Unos mecenas llamados pacientes

Un grupo de investigadores del Cabimer halla vías para el tratamiento de la diabetes tipo 1 gracias a la financiación aportada por asociaciones de afectados

Iñaki Alonso @alonsopons /
20 jul 2017 / 09:02 h - Actualizado: 20 jul 2017 / 09:03 h.
"Salud","Investigación"
  • El investigador Benoit Gauthier –en primer plano– con su equipo en el centro Cabimer de la Cartuja. / Pons
    El investigador Benoit Gauthier –en primer plano– con su equipo en el centro Cabimer de la Cartuja. / Pons

El sueño de la curación de la diabetes tipo 1 avanza a pequeños pasos gracias a la voluntad y la aportación económica de las familias afectadas. Un grupo de investigadores del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), dependiente de la Fundación Progreso y Salud, ha recibido 25.000 euros de un mecenas especial: la asociación Diabetes Cero, un colectivo de padres y madres de niños de diabetes tipo 1 y adultos que también padecen esta patología. Gracias a su aportación, este grupo, liderado por Benoit Gauthier, dará continuidad a una línea de investigación que iniciara hace un lustro y que, de momento, le ha permitido comprobar los beneficios de una molécula (BL001) en animales, en concreto, ratones diabéticos.

La molécula en cuestión propicia la conversión de las células alfa, productoras de la hormona que eleva la glucosa en sangre y favorece la hiperglucemia a células beta pancreáticas, encargadas de sintetizar y segregar insulina. Pero también favorece la capacidad de células del sistema inmunitario evitando que el sistema inmunológico destruya células beta, que es lo que sucede en el organismo cuando se padece diabetes tipo 1. Lo curioso de estas conclusiones es que llegaron de la misma forma que ahora pueden seguir avanzando. En 2013, este proyecto de investigación logró financiación de la principal fundación privada norteamericana de lucha contra esta patología, cuya única forma viable, de momento, de frenar su avance –nada de curación o contrarrestar– es suministrar insulina al cuerpo. La Juvenile Diabetes Research Foundation (JDRF) concedió al trabajo 500.000 dólares para tres años de investigación. La inversión de estos pacientes tuvo recompensa. Aunque los datos concretos se publicarán próximamente en la revista especializada Nature, el trabajo constata que «baja drásticamente» la incidencia de la diabetes tipo 1 en estos modelos animales.

Gauthier recordó, al respecto que, además de existir pocos grupos que trabajen a fondo en España sobre este tipo de diabetes se suma que la línea emprendida es única por «su acción simultánea». «O se frenaba el sistema inmune o se intentaba regenerar las células beta», aclara. El siguiente paso –y al que se destinará la donación y se pretende que también otra de la JDRF a la que están concurriendo– estará centrado en describir cuáles son los mecanismos de acción de la citada molécula. La razón la detalla José Manuel Mellado, otro de los investigadores: de cara a que, en un futuro, se pueda utilizar esta molécula como medicamento «hay que tenerlo todo muy estudiado y ver su potencial y todos sus efectos».

Pero para llegar a ese punto, todavía quedan mucho por investigar. De eso son conscientes hasta en la asociación Diabetes Cero, que se mueve con los pies en el suelo: «Aunque supone un avance increíble, todavía queda mucho, pues no solo hay que comprobar los resultados en humanos sino que hay que encontrar el fármaco que realice la función que se ha descubierto bioquímicamente», aseguran.