Una línea, pero de récord

Balance. Ocho años después de la puesta en marcha de la línea 1 del Metro, sigue creciendo su demanda pese a estar sola en el mapa. Ya ha transportado a 112 millones de viajeros

02 abr 2017 / 08:34 h - Actualizado: 02 abr 2017 / 08:34 h.
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¿Quién se acuerda ya del socavón que se tragó un quiosco en la Puerta de Jerez, de la viga que se cayó sobre la SE-30, de las averías de la tuneladora o de las grietas en edificios de Los Remedios? ¿Quién duda ya de que el Prado está a 25 minutos de Olivar de Quintos y el Parque de los Príncipes a 10 minutos de la Gran Plaza? La historia de la construcción de la única línea del Metro de Sevilla, la 1, está cuajada de incidentes, retrasos y sobrecostes (pasó de 428 millones a 657) pero, ocho años después, su éxito ha hecho desvanecer los malos recuerdos. Desde que se inauguró, el 2 de abril de 2009, se han subido en ella más de 112 millones de viajeros. Y en 2016 volvió a batir otro récord.

Metro de Sevilla, sociedad concesionaria de la Junta de Andalucía –cuyo 88,24 por ciento del capital pertenece a Globalvía y el 11,76 por ciento restante a la Agencia de Obra Pública–, cerró el pasado año con 15,32 millones de viajeros transportados. Un 3 por ciento más en comparación con 2015 y, en términos absolutos, 446.934 nuevos viajeros respecto al ejercicio anterior.

La línea 1 obtuvo el mejor dato de demanda de usuarios en sus siete ejercicios anuales de explotación comercial, superando el registro de 2011, cuando se transportaron 14,96 millones de usuarios. Y, con todo, tiene margen para crecer todavía más.

Desde mediados de 2014 el metropolitano ha experimentado un aumento sostenido de la demanda: del 4 por ciento en 2014, del 2,96 por ciento en 2015 y del 3 por ciento en 2016. El número de viajeros crece, aunque la línea sigue igual: 18 kilómetros y 21 estaciones repartidas por cuatro términos municipales del área metropolitana (Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache, Sevilla y Dos Hermanas). 21 estaciones porque la 22, en los mapas de la línea, la bautizada como Guadaíra, sigue sin habilitarse a la espera de que algún día el Gobierno central ponga en marcha el apeadero prometido junto a la Universidad Pablo de Olavide, lo que acortaría el trayecto de muchos usuarios del Cercanías. Sin embargo, no está en las agendas políticas ni en los planes de infraestructuras ferroviarias. Nadie se acuerda ya de esta estación, en gris –inoperativa– en los mapas de los metropolitanos.

Esos mapas que todos los días ven, sobre todo, estudiantes y trabajadores. De hecho, el 51,2 por ciento de los pasajeros de la línea 1 trabajan y el 34,5 por ciento, estudian. Así, el 62,7 por ciento de los usuarios realiza entre 5 y 14 trayectos semanales y el 29,6 por ciento, menos de cinco. Prevalece el uso del metro para ir a trabajar (37,6 por ciento) y para acudir al centro de estudio (27,3 por ciento), mientras que dos de cada diez viajeros se desplazan en metro por cuestiones de ocio (21,7 por ciento).

Atrás quedaron ya las incidencias de los primeros años por problemas técnicos o de aglomeraciones y, en la actualidad, la disponibilidad media del servicio es del 99,87 por ciento, dato que refleja las escasas averías en este transporte ferroviario, mientras que la ocupación media de los trenes, un indicador clave en la rentabilidad económico-social de un transporte, se estimó en 2016 en torno al 76,89 por ciento en días laborables, casi cinco puntos más que el pasado año. La ocupación media se calcula en el 73,28 por ciento en viernes, del 56,85 por ciento en sábado y del 42,63 por ciento en domingo. Es decir, que la línea 1 tiene aún margen de crecimiento.

Pero, ¿es rentable? Anualmente en los presupuestos de la Consejería de Fomento y Vivienda se dotan 50 millones de euros para la subvención a la explotación anual de la línea 1 del Metro de Sevilla. Esta subvención atiende o da cobertura a varias necesidades. Por un lado, garantiza la devolución del crédito al Banco Europeo de Inversiones por parte de la concesionaria. Además, cubre el déficit de explotación, es decir, la diferencia entre los ingresos comerciales (por la venta de billetes y explotación publicitaria) y los gastos operativos (consumo de energía, pago de las nóminas del personal, reposición del inmovilizado, seguros, etcétera).

Y, por último, ese dinero público garantiza la retribución al concesionario determinada en su oferta (la Tasa Interna de Retorno, o TIR), puesto que la sociedad Metro de Sevilla anticipó el 20 por ciento de la inversión, y durante el periodo de concesión hay que reembolsárselo con un rendimiento o beneficio industrial (la TIR). Es decir, que los andaluces seguimos pagando un transporte que, eso sí, evitó la emisión de 3.000 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, que está muy bien valorado y que propició la creación de 180 empleos directos y 230 indirectos, según los datos de la empresa tras la puesta en marcha del servicio.

Reivindicación laboral

Actualmente la plantilla del Metro ronda las 175 personas, según sus representantes sindicales, inmersos ahora en una dura negociación por la ampliación de la Feria de Abril dos días. Reclaman una compensación económica por las dos noches más de servicio, mientras que la empresa asegura que no se modificarán las condiciones del convenio firmado hace ahora dos años, según fuentes del comité de empresa.

Durante 2016 las estaciones más utilizadas por los usuarios fueron Puerta Jerez (2,1 millones), la más céntrica del trazado a su paso por la capital; Nervión (1,26 millones), que en 2016 experimentó un incremento de demanda de un 4,8 por ciento respecto a 2015 y San Bernardo (1,23 millones), que es el principal intercambiador de transportes (Cercanías-metro-tranvía urbano y autobuses urbanos y metropolitanos). En cuanto a la distribución por recorridos, el 49,54 por ciento de los usuarios circunscribe su trayecto a un solo tramo de los tres en los que se divide el sistema tarifario, mientras que el 49,59 por ciento efectúa un salto, es decir, se desplaza entre El Aljarafe y Sevilla o bien entre Dos Hermanas y Sevilla, mientras que sólo un 0,87 por ciento efectúa dos saltos, con desplazamientos de extremo a extremo de la línea, es decir, entre El Aljarafe y Dos Hermanas.

Desde el punto de vista cualitativo, la percepción del usuario de metro sobre la calidad del servicio sigue siendo notable en 2016, pues la encuesta de satisfacción anual, elaborada en marzo, arrojó una valoración global de 8,2 sobre 10. Igualmente, el número de reclamaciones y quejas de los usuarios se redujo en 2016: sólo uno de cada 19.699 viajeros puso una reclamación, mientras que en 2015 se produjo una queja por cada 19.124 viajes.