Sin tirolina, sin aspas en el helicóptero, con grafitis por todos lados, mesas quemadas y otras atadas con bridas... Es el estado de «abandono» que presenta el parque infantil Vega de Triana, una zona de recreo familiar que, como aseguran usuarios y vecinos del viejo arrabal, sufre las consecuencias directas de la botellona y la falta de vigilancia. «Es una pena. Llevar a los niños al parque y comprobar que los juegos están hechos polvo con el poco tiempo que tiene todo. Lo peor es que no se tiene en cuenta la seguridad de nuestros hijos».
Poco queda de aquel parque infantil instalado hace poco menos de un lustro en esta zona recuperada de la Vega de Triana. Quienes cada fin de semana acuden en familia o con amigos para pasar un rato de ocio y festejar un cumpleaños u otra celebración están siendo testigos directos del «deterioro galopante» de estas instalaciones destinadas a los más pequeños de casa. «La tirolina, que es la pieza central, lleva rota un montón de tiempo. Faltan juegos como se deduce de los huecos que hay en el suelo, piezas como las hélices del helicóptero...», describen los padres de los niños que suelen hacer uso de esta zona.
De igual manera, otros usuarios han constatado la falta de mantenimiento que menoscaba también el merendero. «Hay mesas que están quemadas y otras que están cogidas con bridas... Es lamentable todo», explican otros residentes de Triana, que apuntan algunos de los factores que han acelerado este deterioro en los últimos meses. «Es una zona con poca vigilancia. Más bien escondida. Propicia para el vandalismo y demás. A veces se ponen a hacer botellona, e incluso hogueras».
Ello contrasta con el uso familiar que tiene este parque. «La gente va con sus sillas de playa y neveras a echar el día. Andando desde la Ronda de los Tejares; o bien en coche, aunque el acceso es algo complicado, pero bueno. Sobre todo, es un parque de fin de semana». Y así quiere seguir siéndolo, según los propios usuarios y vecinos, que reclaman la reparación de los desperfectos y, sobre todo, «más atención».
Recuerdan además que los niños de la zona disponen de pocas alternativas si no es la Vega de Triana. «Lo más cercano es el Turruñuelo, pero ese también está dejado. Lo arreglaron un poco con el tema de la rotulación de Marife de Triana, pero ya está de nuevo igual: indigentes bebiendo cervezas, lavando la ropa y hasta bañándose en la fuente...»
Por todo ello, los usuarios y vecinos de la Vega de Triana exigen al gobierno de esta ciudad que «no deje morir» este parque infantil. «Nos costó mucho tiempo y dinero ponerlo en uso para la ciudadanía. Ahora no puede ser que en apenas unos años, se haya dejado a su suerte, sin tener presente a las familias de esta zona de Triana», concluyen.