Sostenibilidad. Día Mundial del Reciclaje

La “generación silver”, la más comprometida con el reciclaje en España

Ocho de cada diez hogares afirman reciclar sus envases, aunque aún surgen dudas sobre qué debemos depositar en cada contenedor, sobre todo en el amarillo.

Sostenibilidad. Día Mundial del Reciclaje

Sostenibilidad. Día Mundial del Reciclaje

Cecilia Vega

En España cada vez reciclamos más y mejor. El hábito de separar nuestros residuos y depositarlos en los correspondientes cubos de reciclaje para darles una segunda vida ya forma parte de nuestra cotidianeidad. No de todas las personas, pero sí de una gran mayoría. Al menos así se desprende del último estudio de Kantar para Ecoembes, según el cual el 80,2% de los hogares afirma reciclar. Los españoles contamos con una media de tres cubos o bolsas para separar los residuos en nuestras casas, siendo el espacio para los envases el que tiene más presencia (solo por detrás del de los restos o “basura normal”).

Pero, ¿cómo son estos hogares “recicladores”? ¿Hay un perfil tipo? Según el citado estudio, son los mayores de 50 años, pertenecientes a la llamada “generación silver”, los que se encuentran en lo alto del podio. Es decir, estos ciudadanos, quienes hace 25 años vivieron la creación del sistema de recogida separada e incorporaron el hábito del reciclaje ya de adultos, resultan ser hoy los más comprometidos y quienes, a su vez, han inculcado la práctica en casa a sus hijos y nietos.

“No me sorprende, lo observo, que los mayores somos los más concienciados. Para que después digan que no estamos puestos al día”, nos dice Toñi Fernández. Esta vecina de Gijón de 56 años, que actualmente vive con sus dos perros, nos explica que comenzó a reciclar hace más de dos décadas en el negocio de hostelería familiar y que, poco a poco, fue trasladando el hábito a su hogar. “Yo tengo dos bolsas grandes en casa. En una van los restos que no reciclo y en la otra meto el vidrio, los envases y el papel y cartón. Después llevo esta bolsa hasta los contenedores de reciclaje que están en la calle, muy cerca de mi casa, y allí lo clasifico en el contendor verde, amarillo y azul, respectivamente”, detalla.

Reducir, reutilizar y reciclar

Método similar al de Toñi sigue Rodrigo Fernández, de 58 años y también vecino de Gijón, aunque en su casa hay que sumar una tercera bolsa, la destinada a residuos orgánicos, que van al contenedor marrón. Casado, padre de una hija y abuelo de dos nietos, domina a la perfección el sistema de clasificación de residuos y no duda al enumerar qué va a cada cubo, incluido el amarillo, destinado a los envases, que sigue siendo el que más dudas genera. Además, “si tenemos algún somier, pequeños electrodomésticos, libros, algo de ropa, cubertería, sartenes, juguetes… también lo reciclamos, llevándolo al punto limpio más próximo”, explica con soltura.

El tema de la economía circular le toca de cerca pues desde hace casi cuatro años trabaja precisamente recogiendo las donaciones que las personas dejan en los contenedores para ropa usada. “Valoro mucho dar una segunda oportunidad a lo que de otra manera sería simple desperdicio. Se ahorran materias primas, energía, agua, se contamina menos y, además, se generan nuevos puestos de trabajo”, explica. Y añade: “En nuestra casa, además de reciclar, también recurrimos a envases reutilizables, viajamos en transporte público y reducimos en lo posible el consumo de electricidad. Queremos dejar el planeta lo mejor posible para nuestros descendientes”.

En casa de Pilar Rodríguez, zamorana de 59 años que actualmente vive en Madrid con su marido y su perro, también reciclan y abogan por reducir al máximo su impacto ambiental. “Es increíble la cantidad de residuos que generamos. Hoy en día casi todo es de usar y tirar, muchas cosas vienen envasadas y que se puedan reutilizar estos envases gracias al reciclaje me parece fundamental. Es algo que debe inculcarse desde la infancia”, resalta. A veces se me escapa alguna cosa, pero en general reciclo el papel, el vidrio, los envases, las pilas, el aceite, la basura orgánica… y lo tiro en los cubos correspondientes o lo llevo a un punto limpio”, señala. Además, acorde a su modo de vida más sostenible, “hemos optado por no comer carne, intentamos comprar lo máximo posible a granel, recojo algún residuo si lo veo en la calle y evitamos el despilfarro de agua”, explica.

Desde Ecoembes, donde llevan 25 años educando a la ciudadanía en el hábito de reciclar, valoran mucho este esfuerzo. “Hoy en día, el reciclaje es la práctica ambiental más consolidada, pero somos conscientes de que con la “R” del reciclaje, sola, no basta. Queremos trabajar por un futuro sin residuos y eso pasa por impulsar la reducción, la reutilización y luchar contra el abandono de basuraleza además, por supuesto, de seguir reciclando más y mejor”, indica en este sentido Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.

Contenedores. El amarillo no es "el de plásticos"

En un 19,5% de los hogares recicladores españoles aún no se recicla siempre correctamente. El contenedor amarillo, mal llamado “el de plásticos”, es el que más dudas despierta. Aquí debemos arrojar los envases generados en los domicilios, es decir, envases de plástico (botellas de agua, de refresco, de suavizantes, bolsas de patatas fritas, envases de yogurt, bolsas de plástico, etc.), envases metálicos (como latas de refrescos, latas de conservas, tapas y tapones metálicos de frascos, etc.) y envases tipo brik (de leche, de zumo, de tomate frito, etc.). También en este cubo deben ir las bandejas y envoltorios de aluminio (algo que según el estudio de Kantar solo sabe el 82,1% de los hogares recicladores), las bandejas de corcho blanco (las tiran aquí un 71,6% de los hogares reclicladores) y los sprays y aerosoles (lo saben un 69,7%).

Además, un 56,2% cree, erróneamente, que los juguetes de plástico se tiran al contenedor amarillo cuando, en verdad, deben llevarse a un punto limpio junto a otros restos de plástico como puedan ser mangueras, cepillos de dientes, cubos, etc. 

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