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Imagen de una calle del entorno del albergue de la Macarena. / El Correo
Los vecinos de la Macarena han acordado romper relaciones con el Ayuntamiento de Sevilla al sentirse «engañados» y «traicionados» en cuanto al conflicto de convivencia que se ha generado con los indigentes. Aseguran que el Consistorio les ha trasladado que no estudiará ninguna reubicación de los albergues y centros sociales de la zona como habían solicitado y, como subrayan, «se había comprometido el alcalde Juan Espadas» en una visita al barrio hace solo dos semanas. De hecho, Espadas volvió a incidir ayer en los cambios previstos para este «modelo antiguo de concentración» de recursos asistenciales en la Macarena. «Estamos planificando ya la redistribución de recursos», defendió en una entrevista a los micrófonos de Onda Cero.
La Asociación Vecinal Macarena ha explicado en un comunicado que no acudirá más a la comisión de trabajo creada para solucionar los problemas acaecidos ante «la alarmante saturación» de plazas de pernoctación para personas sin hogar en los centros sociales ubicados en la zona de la Macarena. Hasta la fecha se han sucedido dos reuniones.
En la primera le dieron directrices a los residentes para conseguir «una mayor fluidez en la comunicación» con los servicios públicos y policiales. «Se siguieron todas las pautas, llegando a tener una eficiencia del 80% en limpieza, 30% en actuación policial y 70% en emergencias». En el segundo encuentro, cuentan que se hizo entrega de «una profusa información» recabada por los propios vecinos y en la que se describía «pormenorizadamente todos los problemas y zonas conflictivas del barrio, tanto en limpieza como en venta de drogas y alcohol».
«Toda esta labor está siendo completamente infructuosa», manifiesta la entidad que resalta que el Ayuntamiento le ha comunicado de «forma tajante y poco ortodoxa», que no habrá redistribución de las plazas de albergue «ni a corto, ni a medio ni a largo plazo». La asociación vecinal considera que esta postura contradice las palabras del propio alcalde que les había manifestado su compromiso de estudiar la reorganización del modelo.
El escrito vecinal apunta además que la propuesta de redistribución de plazas contó con «el respaldo unánime de los vecinos y comerciantes afectados, e incluso reconocido por los servicios sociales y por el propio ayuntamiento». En este sentido, critica que la directora general de Acción Social «siga culpabilizando a los vecinos de no respetar los derechos y de ser insolidarios»; cuando, por el contrario, explican que «se vulnera claramente» sus derechos «a tener un barrio digno». Por todo ello, los vecinos han decidido dejar de asistir a la comisión de trabajo «hasta que de forma pública y clara se informe a los vecinos de cuál es la propuesta del Ayuntamiento para solucionar el gravísimo problema de convivencia e incivismo que afecta a la Macarena».
A este respecto, el Ayuntamiento remitió por la tarde una nota de prensa en la que afirmaba que el gobierno de esta ciudad «trabaja en una redistribución y reorganización de los servicios de atención a personas sin hogar desde la seriedad, el rigor y la transparencia». A través del delegado municipal de Bienestar Social y Empleo, Juan Manuel Flores, defendió el trabajo que se está realizando en esta zona de la Macarena en respuesta a la demanda de vecinos y comerciantes. «Es un trabajo lento y la atención social siempre tiene que estar garantizada. No vamos a cerrar un albergue o un comedor social de una entidad religiosa sin que esté ya en marcha una alternativa real», aseveró Flores.