El toque de campana de Utrera busca ser Patrimonio de la Humanidad

Cinco siglos de tradición. Agilidad, fortaleza y experiencia se unen en este menester artesanal que cuenta con una treintena de campaneros en activo

19 feb 2017 / 07:00 h - Actualizado: 18 feb 2017 / 19:08 h.
"Temas de portada","Sevilla suena a campana"
  • El riesgo va implícito a este oficio aún vivo en Utrera y que produce imágenes tan bellas como escalofriantes. / El Correo
    El riesgo va implícito a este oficio aún vivo en Utrera y que produce imágenes tan bellas como escalofriantes. / El Correo
  • Paco, a la derecha, junto a sus padres en la playa. / M.G.
    Paco, a la derecha, junto a sus padres en la playa. / M.G.
  • El toque de campana de Utrera busca ser Patrimonio de la Humanidad

La Asociación de Campaneros de Utrera, Acamu, enfila la recta final del proyecto consistente en que la tradición del toque de campanas manual, con más de cinco siglos de tradición, sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Para este proyecto, propiciado por José Manuel Carnerero, uno de los miembros más activos de este colectivo, se cuenta con el respaldo de la totalidad de las instituciones como son Ayuntamiento de Utrera, la Diputación de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Gobierno de España.

Los trámites, iniciados hace cerca de seis años, están llegando a su final tras dos años de preparación del proyecto y otros tres para obtener este mismo reconocimiento a nivel local, provincial, andaluz y nacional y entregar la documentación a la Unesco, que es el organismo dependiente de la ONU que concede esta distinción de Patrimonio Inmaterial de Humanidad.

Se trata de una tradición única en España la del toque de campanas manual que desde hace más de cinco siglos se tiene constancia oficial que se viene realizado en la ciudad del mostachón.

Actualmente, la Asociación de Campaneros de Utrera, que está presida por Jesús Quesada Garrido, la componen 55 miembros de los que 28 son campaneros en activo. De los 55 campaneros los hay de varias generaciones de entre los 20 y los 55 años. Ellos son los que mantienen viva esta tradición realizando este autóctono toque de campanas.

La peculiaridad de este toque de campanas consiste en que el campanero acompaña a la campana en su movimiento y, en un determinado momento del volteo, se sube en la campana saliendo con ella fuera de la torre del campanario y quedando suspendido a muchos metros de altura.

Es esta maniobra, bastante arriesgada, en la que se hace fundamental el trabajo en equipo del todo el grupo, la que hace peculiar e inédito en España este toque de campanas que causa admiración en Andalucía, España y en los muchos turistas de numerosos países que visitan Utrera.

La tradición se ha mantenido viva en más de medio millar de años habiendo sabido ir adaptándose al paso de los tiempos. Hasta el tercer tercio del pasado siglo había un responsable del campanario, en muchos casos mujeres, que vivían en el propio campanario con su familia teniendo el encargo del sacerdote de buscar unos campaneros a los que en compensación por su labor se les pagaba en especie.

Esta situación cambió en el último tercio del siglo XX cuando los campaneros pasaron a ser voluntarios. Fue un momento de declive y un bache del colectivo que, además, sufrió a principios del actual siglo XXI, en concreto en el año 2004, un duro golpe por un hecho luctuoso acaecido en el campanario de Santa María de la Mesa cuando falleció en accidente al voltear la campana y caer al interior del campanario desde unos 4 metros uno de los miembros más destacados de la asociación.

Del duro varapalo sufrido por el colectivo por este hecho luctuoso logró recuperarse y hoy no sólo lo conforman más de medio centenar de miembros sino que, además, existe una lista de espera de personas interesadas en formar parte de la Acamu.

Los puntos donde los campaneros de Utrera realizan su peculiar toque de campanas son tres: las históricas iglesias de Santa María de la Mesa y de Santiago el Mayor y el emblemático Santuario de la Virgen de Consolación. En ellos los campaneros realizan en días señalados del calendario sus toques de campanas ofreciendo un espectáculo inédito para las personas que tienen el privilegio de contemplarlo.

En la actualidad Acamu trabaja en el proyecto de recuperación de la deteriorada campana de la iglesia de San Francisco, situada en pleno corazón de Utrera en la plaza del Altozano, que podría ser aprovechable para realizar también, aunque con dificultad, el peculiar toque de campanas utrerano. Ello le añadiría un aliciente turístico más al centro histórico de la ciudad del mostachón.

Según explicó a este periódico el presidente del colectivo que aglutina a los campaneros de Utrera, Jesús Quesada Garrido, el toque de campanas «es casi un arte» en el que se requiere agilidad, fortaleza y en el que también hace ganar la experiencia ya que se realizan una gran variedad de toques para cada ocasión específica y cada uno con su nombre.

Estos toque se denominan nonas, para aviso a los campaneros; capellanes, para avisar a los propios capellanes; Ángelus, para la oración diaria a la Virgen, y otros como plegaria, completas, toque de oración, ánimas, toque de sermón y toque de rebato, este último de carácter civil que servía para avisar al vecindario en caso de incendio.