Una tabla de salvación

La guardería en casa. Algunos estudios señalan que la mitad de ellos cuidan a sus nietos y que incluso algunos dedican a esta tarea hasta 7 horas al día mientras sus hijos trabajan

08 nov 2016 / 08:00 h - Actualizado: 09 nov 2016 / 07:00 h.
"Solidaridad","Abuelos de una nueva era"
  • Una pareja de abuelos juega con su nieto de corta edad en el parque de el Alamillo. / Paco Cazalla
    Una pareja de abuelos juega con su nieto de corta edad en el parque de el Alamillo. / Paco Cazalla

Ver a los abuelos con sus nietos es una estampa muy común a nuestro alrededor. La investigación Abuelos que cuidan a su nietos en España, finalista de los Premios Caja Madrid de Investigación Social 2009 señala que el 22,07 por ciento de los abuelos cuidan de sus nietos. Otros estudios, sin embargo, como la encuesta Mayores 2010 del Ministerio de Sanidad y Política Social elevaba este porcentaje hasta el 50 por ciento y lo sube hasta el 70 por ciento los abuelos que se encargan de sus nietos en épocas vacacionales. A esta elevada cifra se une que hay mayores que están pendientes de sus descencientes hasta siete horas al día. De los datos de este último estudio duda el presidente de la Asociación de Abuelos y Abuelas de España (Abuespa), Francisco Muñoz, quien indica que no cree que la mitad de los abuelos cuiden de sus nietos, «estos datos tienen que salir de preguntar a los que están con los pequeños en el parque».

Por otra parte, señala que todos los abuelos afirman que cuidan a sus nietos porque quieren: «Ninguno dirá que lo hace forzado».

Respecto al fenómeno de abuelo esclavo señala que «hay poquitos», aunque reconoce que sí se produce esta situación en el caso de las abuelas. Advierte, no obstante, que muy pocas admitirán que sus hijos están abusando de ellas. Muñoz explica que estos casos se producen porque hay «hijos egoístas».

El presidente de Abuespa asegura que la mayoría de los abuelos están encantados de encargase de sus nietos, de llevarles y traerles del colegio, «pero tienen que saber que no están obligados a ello, que lo hacen por cariño y no por ley».

Recuerda que una de sus asociadas le comentó que se levantaba a las cinco de la mañana para ir a casa de su hija, que vivía casi a dos hora viaje, para llevar a sus nietos al colegio, «luego volvía a su casa y por la tarde hacía otro viaje para recogerlos». La hija y el yerno de esta mujer, según Muñoz, tenían buenos puestos de trabajo para contratar a una asistenta, y cuando esta abuela les habló del esfuerzo que realizaba para cuidar de los nietos «le contestaron que se lo pedían para tenerla entretenida».

Según un estudio de Abuespa, si los abuelos cobrarían por la hora de trabajo que emplean en el cuidado de sus nietos, el Producto Interior Bruto (PIB) de España subiría un 4 por ciento.

Muñoz insiste en que los abuelos deben cuidar a sus nietos porque ellos así lo desean y reclama a los hijos que respeten la vida laboral y de ocio de sus padres. Asimismo, pide a los abuelos que aprendan el lenguaje de sus nietos para acercarse a ellos y para que estos les tengan en cuenta y no les consideren como una antigualla.

Por otra parte, cabe destaca que el síndrome de las abuelas explotadas por los hijos preocupa a las administraciones y para evitar que este fenómeno vaya a más se imparten números talleres para que las afectadas aprendan a reconocer este síndrome, palien sus síntomas y lo prevengan. El síndrome de la abuela esclava se produce más en las zonas rurales y en un nivel socioeconómico medio-bajo.

Paco León: «Ayudamos porque mi hijo y mi nuera trabajan hasta tarde»

El matrimonio formado por Paco León e Isabel Arévalo, de 70 y 65 años, respectivamente, cuidan a sus dos nietos de tres y seis años las tardes que su nuera está en turno de tarde. Paco afirma que a ellos no les cuesta tener esta obligación, «porque tanto mi nuera como mi hijo suelen salir muy tarde del trabajo». Por eso, para atender a sus nietos se desplazan a casa de su hijo, donde se encargan de bañar y dar de cenar a los pequeños. Paco aclara que él y su mujer se compatibilizan con los otros abuelos para hacerse cargo de los niños, que suele ser a partir de las seis o seis y media de la tarde. Explica que los fines de semana están liberados y que es muy raro que tengan que cuidar a sus nietos, «solo nos encargamos de ellos cuando mi hijo y mi nuera tienen algún compromiso como una boda. No nos los dejan para irse de fiesta».

Además, explica que él y su mujer realizan al año dos viajes, uno por España y otro fuera: «Los planteamos con antelación para podernos organizar entre todos». Paco se muestra muy orgulloso de cuidar a sus nietos, «que nos quieren muchísimo».

Carmen Gómez: «Cuidamos de nuestras nietas porque queremos hacerlo»

«Tengo tres nietas y una cuarta postiza a las que suelo cuidar», relata Carmen Gómez (63 años), que reconoce que cuenta con la ayuda de su marido, José Muñoz (69 años). Él, según explica Carmen, se encarga de recoger a las niñas del colegio, mientras ella se queda en casa preparando la comida. Ninguna de sus tres nietas han ido a la guardería, «yo me he quedado con ellas porque sus madres trabajan». Indica, además, que estos centros son muy caros, a lo que se une que una de sus nietas fue prematura y los pediatras aconsejaron que no fuese a la guardería.

En estos momentos a la nieta que cuidan todos los días es a la mayor, que tiene ocho años, «porque su madre trabaja en el comercio por la tarde». Además, según explica, solo tiene media jornada, por lo que no dispone de un sueldo que le permita pagar a una canguro.

A las otras dos nietas ya prácticamente no las tiene porque su hija pequeña tiene turno de mañana y se puede quedar con ellas por la tarde. A pesar de contar con la obligación de quedarse con sus nietas, afirma que se siente a gusto con este cometido: «Lo hago porque quiero y porque me necesitan».

Chari García: «Estoy disfrutando como no lo pude hacer con mis hijos»

Chari García (68 años) tiene cinco nietos a los que solo cuida cuando sus hijos tienen algún problema de salud o algún imprevisto en el trabajo. Asegura que le gusta que le dejen a sus nietos a su cargo: «Disfruto con ellos como no lo pude hacer con mis hijos porque estaba trabajando y entonces era mi madre la que les cuidaba». Admite que con su edad hay veces que por la noche termina rendida, pero reitera que le encanta. Su nieto mayor tiene 12 años y la más pequeña nueve meses, a esta y a su hermana de un año son a las que está cuidando en estos momentos, «porque mi yerno está enfermo y mi hija sale muy tarde de trabajar». Estas dos pequeñas, dice encantada, «se vuelven locas conmigo, demuestran que me quieren mucho, y eso a mi me encanta».

Chari asegura que todos sus nietos han ido o van a la guardería, con lo cual la carga de trabajo es más liviana, además afirma con rotundidad que sus hijos solo le dejan a los pequeños cuando es imprescindible. «Yo les cuido cuando hace falta y lo hago con mucho gusto», sentencia