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Un cartel en la cancela anuncia la concentración de la semana pasada. / J. B.
«La Junta está derivando su responsabilidad a la dirección de los centros educativos y a las familias». «Sin colegio, ¿dónde llevo a los niños? Tenemos que trabajar». Frases como éstas se repetían ayer a las puertas de los centros educativos. Padres, madres, profesores y directores respondían así a la decisión de la Consejería de Educación de la Junta de considerar «justificada» la falta de asistencia del alumnado durante los días que restan del curso, siempre que haya sido comunicada por la familia, por las altas temperaturas que se registran. Pero el dejar a los niños en casa para evitar el calor y la vida laboral de padres y madres no concilian bien, «sobre todo cuando una medida como ésta te la dicen de la noche a la mañana», comenta Juan Miguel Garrido, presidente del Ampa del CEIP Joaquín Turina de Sevilla.
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Esta asociación de madres y padres de alumnos es una de las casi 150 de Sevilla que han puesto en marcha la campaña Escuela de Calor para reivindicar un plan de climatización de las aulas «con presupuesto y plazos». De ellos no partió la idea de suspender antes de tiempo las clases, aunque la Junta ha flexibilizado los horarios a petición, según dijo, de la Confederación Andaluza de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Confedampa). De hecho, poca repercusión ha tenido la medida en el primer día, aunque se espera que tenga más hoy o mañana «si los padres encuentran dónde dejar o con quién dejar a sus hijos».
Garrido asegura que ante esta medida «rápida e imprevista», faltaron a clase entre seis y siete alumnos por clase. «Es una medida sin pensar, un dislate sin contar con la opinión ni de Ampas ni de directores. La Junta deriva su responsabilidad a la dirección de los centros y a las familias, pero hay que conciliar la vida laboral y familiar y los colegios no tienen recursos para que los niños no pasen calor. ¿Cómo lo hacen? Poniéndolos en los pasillos. Estamos en el sur de Europa, estas temperaturas son cada vez más habituales en Sevilla y no es cierto que el calor dura dos meses», alega.
Un 16% se queda en casa
En la misma línea, desde la dirección del CEP Cruz del Campo se informó de que unos 25 niños, una sexta parte del total, faltaron a clase o salieron antes para evitar el calor: entre siete y ocho no asistieron y unos 17 se fueron en el horario del recreo a petición familiar. «Y más padres nos han avisado de que mañana no traerán a sus hijos», indicó el director. «La Junta lo que hace es lavarse las manos por si pasa algo, achaca la responsabilidad a las familias por llevarlos y al centro por no organizarse bien y no flexibilizar los horarios», señaló tras apuntar que el edificio se recalienta y es «un horno» nada más entrar a primera hora de la mañana.
El próximo día 26 las Ampas de la campaña Escuela de Calor se reunirán con los grupos parlamentarios para mostrarles sus reivindicaciones y, ayer, la coordinadora de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, aseguró que la autorización de la Consejería para que los padres puedan no llevar a sus hijos al colegio es algo «vergonzoso» y evidencia «la manía del Gobierno andaluz de evitar los problemas por la vía de dejar que pasen y no afrontarlos en ningún momento».