Desde hace varios años, la Catedral de Sevilla y el Real Alcázar mantienen una sana pugna por convertirse en el monumento más visitado de toda la ciudad. De momento, el primer puesto sigue ocupado por la seo hispalense, cuyo flujo de personas va en alza año a año, pero el conjunto palaciego le va a la zaga. Durante el primer semestre de 2017 registró la entrada de un total de 876.658 visitantes, una cifra un 9,81 por ciento superior a la del mismo periodo del año anterior pero que se queda lejos de los datos obtenidos por el templo metropolitano, donde hubo 992.328 accesos en estos primeros seis meses. A pesar de ello, las cifras del Alcázar también reflejan una tendencia positiva que se inició ya hace algunos años. De hecho, desde el 2011 el crecimiento de visitantes en este monumento ha sido de un 42,42 por ciento, y en el pasado 2016, la cifra anual fue de 1,62 millones, batiendo el récord que ostentaba hasta entonces.