez años cerrada al público para «evitar posibles accidentes» ante el riesgo de derrumbes y caídas. Los arriates están reventados e inclinados y el suelo levantado con las raíces de los árboles. «Es muy triste que cuando vienen los nietos no podemos llevarlos dentro», lamenta Pepe Cano, vecino que lleva casi 40 años residiendo en los bloques de pisos que la rodean, conocidos como Los Verdes. Más allá de ser un espacio «inutilizado», se ha convertido también en blanco fácil para ladrones y tironeros que aprovechan la «poca iluminación» y el nulo trasiego de personas para perpetrar sus golpes.
«A las seis de la tarde, esto es una tumba. Está muy oscuro y no pasa ni un alma. Tenemos miedo de sufrir un asalto», dice Moisés Pérez, responsable de uno de los negocios que tratan de sobrevivir. Precisamente hace dos semanas se produjo el último robo. «Entraron dos hombres. Uno me puso el cuchillo en el cuello y el otro echó la persiana. Se llevaron todo el dinero de la caja pero el susto se quedó ahí», cuenta Alicia Llorente, que en este momento se encontraba tras el mostrador de la tienda de ropa de moda que sufrió el asalto. Su propietaria está desesperada. «Ahora mismo no hay ni el 10% de los locales abiertos. Han robado también aquí al lado, hay atracos por las noches... El problema es que al llevar tanto tiempo cerrada la plaza, hay bastante inseguridad en la zona».
Los vecinos explican además que lo han intentado todo: recogida de firmas, quejas en el distrito... Pero no consiguen que comiencen las ansiadas obras de reparación del parque. «Llevamos con la promesa de que lo van a arreglar por lo menos cuatro legislaturas. Cada vez que se acercan las elecciones, todo el mundo se acuerda. Ha venido Zoido, Espadas... Yo sigo creyéndomelos, pero como sigan así, creo que no lo voy a conocer», señala Pepe Cano. Otros afectados también muestran su hartazgo: «Lleva presupuestado desde 2006. Nos dijeron que sí, que lo van a arreglar. Al principio, que iba a ser a final de año. Ya estamos en noviembre y no tenemos noticias de las obras. Ahora nos dicen que para 2018 y, la verdad, ya tenemos pocas esperanzas».
Les preocupa que algún día ocurra una desgracia: «No hace mucho se cayó una rama. Por suerte fue por la mañana. Si coge la hora de la guardería y le da a un niño... tenemos un gran problema», concluyen. Por todo ello, exigen al gobierno de Espadas que acometa «de inmediato» la obra para evitar que la plaza «siga muriendo».