Cuando una fórmula funciona, nadie quiere perdérsela. Y eso ha ocurrido con la Noche en Blanco, la iniciativa del colectivo Sevillasemueve que ha conseguido aglutinar a un buen número de instituciones y agentes culturales de la ciudad en torno a una cita que ya va por su sexta edición, y en la que, de un tiempo a esta parte, el único debate es tratar de que no muera de éxito. Por lo demás, cada año son más los espacios que se suman a esta gran fiesta nocturna de la cultura: este año, en concreto, el programa incluye 150 actividades promovidas por 120 entidades públicas y privadas. La fecha a subrayar en rojo, el 6 de octubre próximo.

«La Noche en Blanco ocupa un lugar preminente en el otoño sevillano, que es la época más fértil para la ciudad desde el punto de vista cultural», comentó en rueda de prensa Antonio Muñoz, delegado de Cultura del Ayuntamiento hispalense. «En 2012 registró 17.000 asistentes, y el año pasado fueron 80.000. Es un crecimiento espectacular. Pocas citas culturales, no solo en Sevilla sino en cualquier lugar, pueden presumir de crecer a este ritmo», agregó el delegado, al tiempo que recordó que publicaciones como el periódico británico Telegraph o El Viajero han incluido Sevilla entre sus escapadas recomendadas con especial hincapié en la Noche en Blanco.

Con esos números, no es extraño que cada año haya nuevas incorporaciones. Este año destaca sobre todas las del CaixaForum, el teatro Lope de Vega y la Iglesia del Salvador, así como el Espacio Santa Clara, el Jardín Americano, la Casa del Pumarejo, el Corral de San José y el Hospital de los Viejos, lo que no pasará desapercibido para los ávidos devotos de la Noche en Blanco.

Nuevas opciones que vienen a sumarse a la oferta ya clásica, donde brilan con luz propia la Catedral, el Real Alcázar, el Archivo de Indias, la Iglesia de San Luis de los Franceses, el Museo de Bellas Artes, el Arqueológico, el de Artes y Costumbres Populares, la Casa de la Ciencia o el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, entre otros.

Tampoco pasan desapercibidos el Acuario de Sevilla, la Fundación Cajasol, el Parque de Isla Mágica, la bibiblioteca Infanta Elena o el Cicus, junto a rincones pequeños pero altamente atractivos como Caótica, La Jerónima, Casa Tomada o el restaurante Oriza.

El director de la Noche en Blanco, Manuel Fernández Ruiz, habló de la cita como «ecosistema único» excepcional, sin olvidar que la mayoría de los espacios que abren sus puertas en este marco «también pueden ser visitados a lo largo de todo el año». Asimismo, recordó que buena parte de las actividades del programa de 2017, que puede ser consultado en la web de Sevillasemueve (www. sevillasemueve.org) girará en torno a dos ejes temáticos: el XXV aniversario de la Expo 92 el Año Murillo.

Por su parte, el delegado en Sevilla de la Consejería de Cultura, Manuel Girela, destacó la exposición temporal Sevilla en la estampa en el Museo de Bellas Artes hasta las doce de la noche, y animó al público a recordar que esta cita «consiste en mucho más que abrir museos a deshora».

Como representante de la Diputación de Sevilla, la diputada de Cultura, Rocío Sutil, animó asimismo a la ciudadanía a visitar las exposiciones temporales del programa y, en definitiva, a sacar el máximo partido a la Noche en Blanco para que vuelva a ser, un año más, un éxito rotundo.

«Esta ciudad vive la calle, nos encanta», apostilló Antonio Muñoz. «La noche en Blanco es una noche muy peculiar, muy distinta, que a pesar del éxito cosechado en estas cinco ediciones celebradas hasta el momento, no ha caído en la autocomplacencia», concluyó el delegado.