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Las temperaturas han sido de auténtico récord. / Manuel Gómez
El rojo fuego –nunca mejor dicho– del que se ha teñido Sevilla en el mapa de las temperaturas ha acongojado a todo aquel que no haya podido huir de la provincia en días como el de ayer, donde los termómetros llegaron a superar la friolera –nótese la paradoja– cifra de 45 grados en lugares como Écija. ¿La culpable? Una entrada de masa de aire con cierto recorrido por el norte de África, unida a una intensa insolación, que está azotando especialmente a la mitad sur peninsular y que no dará tregua hasta al menos el próximo lunes, según explicó la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
La calurosa tragedia de la provincia de Sevilla se mascaba en el ambiente antes incluso del mediodía. Los vecinos de La Roda de Andalucía, a las 10 de la mañana, ya estaban soportando 33,1 grados a la sombra. Solo dos horas después, justo a las 12.00, la temperatura se había disparado hasta alcanzar los 40,4 grados. Claro que ya el pasado miércoles el municipio rodense se colocó en el quinto puesto del ranking de las localidades más calurosas de la comunidad con 45,1 grados a las 14.00 horas.
Le duró poco el caluroso reinado de jueves a La Roda porque, a las 14.00 horas, Écija le tomó la delantera y registró 43,6 grados, que se transformaron en 44,3 a las 15.00 horas. Tan solo una hora después, los ecijanos fueron testigos directos de cómo el mercurio se disparaba hasta los 45,4 grados, muy cerca de los 46 que el aviso rojo había vaticinado para la Campiña sevillana.
Mientras tanto, en Morón de la Frontera, que llegó a rozar los 43 grados a mediodía, no solo no siguió subiendo sino que, ya a las tres de la tarde, bajó a los 41,2 grados. La Puebla de los Infantes, que fue otro de los municipios más castigados en la primera jornada de la ola de calor, superó también ayer los 43 grados a las 15.00 horas. Fuentes de Andalucía tampoco se quedó atrás y registró 44,5 grados a las cuatro de la tarde.
En la capital la situación no fue muy distinta. La estación del Aeropuerto, que a las nueve de la mañana ya marcaba 28,2 grados, fue ascendiendo progresivamente hasta alcanzar los 42,7 grados a las 16.00 horas, quedándose muy cerca de los 43 de la predicción de la Aemet.
Y pese a que las temperaturas son indudablemente excesivas, lo cierto es que ninguna de las máximas registradas ayer llegaron a alcanzar valores históricos. Hay que remontarse al año 1995 para conocer la temperatura máxima absoluta de la capital hispalense. Un 23 de julio, el termómetro de la estación del Aeropuerto de Sevilla alcanzó los 46,6 grados. Casi tres décadas antes, en Morón se registró esa misma cifra el 19 de julio de 1967.
En cualquier caso, y para alivio de todos, las sofocantes temperaturas no durarán eternamente. Tal y como aseguró otro de los portales meteorológicos más consultados, eltiempo.es, «se espera que la semana que viene se recuperen valores más propios de esta época del año». O lo que es lo mismo, seguirá haciendo calor –qué duda cabe–, pero algo más soportable. De hecho, ya hoy mismo el aviso en la provincia de Sevilla pasa del rojo al naranja, e incluso el sábado será amarillo.