Sobredosis de aplicaciones (‘apps’)

19 mar 2018 / 20:56 h - Actualizado: 26 mar 2018 / 22:22 h.
"Laboratorio ciudadano"
  • Sobredosis de aplicaciones (‘apps’)

Las empresas, los medios de comunicación, las administraciones públicas... nos invitan a diario a descargarnos sus aplicaciones para que su relación con nosotros sea mejor y más eficaz. Pero lo que la gente quiere de verdad es que la tecnología le facilite la vida y no se la complique, obligándole a llenar su móvil de apps que le van a ocupar una buena parte de la memoria de su dispositivo.

En el caso de las administraciones públicas se ha consolidado la moda de presentar aplicaciones de dudosa utilidad por las limitadas prestaciones que ofrecen en la mayoría de los casos. En Sevilla, el Ayuntamiento presentó hace unos meses la app Tráfico Sevilla que permite conocer el grado de ocupación de una serie de aparcamientos subterráneos y acceder a las imágenes de las cámaras de control del tráfico.

Por su parte, AUSSA, la empresa municipal que gestiona la zona azul y unos cuantos aparcamientos subterráneos, promociona la aplicación Apparkya (http://www.aparcarsinparquimetro.com/rapidamente) que permite pagar con el móvil en sus plazas en superficie y en los subterráneos de su propiedad.

La app de AUSSA ofrece una prestación más universal y más útil. Desde el punto de vista del ciudadano se ha perdido una magnífica ocasión de coordinación en el seno del Municipio hispalense para ofrecer una aplicación que englobe más facilidades y agilice la movilidad urbana.

Lo que viene es que baste reconocer la matrícula a la entrada del aparcamiento para que al dueño del vehículo, previamente registrado, se le cargue en su cuenta al salir el importe de la estancia y se ahorre las molestias actuales del pago en efectivo o con tarjeta. En China, en el banco de pruebas de todas las tecnologías, se ha universalizado el reconocimiento facial de toda su población y ya están en condiciones de jubilar las tarjetas y los móviles como herramientas de pago porque pueden cruzar la identidad de cada habitante con su número de teléfono y su cuenta bancaria.