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Operarios trabajando esta semana en la limpieza de la muralla. / Manuel Gómez
Un par de meses después de lo anunciado, el Ayuntamiento de Sevilla ha iniciado las tareas de limpieza y mantenimiento de la muralla de la Macarena. En concreto, ha sido esta semana cuando varios operarios han comenzado los trabajos de rehabilitación de este lienzo almohade, después de que varias asociaciones vecinales y culturales hayan reclamado la intervención de este monumento, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en enero de 1908 y sobre el que no se realizaba ninguna actuación desde hace casi una década.
La intervención se ha iniciado por el tramo más cercano a la Puerta de Córdoba, donde ya se puede apreciar como los operarios han retirado la abundante vegetación que llevaba años adosada a la parte interior de la muralla. Se trata solo del comienzo de unos trabajos, adjudicados por 16.284 euros a la entidad Dédalo Bienes Culturales S.L. –empresa especializada en restauración de bienes patrimoniales–, que continuarán durante los próximos días por el resto del lienzo hasta llegar al Arco de la Macarena.
Según el informe previo que realizó la Gerencia de Urbanismo, la presencia de diferentes tipos de plantas no solo estaba acelerando el deterioro sino que también había provocado la aparición de una serie de fisuras y grietas que multiplicaban el riesgo de desprendimiento hacia la vía pública. A todo ello se sumaba la más que patente suciedad generalizada y la presencia de una colonia de vencejos que, aprovechaba la falta de mortero de algunos de los tramos, para anidar en el monumento.
Además, se daba cuenta de la delicada situación en la que se encuentran las almenas más cercanas al Arco de la Macarena, donde la afección de la vegetación ha sido aún mayor. Un hecho que está generando la rotura de los morteros y la argamasa ante la fragilidad de los materiales de construcción: tierra, cal y guijarros. Por ello, buena parte de estos trabajos se centrarán en los próximos días en el tramo comprendido entre la Torre Blanca, ubicada junto al primero de los postiguillos de la muralla, y la propia puerta de la Macarena, zona que sólo fue intervenida levemente en la última rehabilitación municipal.
Para evitar todas esta patologías, y con el informe favorable por parte de la Comisión de Patrimonio al tratarse de un BIC, los operarios de esta empresa especializada han iniciado la aplicación de un tratamiento que eliminará los elementos adheridos al lienzo. Asimismo, se está retirando toda la vegetación desde sus raíces para, posteriormente, coser las fracturas y fragmentos que tenían riesgo de desprendimiento.
Una década después
La últimos trabajos de limpieza de la cara interior de la muralla de la Macarena se desarrollaron en el año 2007, durante el mandato del alcalde socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Para ellos, Urbanismo contó con un presupuesto superior a los 1,3 millones de euros, de los que la mayor parte se invirtió en el tramo comprendido entre la Puerta de Córdoba y el pequeño arco situado frente a la calle Sánchez Perrier, el más deteriorado de todos.
La rehabilitación de 2007 supuso la intervención de arqueólogos y obreros, que realizaron tareas de excavación en toda la barbacana con objeto de convertirla en un paseo. Además, se limpiaron y repellaron los muros y se dotó al espacio de un sistema de iluminación artística. Por último, el Ayuntamiento optó por la ampliación de los acerados interiores de la muralla, eliminando los aparcamientos de la calle Macarena. En aquel año también se intervino, aunque con menos detalle, el tramo restante hasta el Arco, que ya había sido objeto de una limpieza entre los años 1984 y 1988.