Cuando el desayuno se convierte en el principal sustento

Bares que únicamente ofrecen esta comida y empresas que la llevan a domicilio, ejemplos de que es posible sacarle rentabilidad a esta especialidad

09 nov 2017 / 21:16 h - Actualizado: 10 nov 2017 / 08:19 h.
"Economía","Gastronomía","La cultura del desayuno"
  • Clientes disfrutan de un desayuno en el bar Buenavista, que ha dejado de dar otras comidas. / El Correo
    Clientes disfrutan de un desayuno en el bar Buenavista, que ha dejado de dar otras comidas. / El Correo
  • Detalle de una de las tostadas que se pueden degustar en Écija. / El Correo
    Detalle de una de las tostadas que se pueden degustar en Écija. / El Correo
  • El gestor de ‘Las flores no se comen’, Ismael Rodríguez. / El Correo
    El gestor de ‘Las flores no se comen’, Ismael Rodríguez. / El Correo

El restaurante Buenavista de Écija lleva poco más de medio año haciendo de la necesidad virtud. En febrero, el cocinero que tenían desde hacía 40 años se marchó y les costó bastante encontrar un sustituto que estuviera a su altura. «Así que, por calidad de vida, decidimos reducir nuestro horario únicamente a servir desayunos», explica la dueña de este establecimiento ecijano, Valle Alcántara. Esta nueva vía de negocio, por el momento, les está funcionando, porque tienen la suerte de tener una clientela fija que, además, habla bien de ellos.

«Damos desayunos de calidad y eso se nota», presume Valle al tiempo que recita de memoria casi todas las opciones que el cliente puede elegir para empezar el día. Porque, en este bar, los ya de por sí famosos molletes ecijanos pueden acompañarse de «manteca de lomo, de hígado, lomo mechado, tortilla de patatas o jamón de cebo ibérico», entre otros muchos. Eso sí, no espere encontrar guisos ni tapas, pues su horario se ha acotado entre las seis de la mañana y el mediodía, aproximadamente: «Cuando ya vemos que empieza a llegar gente para tomarse el aperitivo, nosotros ya empezamos a recoger», asegura Valle, que por el momento se siente satisfecha de la decisión que tomó y que les ha llevado, pese a mantener los precios populares –«1,20 euros el café, 1 euro el mollete pequeño y 2 euros el grande»–, a mantener el negocio de forma exclusiva con la primera comida del día.

A Ismael Rodríguez aún no le da para tanto, pero aspira a ello. El actual gestor de la empresa sevillana Las flores no se comen afirma que, de momento, no vive de dar de desayunar a la gente y, aun así, decidió embarcarse en este negocio que hace repartos a domicilio no solo a Sevilla capital, sino también a toda España. Lo hace desde su casa, porque es la única forma de que esta empresa –que antes pertenecía a unos amigos que no lograban sacarle rentabilidad– pueda tener algo de rendimiento.

«O lo haces todo tú o no le ves el beneficio», apunta Ismael, que se decidió a adquirir este dominio y a trabajar, sobre todo, su imagen: «Cambiamos toda la página web, nos volcamos en darle un toque que otros negocios de este tipo no tienen». De hecho, la principal diferencia, según dice, es que sus productos no son personalizados, lo cual les permite llegar a un público mayor que, no obstante, se compone de mujeres entre 25 y 55 años. Lo que Las flores no se comen ofrece son desayunos «temáticos» para ocasiones especiales como aniversarios, cumpleaños, noches de bodas, nacimientos de bebés, onomásticas y días del padre y de la madre, aunque también es posible regalarle a alguien enfermo un desayuno «para que se mejore», desearle los «buenos días» con un desayuno ibérico o dulce o, simplemente, darle las gracias de esta original forma. Los precios del total de 14 productos que están disponibles en la web oscilan entre los 30 y los 40 euros y todas las cajas incluyen una taza conmemorativa y una tarjeta. Además, entre los alimentos que componen los lotes, se pueden elegir opciones sin lactosa y sin gluten.

Para implementar el negocio, Ismael ha incluido un apartado dedicado a servir desayunos a los apartamentos turísticos. De hecho, él y su pareja tienen una pequeña inversión en una vivienda de estas características, de ahí que detectaran una posibilidad de diversificar la empresa. En un principio, se ceñirán a los apartamentos que se encuentren más cerca del centro de la ciudad, para los que existen dos opciones, el normal y el ibérico. Ambos incluyen zumos, té, panes, dulces y fruta.

Una de las mayores satisfacciones que Las flores no se comen ha dado a sus gestores son las sorpresas que se le dan a los clientes: «El primer pedido que nos llegó fue para una pedida de matrimonio. Nosotros le llevamos a ella el anillo junto al desayuno», recuerda Ismael. Por eso, destaca el valor añadido que su negocio le da a la primera comida del día. «Es un recuerdo que te queda en la memoria para siempre, porque por lo general nadie se espera que llamen a la puerta por la mañana y que aparezca una caja llena de ricos manjares para comenzar bien el día».

DESAYUNOS DE NEGOCIO

No se le saca un rédito inmediato, pero sí permite establecer relaciones entre directivos de sectores diferentes más allá de un ámbito estrictamente profesional. Así es como define la cofundadora de Heartcore Creations, Marina Pérez, los llamados desayunos empresariales, una opción cada vez más extendida entre emprendedores y empresarios consolidados para realizar lo que se conoce como networking.

Se trata de celebrar sesiones en las que empresarios ponen sobre la mesa sus líneas de trabajo para cuadrar qué necesidades tienen y qué pueden aportarles el resto de profesionales invitados, según explica la web Empresa Actual. Para Marina, «la periodicidad de las mismas favorece el desarrollo de los negocios. Cuanto más conoces al resto de compañeros, más oportunidades puedes encontrarles, y viceversa». A su juicio, más allá del beneficio económico, «es importante relacionarse con otras personas en tu misma situación, personas que comprenden lo complicado y gratificante, al mismo tiempo, que puede ser llevar una empresa».

Además, al desarrollarse estos encuentros a primera hora de la mañana, se favorece la asistencia. «Si fueran más tarde muchos no podríamos acudir y, de esta forma, comienzas el día con las pilas bien cargadas», destaca Marina.