Una rueda de prensa majestuosa

Los tres Reyes Magos aguardan con emoción el inicio de la cabalgata. Habrá sorpresas al paso del cortejo por la Campana, Altozano y Plaza de Cuba

03 ene 2017 / 13:27 h - Actualizado: 03 ene 2017 / 16:53 h.
"Cabalgata de los Reyes Magos","Juan Espadas"
  • Una rueda de prensa majestuosa

Una de las responsables de comunicación del Ateneo de Sevilla trotaba apresurada de un lado a otro del salón del restaurante La Raza como el conejo blanco de Alicia en el País de la Maravillas, «falta el rey Gaspar y el Gran Visir, no podemos empezar, no podemos empezar». El trasiego de viajes y desplazamientos en estos días hizo que el monarca y el alto emisario llegaran al Prado de San Sebastián de Sevilla desde Oriente con algo de retraso sobre el horario previsto.

Diez minutitos más allá del horario previsto todo el séquito principal de la cabalgata de los Reyes Magos hispalense ya estaba concentrado para dar los últimos detalles del carrusel de ilusión que callejeará por la ciudad en el día de la mañana como anticipo del viernes mágico. 100.000 kilos de caramelos ya aguardan en las cocheras de Tussam en busca de los más ávidos cazadores.

Peculiar como pocas, Sevilla es una ciudad en la que hasta los Reyes Magos se ponen ante los medios de comunicación para ofrecer una rueda de prensa. Lo que tanto cuesta a los reyes del balón, a los de la política o a los reyes de verdad no supone esfuerzo alguno para los tres de Oriente, que frente a los micrófonos no saben hacer otra cosa que repartir alegría y contar buenas noticias.

La cabalgata del centenario viene cargada de expectación y de novedades para conmemorar la cifra tan redonda. Manuel Sainz Méndez, director de la comitiva, anticipó ayer algunas de los detalles que nadie se puede perder durante el trayecto de sus majestades. A saber: La Estrella de la Ilusión podrá seguirse en cualquier punto de la comitiva, en la Campana azotará, de repente, el más crudo de los inviernos, en el Altozano todo se llenará de brillo y en la Plaza de Cuba rebosará el color.

Sus majestades, Francisco Galnares (Melchor), Joaquín Moeckel (Gaspar) y el alcalde Juan Espadas (Baltasar), reconocieron su emoción por todo lo que conlleva el papel que les ha tocado representar durante el día de mañana. «Asistir a la cabalgata ya es una fiesta, pero sí hay que pedir algo me quedo con vivir en una ciudad agradable y en la que todos sus habitantes sean felices», apuntó el alcalde-mago.

Tanto Espadas como el delegado de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, Juan Carlos Cabrera, quisieron poner el acento en el dispositivo de seguridad que han diseñado las Fuerzas de Seguridad para una de los días con más trasiego de gente en la ciudad. Es por ello que desde el Ayuntamiento se mantuvo ayer por la tarde una nueva reunión con la Subdelegación del Gobierno para ultimar el plan, del que no se quiso dar demasiados detalles por prudencia y precaución