Charo Reina: «Quiero acercarme más al público gay»

La artista celebra sus treinta años en la profesión con el single ‘Loca, gamberra y canalla”, anticipo de lo que será su próximo disco, que saldrá al mercado el año que viene

26 oct 2018 / 08:33 h - Actualizado: 26 oct 2018 / 08:37 h.
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  • La artista Charo Reina. / El Correo
    La artista Charo Reina. / El Correo

A pesar de los obstáculos que le han puesto con el camino, ha conseguido ser un referente del mundo del espectáculo en España, cosechando numerosos triunfos tanto en la música, como en el cine o la televisión. Cargando con el peso que trae siempre un apellido simbólico -es, como todos sabemos, sobrina de Juana Reina-, amiga del colectivo gay y definiéndose como una artista más de escenario que de disco, Charo ha atravesado, recientemente, por el momento más difícil de su vida, la muerte de su madre, a la que asegura que sigue sintiendo cada noche.

-¿Qué supone para ti “Loca, gamberra y canalla”?

-Una vuelta de rosca más a mi carrera, que cumple treinta años. La primera vez que me pusieron a cantar yo tenía 28, la misma edad que cuando mi tía Juana me presentó a su público en el Teatro Maravillas, aquí en Sevilla. Tengo ahora 58, o sea, que son tres décadas justas en la música y creo que era el momento de hacer algo así de rompedor porque las aguas estancadas, se pudren.

-¿Has levantado el hacha de guerra?

-No, pero soy madura y estoy dura (risas). Quiero llegar a otro tipo de público, que lo canten y bailen todos, desde los chicos de 15 años hasta los de 80. El público de la copla se va limitando cada vez más y ésa es la cruda realidad, aunque nos duela.

-Se va limitando y también limita...

-Pero yo siempre he sido muy rebelde. En el teatro he hecho desde una comedia hasta un drama pasado por un musical de Broadway o, lo que voy a hacer ahora, un monólogo. No me gusta encasillarme. Decía Lola Flores que somos artistas y tenemos que estar abiertos a todo el arte y a cualquier estilo. Ella cantó hasta rap y fue una adelantada de su tiempo. Debemos asumir nuevos retos.

-Me han dicho que quieres acercarte mucho a los gays, aunque tú siempre has estado cerca del colectivo...

-Quiero acercarme más y, cuando escuchéis el álbum completo, lo entenderéis.

-¿Por qué?

-Va a haber cosas... Aparte de versiones más canallas como una versión de Paquita la del Barrio de ‘Tres veces te engañé,’ quiero corresponder a quienes siempre han estado tan volcados en mí.

-A pesar de las apariencias, eres también muy sensible...

-Suele pasarnos a la gente fuerte. Un pequeño desplante, una mirada cruzada... Lloro por lo más mínimo y todo me duele muchísimo, aunque después se me pase.

-Es como una contradicción porque parece puedes con todo y nadie se imagina que luego no puedes con tanto...

-Eso es humano y suele pasarles a las personas tan dispuestas de “no me da miedo y me voy a lanzar”. Pues yo, ahora, quiero lanzarme. De hecho, empiezo, en un diario de la Comunidad Valenciana, con una columna mensual. Siempre he escrito, aunque no lo haya hecho públicamente, y va a ser algo muy curioso de donde después se va a editar un libro muy especial.

-Llega tu single después de una de las experiencias más duras, como es perder a una madre...

-Me han escrito un tema precioso y, por supuesto, habrá un homenaje a mi madre y a todas las madres que se han ido, pero que tanto nos siguen cuidando.

-A veces, sobre todo con los padres, no somos conscientes de lo que tenemos hasta que no están...

-No saben lo que es perderlos. Las dos edades más sensibles del ser humano son la infancia y la vejez, pero en la infancia siempre se cuidan mucho los niños. A los mayores tendemos a descuidarlos y ellos tienen que seguir viviendo. Cuando mi madre cayó enferma decidí dejarlo todo, abandoné la promoción de un trabajo precioso que acababa de salir y muchos me dijeron que había perdido una oportunidad de oro, pero al final salí ganado porque le dedique 24 horas diarias, durante un año, a mi madre. Se quedó dormida cogida de mi mano y, para mí, eso es lo que más vale en el mundo [Se emociona]. No he perdido nada, porque el disco está ahí y lo seguiré cantando, pero nadie me quita el tiempo que pasé con mi madre. Ella para mí lo ha sido todo, mis pies, mis manos... Hace poco le decía a mi hermano: “No sé vivir sin ella”. Me está costando tanto... La extraño desde que me despierto, que quiero coger el teléfono para llamarla, hasta que me acuesto, que le quiero dar las “buenas noches” como hacía todos los días de mi vida. Y te voy a contar un secreto: mi madre se fue a las 4 y diez de la mañana, hace ya seis meses y medio, y desde entonces, de 4 a 4 y media de la mañana noto su mano en el hombro todas las noches y me despierta. Muchas veces pido a Dios que me deje verla y me la traiga un rato...

-Ella estaría orgullosa de ti, de tu camino... ¿Cómo han sido estos treinta años?

-De mucha lucha, porque las que tenemos un apellido ilustre en el mundo de la música tenemos que jugar con el hándicap de que, cada vez que salimos a un escenario o abrimos la boca, están ahí las comparaciones. Pero las he llevado con mucho orgullo, el tiempo que mi tía estuvo conmigo y trabajé con ella fue maravilloso. Luego mi carrera ha sido bonita, he conocido a mucha gente y he coincidido con muchísimas figuras. He estado tres años ininterrumpidos con Manolo Escobar como artista invitada y, a pesar de que él no me quería dejar escapar, me fui porque quería abrir otros caminos. Tengo los discos que he querido tener y he grabado cuando he querido grabar, aunque yo soy más de directo que de disco. Ha sido una trayectoria muy trabajada, a veces mal aconsejada en algunos aspectos, pero sin perder la vista del frente. Levantándome a pesar de las piedras puestas en el camino.

- ¿Tú tienes la espinita de que podías haber hecho más cosas?

- Por supuesto que siempre se puede hacer algo más, pero yo no me quejo nunca de las oportunidades que me han dado. Creo que la suerte no existe, lo que existe es el trabajo y la lucha diaria, el convencimiento de lo que haces y la satisfacción de lo que has hecho. Yo a todo el mundo que empieza le digo que esto es una carrera de fondo, que nunca se pongan metas porque siempre lo mejor está por llegar y, como decía mi tía Juana, sobre todo, hay que ser humilde porque las estrellas están en el cielo y una caída desde ahí, duele mucho. Esto no es algo de dos días y, por eso, me da mucho miedo cuando veo esos concursos de la tele donde en dos días te quieren hacer una estrella cuando lo único que hacen es crear juguetes rotos después.

- ¿Zancadillas te han puesto?

- Hombre claro, si yo te contara... Aunque todo el que pone una zancadilla, termina enredándose en su propia pierna y yo lo he comprobado. El tiempo pone a cada uno en su sitio.

- Otro single que en su momento fue definitivo también para ti es ‘La Tacones’.

- Yo aprendí a mover la cola de la bata en locales de transformistas. Me he tirado noches y noches viendo a los grandes artistas que, en la época, estaban aquí en Sevilla. Desde la Esmeralda, a Triana, Soraya o Pili Sevilla.

- Hay muchas mujeres que dicen: “yo en el fondo soy un gay”

- Yo tengo mucho de gay y, además, me lo dicen. No te digo la frase que me dicen porque no puedo. Admiraba tanto a estas artistas... qué artistas tan grandes, qué poco reconocidas y qué mal las han tratado en muchísimas ocasiones.

- Por eso quisiste dedicarles a todas ellas esta canción

- Ellas siempre han estado imitándonos a nosotros y dije que tenía que devolverles este favor tan grande.

- ¿Has sufrido mucho por amor?

- Cuando amas profundamente hay que saber soltar el lastre y yo lo hice. El amor de mi vida no ha sido ninguno de mis dos maridos, se llamaba Pablo y estuvimos 5 años juntos, pero lo dejé ir, lo solté por amor, porque él era mucho más joven que yo. Cuando estuve 39 días en la selva, tuve tiempo de pensar muchas cosas y decía: “Con lo lindo y lo bueno que es, soy un lastre para él. Cuando quiera tener hijos, no se los voy a poder dar, cuando siga siendo guapo y divino, yo estaré cada vez más caduca... a lo mejor es el momento de que vuele y busque mejores rumbos porque yo no lo voy a saber hacer feliz”.

- ¿Tú consideras que has tenido suerte en el amor?

- Sí. No en mis matrimonios porque, aunque el primero fue un gran hombre, el segundo fue una gran rata y pasé un verdadero martirio. Pero con Pablo fui muy feliz y me sentí muy amada.

- ¿Y a día de hoy?

- No, no, no. A día de hoy nada (risas). Mi puerta está cerrada y es muy difícil que la abra. Cuando llevas mucho tiempo sola te haces egoísta. Yo tengo una habitación de vestidor y ahí ya no cabe nada más, ni una camisa. Siempre quieren traer el cepillo de dientes y veo muy raro dos cepillos en un vaso. Aunque es verdad que eso es algo que llega de pronto y es un sentimiento que no se puede controlar. Pero procuraré que no pase porque estoy muy a gusto.

- Si hay una figura definitiva para que hoy te podamos disfrutar como cantante es Juanita Reina.

- Mi maestra, no solamente en la música sino en la vida. No había un ser más bueno que ella y ojalá algún día yo le llegue al tobillo, sobre todo, como persona. El próximo 19 de marzo hará 20 años que se fue y, ahora, la oigo y la veo con mucha alegría. Tengo fotos y recuerdos tan maravillosos de ella, pero nada comparable con los momentos vividos, con sus palabras, sus ratos de charla, sus besos, sus caricias, el hablarme con esa dulzura... Además, se asustaba de todo, me decía, por ejemplo: “Qué muchacho más guapo ese que has saludado... guapísimo, ¡un escándalo! ¿es mariquita?” (risas) Y yo le decía: “Sí, pero qué tiene que ver” y ella me respondía: “¡eso digo yo!” (risas)

- De todos los consejos que te dio cuál es el que más te ha calado.

- Que tuviera muy presente que, antes de artista, tenía que ser humilde, que no dejase de soñar y de volar, pero con los pies en el suelo. También que no intentase parecerme a ella, que tuviese personalidad y fuese yo misma.

- ¿Qué pensaría, hoy en día, al verte cantar ‘Loca, gamberra y canalla’?

- Le encantaría. Nadie sabe que mi tía era también un poco ‘canallita’, había que verla en ‘petit comité’.

- ¿Tú que eres más loca, gamberra o canalla?

- Las tres (risas) y hay veces que hasta las tres en exceso. Aunque sí que soy un poco más gamberra y canalla que loca.

- ¿Cuáles han sido tus últimas locura, gamberrada y canallada?

- He hecho muchas locuras por mis hijos. Terminar de comer en mi casa de Madrid, estar viendo la tele pensando que quería cenar con mis hijos y, aun sabiendo que al otro día tenía cosas que hacer, coger el coche, lanzarme a la carretera, cenar con ellos y volverme sin parar.

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