Urbanismo se plantea peatonalizar del Duque a las Setas

Hace poco más de un año, el Día del Libro sirvió de pretexto para cerrar al tráfico, durante cuatro horas, el eje comprendido entre la Plaza del Duque y la Encarnación –calles Martín Villa y Laraña–. Una restricción que también se aplicó con motivo de la fase dos del plan de Navidad ante las numerosas aglomeraciones. Pero ¿y si este tramo fuera peatonal los 365 días al año? El delegado de Hábitat Urbano, Turismo y Cultura, Antonio Muñoz, lanzó esta reflexión en voz alta y hasta eclipsó el debate, abierto justo antes por Ciudadanos, para «recuperar» la plaza del Duque, al principio, a costa de los vendedores ambulantes –con los que, al final, con las enmiendas presentadas se negociará su ubicación–.

Muñoz aprovechó el debate para señalar que la Gerencia de Urbanismo trabaja desde hace meses en un proyecto de «reordenación» de la plaza del Duque que sirva para ganar espacio al peatón, donde se contempla algunas de las opciones ya presentadas en el debate plenario como una plataforma única, la ampliación del acerado o ver cómo actuar sobre los cuatro carriles destinados para taxis. «Pero si hay algo que sobra son coches», repitió hasta en dos ocasiones el delegado de Hábitat Urbano, que definió El Duque y su entorno como «nuestra Puerta del Sol» por el importante flujo de gente que pasa. Pero invitó a ir más allá con una pregunta al aire: «¿Por qué no peatonalizar la calle Laraña?», indicó, no sin antes aclarar que supondría una «mejora radical» en el tramo entre las Setas de la Encarnación y El Duque. Muñoz. Defendió que «merece la pena repensar» esta zona céntrica y, al respecto, aunque todavía es una propuesta en fase de borrador –y por tanto, verde–, ya avisó a los grupos para que, si se da el paso, sean «valientes» y no ocurra como en otras apuestas favorables al peatón que se han encontrado con cierta oposición, como en la eliminación de veladores en el entorno de La Campana.

El debate lo dejó sobre la mesa con el viento a favor, es decir, con un acuerdo entre los cinco grupos para recuperar la plaza del Duque. La pipa de la paz se firmó con la apertura de un «cauce de diálogo» con este medio centenar de vendedores de este mercado de artesanía «en cuanto a su ubicación». Y es que, precisamente, estos comerciantes ya se habían levantado en armas ante la moción inicial de Cs.

Al final, todos llegaron al pacto de solicitar un estudio y las obras de reurbanización necesarias «para garantizar la accesibilidad universal, primando la seguridad y la prioridad peatonal en su convivencia con el transporte público». El portavoz de la formación naranja combinó en su explicación la «saturación del tráfico» en horario comercial, el peligro de los viandantes, que a veces tienen que ocupar la calzada, y la «ocultación» de la estatua en honor a Velázquez.

Tanto Participa como IU coincidieron –como en casi todo el pleno– en afirmar que el problema del Duque no está en los vendedores que llevan décadas asentados allí, sino por el «tráfico rodado», ya no solo por el vehículo privado sino por los autobuses, que tienen en este enclave toda una estación.