Agoney: «Había visto vídeos en internet de ‘OT’, pero no sabía cómo era el formato»

No tiene miedo. Ni a decir que es gay, ni a cantar lo que le apetece cantar. Agoney entra en la industria discográfica por la puerta grande, haciendo de su tema, “Quizás”, una magnífica carta de presentación tras la que, estamos seguros, vendrán muchos más éxitos. Y es que el canario se ha convertido, en poco tiempo, en un referente y en alguien capaz de luchar hasta el final, sin ofender, por todo aquello en lo que cree.

-En relación a la música, como en lo demás, también eres bastante libre, has arrancado con un tema que no es el típico que se suele esperar...

-Todo el mundo se esperaba que saliese con reggaetón porque es lo que vende, pero no. Muchos creían que haría mis gorgoritos, pero tampoco. Nadie pensó que fuese a sacar una canción de corte ‘funky’. Hace muchos años descubrí un artista que se llama Jamiroquai, me encantó su música y, cuando me pasaron ‘Quizás’, nunca me planteé si iba a vender más o menos. Se lo propuse a la compañía, nadie me puso ninguna pega y siempre lo voy a agradecer porque eso no suele suceder.

-Además has tenido la buena acogida del público...

-Eso fue la sorpresa más grande que me llevé. No es un sonido que se escuche mucho en España y me sorprendí cuando a la media hora ya era ‘número uno’. Luego sigue teniendo repercusión. Es muy guay que se esté tan abierto a la música y a otros géneros.

-¿A ti te gustaría definirte por ese camino?

-No me gusta definirme, ni las etiquetas. Me gusta escuchar mi cuerpo, ver lo que siento y si pudieses escuchar las canciones que hay sobre la mesa para sacar dentro de poco, fliparías porque no tienen nada que ver la una con la otra. Son muy dispares tanto en la letra como en lo que transmiten. Es bonito que en un disco puedas pasearte por una montaña rusa de sentimientos y emociones que te transporten a otros lugares.

-Los que hoy día triunfan están, en muchas ocasiones, a medio camino entre el cantante y el personaje. Tu límite para permanecer ahí, ¿dónde se sitúa?

-A veces me dicen que debería plantearme más estas cosas, pero no lo hago. Me dejo llevar. Por ejemplo, esto de ir maquillado cuando canto no fue un planteamiento de marketing ni mucho menos sino una sesión de fotos que me hizo Errebeene, que es un ‘drag queen’, y al terminar sin maquillar hizo unas fotos para él pintándome los ojos. Me moló mucho y lo empecé a usar, pero no para llamar la atención ni mucho menos.

-Si te ofrecieran un “reality”, u otros programas, ¿los harías?

-Si me apetece sí, por supuesto. ‘Tu Cara Me Suena’, por ejemplo, es muy divertido. Salir a imitar a alguien caracterizado me pareció el momento perfecto para liberarme de muchos miedos e inseguridades.

-En Estados Unidos está triunfando un programa de RuPaul que es de ‘drag queens’... ¿Piensas que en España estamos preparados para aceptar a ese tipo de figuras?

-Yo no soy ni el primero ni el único. Miguel Bosé y Tino Casal ya se pintaban los ojos en una época que era más difícil aún. A mí no me causó ningún problema decir que era abiertamente homosexual y eso que me dijeron que el 90% de mi público iban a ser chicas adolescentes. Ellas siguen yendo a mis conciertos y al final lo que importa es disfrutar y que el público disfrute.

-¿Cuidas mucho tu voz?

-Hay otros con los que la voz llega a pasar a un segundo plano, pero no es mi caso. Mi repertorio es muy complicado y, por tanto, mi voz tiene que estar muy bien cuidada. Cuando voy a cantar, la gente no espera el baile, que lo hago también, o la ropa, que también la uso, esperan la voz. Por eso trato de descansar mucho, seguir entrenando, hago mucho deporte... Algunos grandes cantantes me llaman también echándome la bronca y diciéndome me han visto cansado en alguna entrevista...

-¿Cómo quién?

-Un grande, algún día lo contaré (risas).

-¿Quién es la voz de España para ti?

- Mónica Naranjo es la voz del mundo.

-¿Y te llama?

-No, pero ojalá lo hiciese (risas). He compartido momentos con ella muy especiales, porque me dio consejos muy bonitos. Me ayudó a cuidarme la voz y me mimó mucho.

-De lo que hemos visto, ¿cuánto ha sido de verdad y cuánto ha sido televisivo?

-Agoney ha sido al cien por cien, verdad. Lo que han hecho los demás no lo sé. De hecho, se ha visto que al principio estaba acojonado en la casa. Me acuerdo que el primer día no desayuné y Noemí se acercó a mí diciéndome que tenía que comer. Mi familia me comentó que la primera semana no me conocían...

-Pero tú sabías a lo que ibas...

-No, porque yo no conocía ‘Operación Triunfo’. Había visto videos en internet, pero no sabía cómo era el formato. Ricky si lo conocía muy bien y me apoyé en él para que me lo explicase. Era complicado estar allí y ver como se movían las cámaras, pero luego ya te olvidabas.

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