Como Gines no hay dos

Lola y Óscar hicieron ayer su primera comunión delante del Simpecado, en la misa de romeros. Fue su regalo de Reyes. Solo una muestra de la devoción rociera que recorre al municipio del Aljarafe

15 may 2018 / 22:23 h - Actualizado: 16 may 2018 / 22:20 h.
"Religión","El Rocío 2018"
  • Las carretas de la hermandad del Rocío de Gines, ayer delante del Ayuntamiento. / El Correo
    Las carretas de la hermandad del Rocío de Gines, ayer delante del Ayuntamiento. / El Correo
  • El Simpecado de la hermandad de Gines por las calles de la localidad. / J.G.
    El Simpecado de la hermandad de Gines por las calles de la localidad. / J.G.

Como Gines no hay dos. Ni mejor ni peor, pero como Gines no hay dos. Así lo dice la letra de unas sevillanas que seguro habrán sonado, en más de una ocasión, durante el primer día de camino de la filial aljarafeña. Gines ha salido este miércoles y lo ha hecho como solo sabe hacerlo Gines, en un ambiente multitudinario pero sin perder ni un solo ápice de esa intimidad que te transporta al verdadero y auténtico espíritu rociero. Así es Gines. Tan grande y tan pequeña a la vez.

Mil peregrinos componen la comitiva de una hermandad que aprendió a rezar entonando los compases de unas sevillanas. «Forma parte de nuestra identidad», decía un hermano. De esa forma de dirigirse a la Virgen saben mucho grupos como Los Amigos de Gines o el cantante El Mani, también presentes en la salida y miembros de un coro que es parte indisoluble de la hermandad.

Fue en 1928 cuando nació la filial número 15. Con este son 90 Rocíos con los que cuenta un pueblo en el que la devoción rociera no entiende de fronteras ni horizontes. «Nuestro amor es infinito». Y eso se podía comprobar en el séquito de hombres y mujeres que se han agarrado con fuerza a la carreta de su Simpecado una vez ha echado a andar. Antes, una misa de romeros en el que hasta dos niños han hecho su primera comunión. Son Óscar y Lola. Ellos pidieron a los Reyes Magos cumplir con este sacramento delante de su Simpecado, el miércoles de salida de las carretas. «Mi madre, mi padre y mi pueblo nos ha enseñado a querer a la Virgen del Rocío. Por eso, nuestra mayor ilusión se ha cumplido hoy», así nos lo contaba Lola, emocionada. Este año ha acompañado a su hermandad hasta el municipio de Bormujos.

Como la de estos dos pequeños son innumerables las historias que te puedes encontrar en cualquier rincón de un pueblo que este miércoles se ha vestido, nunca mejor dicho. Y es que, el día de la salida de las carretas es Fiesta Local en el municipio y es la única salida considerada de Interés Turístico de Andalucía. Así fue declarada, por la Junta de Andalucía, en el año 2010.

Paso lento, casi inapreciable, es el que ha llevado la carreta de Gines antes de salir de su municipio. Y es que, han sido muchas las ocasiones en las que se ha tenido que parar para agradecer sevillanas que sonaban desde los balcones y pétalos de flores que parecían caer desde el cielo. Anthony y su esposa no daban crédito. «No entendemos muy bien el significado pero es precioso», decía en un español inseguro. Como esta pareja de Estados Unidos, fueron muchas las personas extranjeras que se han acercado hasta Gines, un destino cada vez más popular entre los que buscan conocer la esencia rociera.

La fama de este municipio no es casualidad y el empuje rociero tampoco. Niños emocionados, ancianos que se afanaban por ver de cerca a su Simpecado, señoras enlutadas agarradas a las ruedas de la carreta y un mar de romeros deseando encontrarse, frente a frente, con la Blanca Paloma. «Trabajamos todo el año para esto. Es el sueño de nuestro pueblo. La mayor satisfacción y la causa de nuestra alegría». Así nos describía estas sensaciones el hermano mayor de la corporación, Antonio María Palomar. Este miércoles estaba emocionado, muy emocionado. Así lo confesaban sus ojos, perplejos ante una mañana de mayo que ni en los mejores sueños se podría haber imaginado más perfecta.

Sobre las seis y media del jueves llegará la carreta del Simpecado de Gines hasta los porches de Villamanrique. Entonces se cumplirá el sueño de Lucía. Con 12 primaveras, este es el primer año que hará el camino al completo. Nunca ha estado en Villamanrique y «para mí es una ilusión grandísima. Llevo sin dormir más de dos semanas esperando el día de hoy». Sorprende una devoción tan honda y madura a una edad tan temprana.

Este jueves Lucía se emocionará, igual que ayer se emocionó un pueblo entero cuyas calles permanecerán desiertas durante los próximos días. Hasta el miércoles, cuando volverá la hermandad, a Gines no hay que buscarla en las calles del municipio sino por los caminos que conducen al Rocío.