«Ya gané antes a las encuestas, ahora, lo volveré a hacer»

Zoido carga contra la herencia recibida y el «bloqueo» de la Junta de Andalucía, al tiempo que mantiene su descrédito hacia las encuestas. Plantea un modelo de ciudad continuista, con un alcalde capaz de arreglar con «soluciones» los errores del pasado

21 may 2015 / 21:02 h - Actualizado: 22 may 2015 / 17:56 h.
"Ayuntamiento de Sevilla","Elecciones Municipales 2015","Juan Ignacio Zoido"
  • Zoido tiene claro que «la decisión del alcalde la toman los sevillanos. La lista más votada debe ser la que gobierne en el Ayuntamiento de Sevilla». / Rodríguez Aparicio
    Zoido tiene claro que «la decisión del alcalde la toman los sevillanos. La lista más votada debe ser la que gobierne en el Ayuntamiento de Sevilla». / Rodríguez Aparicio
  • «Ya gané antes a las encuestas, ahora, lo volveré a hacer»
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  • El alcalde de Sevilla posa en el interior del Cortijo de la Gota de Leche después de la entrevista que se realizó en la hemeroteca de El Correo de Andalucía. / Rodríguez Aparicio
    El alcalde de Sevilla posa en el interior del Cortijo de la Gota de Leche después de la entrevista que se realizó en la hemeroteca de El Correo de Andalucía. / Rodríguez Aparicio

La lasitud no le come ni un milímetro. Siquiera cuando se pone el sol de una campaña que hubiera sido extenuante para un mortal al uso. Despachada a suela y saliva. Es su tercera refriega municipal y Juan Ignacio Zoido Álvarez (Montellano, Sevilla 1957) tiene ocho años más, pero mantiene intacto ese punto de jovialidad contagiosa. Llega a toda prisa desde el Parque de María Luisa y pone rumbo a un almuerzo convertido en acto, menudo marrón, antes de compartir atril con nada menos que a Mariano Rajoy, en el mitin central de su campaña. Todo ello, a la moda tejana. ¿Cuál será el papel del Zoido en el western del 24M? Apuesta su rancho a que volverá a ser el sheriff.

—Si el 24M no alcanza la mayoría suficiente para gobernar, ¿que pasará el 13J, día de la toma de posesión?

—Lo que puede pasar es que tengamos esa mayoría suficiente. Y si no es así, Sevilla no puede ser moneda de cambio, ni de nada, ni de nadie.

—Es posible que el domingo ya tengamos claro quien será el alcalde, pero no quien es el presidente de la Junta

—Puede ser.

—Pero la decisión, ¿dónde debe tomarse?

—La del alcalde la toman los sevillanos. Y la lista más votada debe ser la que gobierne el Ayuntamiento de Sevilla. Flaco favor le hacemos a la democracia si los sevillanos se acuestan una noche pensando que ha ganado las elecciones determinada persona y después se sientan otros en un despacho, se distribuyen y reparten el poder y el alcalde es otro. Eso aleja a los ciudadanos de la política

—Dice por activa y por pasiva que no cree en las encuestas, pero todas coinciden, incluso la del CIS, que la cosa está que arde. Llega en situación de empate técnico con su rival, que ya lo fue hace cuatro años y al que entonces venció de forma abrumadora. ¿Eso es un fracaso?

—Hemos pasado momentos difíciles, y la situación no es la misma que hace cuatro años. Pero en primer lugar se van a elegir 31, no 33, son dos concejales menos. Y en segundo lugar les voy a recordar a todos los sevillanos que en 2007 me decían que yo no podía ganar las elecciones, y que no podría gobernar con el Partido Andalucista. Y gané las elecciones. Y en 2011, me decían que iba a ganar, pero no con mayoría. Y sacamos 20 concejales. Le gané a las encuestas en 2007 y en 2011, y aspiro, con modestia, a ganarlas el día 24.

—De las nueve elecciones municipales celebradas en Sevilla, el PP ha ganado cuatro, mientras que el PSOE tres. Sin embargo, en sus dos triunfos electorales, aunque sólo gobernara en el de 2011 con mayoría absoluta, se habló mucho de voto prestado. Quizás este concepto no esté del todo calibrado, ¿no?

—En 2011 la cifra de voto que se obtuvo es menor que los registros en otras elecciones, es indudable que hubo voto prestado. Es verdad que no es el mismo resultado en municipales que en autonómicas y generales.

—Sorprende en su programa la falta de alusiones a las grandes fiestas de la ciudad, Semana Santa y Feria. ¿Es por continuismo o son medidas que aún hay que decidir?

—Qué se va a decir de la Feria y la Semana Santa. Ha ocurrido un problema puntual en la Madrugá, pero eso no puede empañar la Semana Santa de Sevilla.

—Entonces, a su juicio ¿no hay nada que cambiar de Semana Santa ni Feria?

—Habrá que adaptar las necesidades, pero la Semana Santa y la Feria son lo que son desde hace decenas de años. Habrá que ajustar pero no cambiar el planteamiento de la fiesta, ni el funcionamiento global de la ciudad en esas fechas. Tiene que haber ajustes en la Feria, siempre se hacen, como en Semana Santa. Y en la Madrugá, como en algún otro día que haya que retocar, pero lo que hay que hacer es trabajar para que el resultado sea el ideal. No se van a revisar los conceptos básicos y fundamentales de la Semana Santa.

—Por cierto, su principal contrincante, Juan Espadas, habla de consultas populares, y la primera de ellas es sobre el comienzo de la Feria. ¿Le haría ascos a un comienzo adelantado?

—El sevillano no está ahora mismo para tener que empezar a hacer consultas sobre cuándo empieza la Feria. La Feria tiene marcados su comienzo y finalización. Si soy alcalde no voy a hacer planteamiento de este tipo, porque creo que está bien como está ahora mismo. Luego cada uno vive la Feria como quiere vivirla, y muchos son lo que aprovechan el fin de semana para disfrutar de la familia arreglando la caseta.

—Seguimos con Semana Santa. Sobre las hermandades. Se aprecia en los últimos meses una intención de implicar a las cofradías en la gestión de ciertos asuntos. Cesión de los baños árabes a Vera Cruz o en la cesión de un local, que al final no ha cuajado, a Pasión, para fines sociales. ¿Piensa desarrollar esta línea?

—He visto una oportunidad en las hermandades para atender muchas necesidades sociales que hay en Sevilla, y creo que las bolsas de caridad, la gestión de muchos economatos o museos, están añadiendo un valor a la ciudad. Quiero aprovechar esta organización de hermandades para aportar también un valor a la ciudad.

—Hablemos de empleo. Se sigue recordando esa frase que usted pronunció de querer ser «el alcalde del empleo», ¿cree usted que la gente sabe que el alcalde no puede crear empleo?

—La gente sabe que el alcalde no puede crear empleo. También es cierto que yo como alcalde estoy muy preocupado por los sevillanos que no pueden tener un empleo.

—¿Hablará de ello hoy con Rajoy?

—Sí. Lo he hablado con Rajoy, y me gustaría hablarlo con la Comunidad Autónoma, que son los que tienen las competencias en materia de formación, en las políticas activas. Y lo he echado de menos. Porque 26 escuelas taller que teníamos solicitadas no se han puestos en marcha en zonas deprimidas de la ciudad. Nos han dado la espalda. Pero estoy dispuesto a hablar de empleo con todos, pero sobre todo, lo que estoy dispuesto es a facilitarle a las empresas que puedan venir a Sevilla, transmitirle confianza y seguridad jurídica para que ellos puedan crear empleo. Y hemos frenado el paro en la ciudad y hay una tendencia de creación de empleo. Hemos sabido hacer las cosas. Y en esto es fundamental el cambio de modelo productivo. Tenemos que fortalecer el tejido industrial, y no solo en el sector aeronáutico.

—Entonces, cuando no se crea empleo, la competencia es de la Junta, y cuando sí, es del alcalde...

—Lo que digo es que hemos conseguido frenar el desempleo. Hemos...

—Se entiende que en cooperación con otras instituciones...

—Y con los sevillanos. Porque anteriormente, no sé si con unos o con otros, el desempleo no se frenó. Hemos heredado 40.000 desempleados del último periodo. Hemos frenado, en plural. Y la mejor forma que tiene un alcalde para frenarlo es creando oportunidad. En los últimos años se han creado 2.000 empresas. Y con multinacionales en Sevilla.

—Uno de los lugares donde se puede crear más empleo en Sevilla es la Cartuja, desde hace años abandonada. ¿No le da un poco de lástima la deplorable situación de la antigua Expo?

—Me he reunido con esos empresarios, no con frecuencia, sino habitualmente. Al final es una demostración de que tenemos que despejar el horizonte de Cartuja 93. El suelo es propiedad de la Comunidad Autónoma, y sin embargo, el estado de Cartuja nada tiene que ver puertas adentro de las empresas allí instaladas, que son líderes en muchos sectores. Quiero recuperar una normalidad en cuanto a ese ordenamiento. Yo le pido a la Junta que se tome en serio Cartuja 93, y que asuma, si ellos tienen la presidencia, y la lideren. Y si no, que hagan una cesión y el propio Ayuntamiento pueda participar de forma más directa en la gestión. Le vendría bien a los empresarios, daríamos mejor servicio que el que ahora se presta.

—Cuando habla de construir una Sevilla más industrial, ¿en qué tipo de industria está pensando?

—Hay una línea que desde el punto de vista tecnológico está creando puestos de trabajo muy cualificado, que es la aeronáutica. Se ha situado bien en Sevilla. Pero es indudable que tenemos que seguir con la industria tradicional, que da muchos puestos de trabajo. Y para eso es fundamental la Zona Franca. También hay que seguir avanzando en el turismo y los grandes eventos, y ahí está el proyecto de Sevilla Park, que yo confío que sirva para transformar una parte del puerto, dará un salto cualitativo a la ciudad. Sería el pabellón cubierto más grande de España, hecho con capital privado, y nos coloca en ese segmento de grandes ciudades con grandes espectáculos.

—Habría que procurar que no ocurriera como con la Torre Pelli, que a unas semanas de su puesta en marcha, no hay plan de movilidad

—Le puedo asegurar que al final resolveremos la situación del tráfico en la zona, porque tenemos expertos que están trabajando en ello.

—Pero, ¿hay plan más allá del puente?

—Se están estudiando las distintas modificaciones en cuanto al sentido de la marcha y los giros. Más que resolver estos problemas funcionales, me gustaría que hubiera conciencia y si se necesita un puente, como dicen los técnicos, pues que se haga. Además el puente estaba previsto, era una plataforma...

—Que era peatonal...

—Y para bicicletas. Y nosotros decimos: que se haga más ancho. Para peatones, ciclistas y coches. Para que puedan tener mejor salida y mejor gestión.

—Concretando, ¿cómo quedará el tráfico en Puerta Triana?

—La Torre Pelli tendrá resuelto su problema de movilidad. Pero sí es cierto que en algunos momentos nos piden antes que haya un plan de movilidad y la torre se construyó sin plan de movilidad, y lo que es más, sin ningún informe favorable de la Junta de Andalucía. Todos los informes de la Junta siguieron adelante por silencio administrativo. Esa es la manera de tratar la Junta un proyecto de esta envergadura en Sevilla. Es cierta la dejadez a la que tiene sometida la Junta a nuestra ciudad.

—Y la Zona Franca, ¿para cuándo?

—Después de los últimos requerimientos del Puerto, ya se está ultimando y se sacarán a concurso las obras inmediatamente. El año que viene será una realidad, cada empresa con su suelo asignado, que podrán ir levantando las instalaciones.

—¿Qué empresas han mostrado interés por estar en la Zona Franca?

—Hay siete que ya están instaladas, y luego hay grandes empresas que están muy interesadas, como Airbus o Renault, y otras compañías.

—¿Empresas de alto nivel?

—Sí. De altísimo nivel. Como las que se han nombrado.

—¿Y el dragado?

—Lo he repetido muchas veces. Sí, si es compatible la profundización, con salvaguardar las riberas, el entorno de Doñana y el estuario, y sin afectar a los regadíos. Profundización sí. Y hay que hacerlo ya.

—Y de los barcos, a los trenes. Zoido se sube ahora al tranvía. ¿En qué año llegará a Santa Justa?

—En los próximos años.

—¿En la próxima legislatura?

—Sí. Eso seguro. Porque hay algo fundamental. Tengo que cumplir una sentencia que me obliga a quitar las cocheras del lugar donde están, como consecuencia de que el anterior gobierno las pusiera allí, en el Prado de San Sebastián.

—¿Y no han recurrido esa sentencia?

—Cuando hemos visto los fundamentos... no se puede recurrir.

—Sin embargo sí han recurrido la del Metropol Parasol.

—En esa sí hay muchos fundamento.

—Pero la sentencia dice que hubo «voluntad clara de no cumplir el acuerdo».

—Se decía que el Ayuntamiento no había querido cumplir aquello que quería una de las partes. ¡Claro que no lo queríamos cumplir! Lo justificamos. No tenía sentido. Nos reclaman unas deudas que simplemente tenían la firma del anterior alcalde. Y no lo dimos por válido. Esas y otras razones. Pero se sigue negociando con ellos.

—¿Se podría llegar a un mal arreglo antes que a un buen pleito?

—Siempre en la salvaguarda de los intereses de Sevilla.

—En su programa habla de dotar a Lipasam de autoridad para el cumplimiento de la ordenanza de limpieza. ¿Esa dotación de autoridad implica funciones de policía?

—No. Las funciones de la policía no las puede ejercer nadie más.

—¿Entonces en qué consiste esa autoridad?

—Lipasam sí podrá hacer otro tipo de actividad fruto de las obligaciones que ellos tengan encomendadas.

—Para 2022 fecha en su programa una expo de turismo

—Una feria. La primera feria mundial del turismo. Es que no ha habido otra.

—¿Qué rango tendrá? ¿Será algo de gran magnitud?

—Es un tema que se ha venido trabajando en los últimos años por el equipo de turismo del Ayuntamiento, y es verdad que nosotros siempre hablamos que queremos organizar en Sevilla en 2022 esta primera feria, porque la ciudad reúne las características para poderlo hacer. Y además hay un acontecimiento histórico. En 2019 es el V Centenario de la salida de Magallanes en su vuelta al mundo, y en el 2022 se conmemora la vuelta, que ya la hizo ElCano. Pues en el 2019 queremos organizar una cumbre de jefes de estado, específica con esta gesta que descubrió el nuevo mundo. Y aprovechar para hacer en el 2022 la feria internacional de turismo, muy provechosa para la imagen. Y en materia de empleo.

—Desde septiembre se ha abierto un enfrentamiento entre vecinos y bares en algunas zonas de Sevilla. Las medidas adoptadas por el momento no han convencido ni a unos –que se quejan de que siguen sin poder dormir–, ni a otros –que aseguran que la presión policial les está pasando factura en sus negocios–. ¿Cómo piensa arreglar esto?

—En primer lugar, haciendo cumplir la normativa. Y en segundo, ya hice pública la necesidad de una mesa para la imagen de nuestra ciudad. Ha llegado el momento de cuidar estos detalles, ordenar la ciudad. Que la convivencia predomine y aprovecharé de esta conciliación que se está llevando a cabo desde los distritos para conseguir este equilibrio entre el derecho al descanso y el derecho al trabajo.

—¿Primarán los negocios o el descanso?

—Los dos se tienen que proteger. No entiendo que alguien pueda verse privado de su derecho al descanso, ni que se deje de tener actividad económica. Hoy hay medidas técnicas para preservar del ruido y unos horarios que cumplir.

—¿Qué ha hecho Málaga que nos falte a Sevilla para convertirse un referente tanto en lo cultural como, por ejemplo, en las empresas tecnológicas?

—Con todo el respeto a las empresas tecnológicas de Málaga, yo creo que en Sevilla tenemos más y mejores empresas de este tipo. Es verdad que Málaga ha tenido gobiernos serios en los últimos años que han apostado por desarrollar una Málaga cultural con espacios museísticos y han acertado. En otro tipo se ha perdido dinero en otros proyectos, pero es verdad que apostaron por esta línea y les ha ido bien.

—Para acabar. ¿Qué opina de la denuncia que el PSOE ha formulado sobre la presunta compra de votos en Torreblanca?

—No entiendo que se puedan comprar votos. Nunca lo he hecho, ni lo pienso hacer. No sé cómo hacerlo. Si todo eso se quiere a cambio de ayudas sociales, como he leído que se dice, he de decir que mientras he sido alcalde las ayudas sociales se han concedido mediante la instrucción de un expediente, con informes favorables de técnicos y sólo con la firma de los técnicos. A ver si cualquier persona que esté ahora mismo optando a puestos de responsabilidad puede decir que él ha hecho siempre igual, atendiendo las opiniones de los técnicos. Yo nunca he dado instrucción, ni indicaciones. El trabajo es de los servicios técnicos, que ha sido fenomenal.