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La dualidad de Sevilla

El visitante a nuestra ciudad se va a encontrar una ciudad partida en dos, geográfica y sentimentalmente, y ha sido así desde tiempos inmemoriales (Se incluye versión en inglés de la noticia)

09 feb 2018 / 21:28 h - Actualizado: 02 feb 2018 / 11:55 h.
"Turismo","Sevilla para los turistas / Seville for tourists"
  • Vista desde Torre Sevilla. / Antonio Delgado-Roig
    Vista desde Torre Sevilla. / Antonio Delgado-Roig

Si usted ya está en Sevilla de visita o va a venir próximamente, sepa que está o estará en una ciudad partida en dos, geográfica y sentimentalmente, desde tiempos inmemoriales. Y es que a lo largo de su historia y a través de sus tradiciones han surgido dicotomías que han dividido a nuestra hermosa ciudad en dos mitades.

Ya en los tiempos en los que Sevilla era parte del Imperio Romano, surgieron rivalidades en la ciudad. Antes de que el mismísimo Julio César ejerciera su poder en Roma, ocupó el cargo de cuestor (juez) en Hispalis (nombre de la Sevilla romana). Así, tuvo partidarios sobre todo al inicio del ejercicio de su cargo, beneficiados sin duda con sus decisiones. Pero posteriormente surgirían detractores de Julio César que apoyaban la causa de Pompeyo, otro general romano al que el primero derrotó en la importante batalla de Munda celebrada en la provincia de Sevilla. Julio César se vengó de los habitantes que apoyaban a Pompeyo sometiéndoles a una brutal represión, provocando quizás la relación más tensa que haya nunca habido entre un personaje histórico y nuestra ciudad.

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Sí, al inicio de este post ha leído que Sevilla está geográficamente dividida en dos mitades; más bien en dos ciudades, porque en Sevilla está Sevilla y está Triana. Este último es un barrio mítico situado en la margen derecha del Guadalquivir y cuya atmósfera despide un aroma especial, el de un barrio que ha permanecido por un tiempo aislado de la otra orilla, y del que se han nutrido tradiciones tan importantes como la cerámica o el flamenco. Si no, pregúntele a un trianero cuando cruza el puente en dirección al barrio del Arenal: ¿A dónde vas? Voy a Sevilla....

Por cierto, desde el Puente de Triana se puede ver una torre, recientemente construida junto al antiguo recinto de la Expo 92 y bautizada como el pintalabios por su particular forma. Esta torre, que en realidad se llama Torre Sevilla y que supera en altura a la Giralda, tiene ya detractores y opiniones favorables. Ya ha sucedido algo parecido con el Metro Parasol, también denominado como las Setas, qué si bien al principio de ser inaugurada no entraba bien por los ojos, una gran parte de los sevillanos hoy en día ya la aceptan (la vista desde arriba es magnífica).

Por otro lado, en la fiesta por antonomasia de la ciudad, la Semana Santa, también surgen rivalidades (amistosas para los verdaderos amantes de esta tradición). Por ejemplo, entre la Virgen de la Macarena y la Esperanza de Triana. Existe a veces una discusión acerca de cuál de las dos imágenes es la más bonita de Sevilla. O sobre qué dolorosa tiene un andar más espectacular en su camino a la Santa Catedral, para muchos sería la Trianera, como se conoce a la Esperanza de Triana. Otro punto de división es la discusión acerca de la difusión internacional de ambas; para los incondicionales de la Macarena, su veneración ha sobrepasado la de la Trianera, estando su imagen en el interior de casas de ciudades tan lejanas como Nueva York, Manila o Buenos Aires.

Y por supuesto en el toreo, tradición fuertemente impregnada en la cultura sevillana. Ha habido rivalidades y dualidades desde siempre, como por ejemplo entre Joselito el Gallo y Juan Belmonte. Una rivalidad que marcó un antes y un después en la manera de concebir la tauromaquia. Mientras que Joselito el Gallo aportaba un estilo clásico, Belmonte era un revolucionario del toreo que arrastraba en sus preferencias a la mitad de la población. Para los Gallistas, Joselito era más ligero, ágil y flexible, virtudes asociadas al clasicismo. En cambio, Belmonte era más lento, aunque fue esa quietud precisamente lo que realmente le concedió fama y numerosos seguidores, e incluso su sobrenombre de el Pasmo de Triana.

Y qué decir del fútbol, quizás hoy en día la dualidad más notoria en la ciudad. Ambos clubs son históricos, fundados al inicio del siglo XX. Y como no, existe una gran rivalidad entre ellos. Mientras que la mitad de los sevillanos apoyan al Sevilla FC, el equipo que juega sus partidos en el barrio de Nervión (estadio Ramón Sánchez Pizjuán), la otra mitad grita los goles del Real Betis Balompié en el estadio Benito Villamarín (Barrio de Heliópolis). Los días en los que se enfrentan los dos equipos la ciudad se divide completamente en dos, proporcionando para los seguidores del equipo perdedor una dura jornada al día siguiente.

En definitiva, mi objetivo es que durante sus visitas guiadas a Sevilla o por su cuenta a la ciudad, perciba alguna de estas sanas rivalidades y dualidades, lo cual sin duda le hará comprender de mejor manera la compleja personalidad de nuestra querida ciudad.


Versión en inglés

<span style=font-size:20px !important>The duality of Seville</span>


If you are already in Seville or coming soon (Seville walking tours), you must know that you're o you'll be in a city divided in two, both geographically and emotionally, from a long time ago.
Along its rich history and through its traditions, several dichotomies have been emerged, dividing our lovely city in two.

All probably began when Seville was a city belonging to the Roman Empire. Before commanding Rome, the famous Julius Cesar worked in Hispalis (the latin name of Seville) as a quaestor, a kind of judge. At the beginning of the exercise of his functions, Cesar had supporters who were, with no doubt, beneficiaries of his decisions. But afterwards, many detractors arose; they were people who supported Pompeius, another roman general defeated by Cesar at the important battle of Munda, celebrated no far from Seville. After this confrontation, Julius took revenge on this part of the population close to Pompeius, causing maybe the most uptight relationship between our city and an historical character.

You're right, you've read at the beginning that the city is geographically divided in two; it's most likely divided in two cities, because in Seville we have Seville and we also have Triana. This last place is a mythical quarter placed on the right riverbank of the Guadalquivir, with an special atmosphere after been isolated from the rest of the city for a long time, and related to important traditions as the flamenco music or the ceramic production. You can check its identity asking any of its neighbours crossing the bridge towards Arenal distric: where are you going? To Seville....

By the way, from the Triana bridge it's easy to see a high tower, recently built nearby the Expo 92 area. This tower is jokingly called the lipstick, due to its particular shape. It has already supporters and detractors, the latter upset because the symbol of the city, la Giralda, has been risen in height. Something similar had happened with the Metro Parasol, also named the Mushrooms; although its location and modern structure was difficult to take in at the beginning, nowadays has been accepted by many people (the view is awesome from the top).

On the other hand, Seville has also rivalries inside the Semana Santa (The Holy Week), its most traditional celebration (friendly rivalries for the true lovers of this tradition). For example, between two virgins: La Esperanza Macarena y la Esperanza de Triana. Sometimes, people argue about who of them is the most beautiful image; other times, about who's got the most spectacular walk going in procession to the Cathedral; for many people, la Trianera (a sweet name for La Esperanza de Triana) would be the winner. But according to their international broadcasting, la Macarena has overcome everyone, with her image decorating houses from far cities as New York, Buenos Aires or Manila.

And of course we have long-standing dualities at the bullfighting, a festivity strongly connected to the sevillian culture. One of the best known has been, at the beginning of the last century, the rivalry between Joselito el Gallo and Juan Belmonte, providing a before and an after in the way to understand this art. While Joselito had a classic style, almost perfect, Belmonte was a revolutionary of the bullfihgting, charming the half of the population. For Joselito supporters, he was smoother, more agile and flexible, with skills related to clasicism. In contrast, Belmonte was slower, but precisely was this feature which granted him the fame and numeorous supporters, even his nickname el Pasmo de Triana (he didn't move when the bull was coming).

And what to say about football, maybe nowadays the strongest duality in Seville. While half of the city cheers Sevilla FC, the team which plays in the Nervion quarter (Ramón Sánchez Pizjuán stadium), the other half shouts the goals of Real Betis Balompié at the Benito Villamarín stadium (Heliópolis quarter). The days when both teams face each other, the city is completely divided in two, giving to the loosers a hard day after the match.

To sum up, my aim is to achieve that you will perceive some of these rivalries and dualities, which surely will let you understand much better the complex personality of our marvellous city.