«Vamos a tener que llamar a diario al 010 para quejarnos»

Tiene sólo once años y ha pasado la mitad de ellos entre escritos de denuncias y quejas por los progresivos desperfectos que se han ido produciendo en el acerado público que rodea los bloques de pisos. Hundimientos de hasta 25 centímetros, levantamientos del suelo, losas rotas o que faltan... caminar por estas calles de Jardines de Hércules se ha convertido en un deporte de riesgo. No apto para personas con movilidad reducida. «Esto es de vergüenza. Ya no sabemos dónde acudir. Vamos a tener que llamar todos los días al teléfono 010 para quejarnos», explican desesperados los casi 2.000 sevillanos afectados por este problema de mantenimiento de la vía pública.

Los administradores de la Comunidad de Propietarios Jardines de Hércules 2ª y 3ª Fase vienen denunciando «el estado tan lamentable» en el que se encuentran las aceras por las que a diario transitan –«más bien tratan de transitar», a tenor del relato vecinal– carritos de bebé, niños y personas mayores con problemas de movilidad. Para muchos estos primeros metros fuera de casa se convierten en «una gymkana» en la que hay que sortear todo tipo de desniveles, y no siempre de manera favorable. «Hemos tenido conocimiento de más de una caída de peatones. Siempre le decimos que lo denuncien para que quede constancia de los problemas que está causando en el barrio», indica uno de los vecinos que representa el enfado de las dos fases afectadas de Jardines de Hércules.

Los desperfectos se concentran en las calles que rodean las comunidades 2ª y 3ª: Perséfone, Zeus, Selene, Hermes o Poseidón. De todas ellas, el punto que está en peor estado es la calle Ares, en la 3ª Fase. «El hundimiento del firme es bestial, con separación de dos cuartos de mano con las fachadas de los bloques en una longitud de 10 metros», insisten los residentes mientras muestran las fotos que confirman el relato y su creciente preocupación. Si bien este mal no afecta de momento a la estructura interna de los edificios, sí está haciendo a la convivencia a través de la separación del acerado y la base de los inmuebles. En especial, en el interior de los aparcamientos subterráneos de 580 plazas. «En invierno se filtra el agua de lluvia y termina inundando el garaje. Ahora, en verano, tenemos ratas como conejos. Se están colando aquí pero, como no se remedie, en nada las tenemos metidas dentro de los pisos. Ya no es solo un problema de seguridad sino de salubridad».

Sin embargo, lamentan que la administración local no termina de actuar. Cuentan que desde 2015 han enviado varios escritos describiendo su situación a la Gerencia de Urbanismo, el distrito [Bellavista-La Palmera] y Movilidad. Todas estas quejas solo han tenido como respuesta el encuentro con la directora del distrito el pasado mes de febrero como alternativa a la reunión con el delegado que habían estado esperando durante dos meses. «Vino y estuvo viendo las aceras. Nos explicó gráficamente que le indicaban que al levantarse por el borde no había una peligrosidad para el ciudadano, y que el Ayuntamiento no disponía de dinero». El argumento cabreó aún más al vecindario que apunta que sólo la 3ª Fase paga «más de 15.000 euros» al años al Consistorio en concepto de entrada y salida de vehículos: «No lo entendemos. Cada vez que avisamos de losas rotas, no vienen. Cuando el mantenimiento es su obligación». Critican además que desde el gobierno municipal se le haya llegado a insinuar que reclamen a la promotora de los bloques de pisos (Arenal Sur 21) en calidad de desperfectos de construcción dentro de la reurbanización de las calles: «Si es así, por qué no lo hizo el propio Ayuntamiento antes de recepcionar la barriada. Al recepcionarlo todo, la responsabilidad es ya del propio Ayuntamiento», aclaran.

Los vecinos aseguran que las últimas noticias que le llegan es que «quieren arreglarlo» pero... «¿cuándo?» Temen que pase como con el arbolado, que lleva «años» sin podar. «No lo entendemos: pagamos nuestros impuestos (IBI, entrada y salida de vehículos, basura...) y aquí no se invierte ni un euro».