09 jun 2017 / 21:15 h - Actualizado: 10 jun 2017 / 08:17 h.
"Local","Una historia tras el callejero"

No existe una norma común establecida a la hora de iniciar el procedimiento de denominación de una calle. Cada municipio tiene la soberanía a la hora de aplicar un procedimiento u otro. No obstante la manera más habitual es mediante la aprobación en el pleno municipal, en sesión ordinaria de trabajo. De esta forma, una de las últimas intervenciones en el nomenclátor fue en abril de 2016, cuando por unanimidad se cambió la denominación de cinco calles en tres distritos de esta ciudad.

En concreto, en el Distrito Macarena el abogado y político exiliado sevillano Manuel Blasco Garzón obtuvo su calle, paralela a Ágata entre las avenidas Sánchez Pizjuán y Doctor Fedriani. En el Distrito Sur, el nombre de Doctor Rafael Martínez Domínguez rotula una vía entre Alfonso Lasso de la Vega y Glorieta Doctor Juan Bermudo de la Rosa y paralela a Párroco Antonio González Abato, y otro médico y referencia en materia de trasplantes, Doctor José Pérez Bernal, pone su nombre a otra vía justo en el entorno de la anterior. Estas tres nuevas nominaciones de calles de Sevilla atienden a acuerdos previos en juntas municipales de los respectivos distritos.

Otro de los medios empleados en la translación de una petición al pleno municipal mediante las asociaciones vecinales. Los nombres recogidos por la Junta de Distrito son propuestos por personas físicas individuales, por organizaciones vecinales, cívicas, culturales o de cualquier otro tipo. En cualquier caso, todos ellos deben justificar debidamente las razones de su solicitud, que será estudiada por los diferentes grupos políticos. Otro elemento importante a la hora de solicitar una vía es la coherencia que el nombre propuesto tenga con respecto al entorno geográfico en la que se enclava. Así por ejemplo, en los casos en que han de rotularse nuevas vías –en barrios de reciente construcción, por ejemplo– y no existen peticiones, la Junta Municipal de Distrito analiza el entorno y elabora una lista de manera que exista una mínima coherencia entre los nombres de las nuevas calles con las ya existentes en su cercanía. Este listado es el que, en la mayoría de las ciudades, se envía en primera instancia a la Concejalía de Cultura para finalizar en el Pleno Municipal, que es el órgano máximo en este asunto. Es éste el que también decide cambiar el nombre de una calle por otro nuevo.

En época reciente cada vez está cobrando más auge la plataforma digital Change.org, mediante la que cualquier persona puede articular una determinada petición sea a favor de la denominación de una calle o, por el contrario, con el ánimo de modificar un nombre ya existente. En este sentido, hace dos años un grupo de entidades y profesionales vinculados al mundo del Derecho y de la Universidad en general quisieron tener en consideración la «amplia trayectoria universitaria, académica, jurídica y social» del catedrático y magistrado Manuel Ramón Alarcón, para quien se solicitó una vía con su nombre. Hasta hace poco otra iniciativa particular solicitó en Change que se concediera póstumamente la rotulación de una calle al humorista Paco Gandía por haber «llevado a su ciudad por bandera a lo largo de toda España y haber repartido alegría allá donde estuvo». Finalmente, el cómico tendrá su calle –tal y como se aprobó a finales de 2016– en el barrio de San Pablo, sustituyendo a la de Sebastián Recasens

Por otra parte, desde 2008, cuando se aprobó la Ley de Memoria Histórica el callejero sevillano viene muy lentamente mudando la piel de su viario; es así debido a que los vestigios de la dictadura franquista aún siguen muy vigentes. En Torreblanca aún se encuentran, paralelas entre sí, las calles Belchite, Somosierra y Brunete. En Tablada, la avenida García Morato y Bermúdez de Castro; en los alrededores del Prado de San Sebastián se localizan José Ignacio Benjumea y Manuel Vázquez Sagastizabal; en Nervión, Luis Alarcón de la Lastra; en la Macarena, Capitán Tassara Buiza y Comandante Morales León; y en Cerro-Amate, Mariano Mota. Todas ellas tendrán que desaparecer en los próximos años. ~