‘La Marioneta’: Sabores para enamorar todos los paladares

La ilusión es la base sobre la que se han construido los cimientos de la nueva Marioneta en la avenida de Kansas City, Edificio Gran Vía, local 27. Un proyecto que ha nacido para marcar la diferencia en Sevilla, uniendo tradición y cocina creativa. Surgió gracias a la insistencia de Pedro Jiménez, los preparativos de Olga Herrera y el aporte fundamental de José Carlos Fernández, quienes han creado un equipo, con David García en los fogones, donde la alegría se transmite en el ambiente pues, los pilares fundamentales del negocio son dos: la calidad del producto y el trato con los clientes. El sin fin de platos que componen la carta cambia según la temporada y la demanda de los comensales, desde arroces hasta guisos, pasando por el ‘Pulpo churruscado’ y, la receta “estrella”, el ‘Wok con lagartito’. Una explosiva combinación de sabores donde el buen precio es esencial. “No queremos que sea un restaurante caro. Queremos que sea bueno y bonito”, nos comentan los responsables. “Mejorar cada día” es el lema de futuro de este restaurante cuyos planes son ampliar aún más sus instalaciones y expandir sus tapas por todos los rincones de la ciudad. Con catas de vinos y quesos, espectáculos infantiles y actuaciones amenizan la estancia para que, quienes vayan, puedan comer divirtiéndose pues, en La Marioneta, “con la comida sí se juega”.

La cocina de La Marioneta se suma es una de las más destacadas de la provincia porque, además de combinar la creatividad con un precio económico, cuenta con un chef que apunta alto. Así, David García Serrano ha aprendido de los mejores cocineros de España y ahora está desarrollando su estilo propio. Con una carta de platos pensada desde hace años, al fin ha podido materializarla en este restaurante donde no hace dos platos iguales pues cambia la presentación según sus emociones y, eso sí, tiene la humildad como valor protagonista en su cocina, y en su vida.

-¿Cuáles son los sabores de La Marioneta?

-Estamos haciendo la comida de toda la vida llevándola al siguiente nivel. Se trata de una cocina creativa, evolutiva, pero sin perder los orígenes ni la esencia de lo que son las recetas andaluzas y sevillanas.

-Es algo muy innovador, ahora que está tan de moda la cocina creativa...

-Estamos pisando fuerte en ese sentido y estamos dando un toque muy creativo a la zona. Además, está muy de tendencia el tema de las espumas, las huevas de pez volador... Toda esa esencia es la que yo reflejo en los platos y, además, en mi cocina trasmito el cómo me siento, mis sentimientos.

-¿En qué te inspiras para crear?

-En Sevilla, en mi tierra, en un pensamiento feliz que me pase por la cabeza... Todo influye. También es muy importante el entorno de trabajo.

-¿Y cuál dirías que es la clave de la cocina de La Marioneta?

-El entusiasmo. Llevamos poquito abiertos y vamos avanzado. Cada día es una ilusión, una meta nueva y, todo eso, se construye aquí. Estamos teniendo muy buenas críticas y quiero avanzar, pero siempre con humildad, que es algo fundamental en este oficio.

-¿Cuál es el punto distintivo de estos platos?

-Que están hechos con pasión y ganas. A partir de ahí, todo fluye. Pero, sobre todo, pasión y más pasión.

-¿Cuál dirías que es el ‘plato estrella’ y cómo lo elaboras?

-El ‘Wok con lagartito’, sin duda. Se cortan los lagartitos de dos o tres pulgadas, se echan en una sartén especial para estas elaboraciones, se cortan pimientos y se le echa una salsa japonesa. Está muy bueno y lo piden mucho.

-¿Cómo de importante es cuidar la presentación?

-Es tan importante como la presencia de una persona limpia en cocina. Hay que poner actitud, ganas y esfuerzo, cuidando el mínimo detalle y bajo una ley: todos los elementos del plato deben tener un sentido. No se puede poner, por ejemplo, un tomate o una ensalada porque sí. Hay que darle al cliente una explicación del porqué ciertos productos están ahí y de eso se trata esta profesión. Si alguien me pide que salga a la sala, salgo y lo explico.

¿Qué ingrediente dirías que es indispensable?

-Un buen aceite de oliva, aunque el buen cocinero, con dos patatas y un pepino te hace maravillas.

-¿Hay que tener vocación para dedicarse a esto?

-Esto hay que sentirlo desde pequeño. Mi primera paella fue a los seis años. Desde entonces, no he parado y he seguido progresando y cabalgando en este mundo, que es muy difícil. Pero estoy agradecido porque he tenido siempre unos jefes que me han apoyado y que han ido a muerte conmigo...

- ¿Esperas seguir creando en el futuro?

-Queremos evolucionar y llegar a lo máximo. Esto no es conseguir una Estrella Michelin, que tan rápido es imposible, pero, por lo menos, tener una Excelencia TripAdvisor y que nos vean en portales de internet. Hacer ruido y que en Sevilla digan: “Vamos a La Marioneta porque la cocina es buena, casera y se hace con pasión y con ilusión”.

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