17.068 contrataciones en Andalucía en diez años para personas en riesgo de exclusión. Esta es la cifra que ha logrado la obra social da Caixa y la Fundación Cajasol gracias al programa Incorpora y que presentó la mañana de este martes Marc Simón, director corporativo del área social de la Fundación Bancaria La Caixa.
En un acto celebrado en las recién inauguradas dependencias del CaixaForum, recordó que este programa comenzó su andadura en el año 2006 con la vocación de generar oportunidades de trabajo «para personas con especiales dificultades para acceder al mercado laboral». Según explicó, desde que se puso en marcha, Incorpora trabaja para favorecer la contratación de colectivos con dificultades para encontrar un puesto de trabajo, tales como personas con algún tipo de discapacidad, parados de larga duración, jóvenes en situación de vulnerabilidad, exreclusos y víctimas de violencia de género, entre otros.
Para lograr el objetivo del programa, Simón precisó que Incorpora cuenta con un total de 132 técnicos de 47 entidades sociales que trabajan en red con todas las empresas que deciden formar parte de este proyecto. «El trabajo en red hace que todos se retroalimenten», precisó el directivo al tiempo que insistió en que «cada puesto de trabajo que se facilita es una oportunidad para que la persona mejore su bienestar y disfrute de un proyecto de vida autónoma e independiente». Por ello, no tuvo reparo alguno en decir públicamente que el compromiso «es seguir contribuyendo a la plena inclusión social de los colectivos más vulnerables dado que tienen el convencimiento de que el trabajo es una herramienta indispensable para ello».
Aquellas personas que necesiten este tipo de ayuda para lograr un puesto de trabajo, deberán primero ponerse en contacto con una de las entidades colaboradoras, donde estudiarán su caso y a partir elaborarán un plan personalizado de inserción laboral. Durante todo el proceso de formación estarán plenamente asesorados en todo lo que necesiten y una vez que logren un puesto de trabajo, ya sea durante un periodo inicial de prácticas o con un contrato profesional, tendrán un seguimiento de su situación laboral.
Para ofrecer un testimonio en primera persona, el acto en el que se presentaron estos datos contó con la presencia de Karen Buitrago, una joven colombiana de 29 años que trabaja de forma estable como camarera hace más de un año en un bar de tapas de la ciudad. «Realicé un curso de dos meses de camarera de catering y actualmente trabajo como camarera. Mi vida ha cambiado mucho porque además de ser independiente económicamente, tengo más seguridad para cumplir mis metas futuras. Además, en estos momentos estoy estudiando y estoy muy contenta con ellos. Para lograr participar en este programa, algo que necesitaba al no tener permiso de residencia, entró en contacto con la fundación Padre Leonardo Castillo, donde gracias al trabajo de los técnicos logró formarse y encontrar el trabajo que ahora tiene.
La figura de los técnicos es una de las claves del programa Incorpora ya que abordan la inclusión socio laboral desde una perspectiva «innovadora, transversal e integral», continuó Simón. «Juegan un papel fundamental porque establecen un puente entre las necesidades de las empresas y los apoyos que requieren las personas al mismo tiempo que ofrecen formación, acompañamiento y seguimiento laboral a la persona insertada», precisó.
Por su parte, Marta García, técnico del programa de inserción laboral, explicó que se apoya a las distintas empresas que participa en esta iniciativa «ofreciendo personas que se ajusten al perfil requerido mientras que al usuario se le ayuda a potenciar, mediante formación, sus competencias sociales y laborales».