Europa está inmersa en las negociaciones del presupuesto que marcará el desarrollo de la comunidad a partir de 2020. Un acuerdo que está marcado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea y que se traducirá en una merma de la partida. El mayor varapalo a consecuencia del conocido brexit lo sufrirá la agricultura, dado que la aportación económica del Reino Unido a la Política Agraria Común (PAC) supone el 40 por ciento del total. Por ello, cómo se ejecutará dicha financiación es uno de los retos a los que se enfrenta el campo europeo de cara al próximo marco normativo, como destacó el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, durante su intervención en la clausura del 40 aniversario de Asaja-Sevilla, que se celebró ayer en Fibes.

La patronal del campo sevillano es una de las más exigentes con los dirigentes europeos de cara a las negociaciones de la próxima PAC y, como recordó el propio Hogan, «exigen una política bien financiada». Pero la marcha británica supondrá un déficit de 12.000 millones de euros, por eso es imprescindible estudiar el modelo de financiación para cerrar la brecha presupuestaria. Aunque hasta junio no se conocerá la propuesta, para el comisario ese vacío podría salvarse con una mayor aportación de los estados miembro. «Si los países aportaran solo un 0,1 por ciento más de su PIB, sería suficiente para solventar el problema», sostuvo Hogan. En esta línea, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, insistió en que se deben aumentar los recursos del nuevo marco normativo para que los productores no se vean afectados, dado que «una PAC potente que vertebre, justa, que dé solidez al sector agrario es una garantía para poner las bases del futuro del marco común».

Igualmente importante será su reparto. Es una de las principales preocupaciones de los agricultores y del gobierno andaluz. A la merma de presupuesto se suma la incorporación de nuevos estados y, por tanto, más entre las que repartir. Regiones con sus particularidades. Como la andaluza, que además tener cultivos dispares cuenta con un sistema único como la dehesa. De ahí que una única fórmula se vuelva injusta con los agricultores, un detalle del que son conscientes en Bruselas, quienes reconocen que «una única solución para todos los estados miembro no funciona». Un modelo perfectamente ordenado enun país «no tiene que funcionar en Andalucía», insistió Hogan. Por este motivo, para el comisario, la flexibilidad debe ser una de las vértebras de la nueva política agraria comunitaria.

La carga burocrática que conlleva la PAC es una de las grandes quejas de los agricultores andaluces. De hecho, el propio Hogan, confesó tener en cuenta «la inaceptable complejidad de esta política». Por ello, una de las líneas de trabajo que se están siguiendo en la configuración del marco normativo que se impondrá en la próxima década será una política «más simple y moderna». «La PAC se ha vuelto demasiado compleja, hay demasiadas reglas», reconoce el político irlandés.

Otra de las claves de la futura PAC, y una de las más importantes para los agricultores, es la de los pagos directos. Hogan mostró su compromiso de negociar con los estados miembro para garantizar que haya una red de seguridad y no se comprometa la estabilidad de los que realmente vivan de la agricultura. «No se van a retrasar los pagos porque no se hayan aprobado directamente por la Comisión», matizó.

Pero el verdadero mañana del campo europeo pasa por asegurar las manos que lo trabajarán y lo harán rentable en el futuro. De ahí que para el comisario sea imprescindible trabajar en el reclamado relevo generacional. Curiosamente, para Hogan, Andalucía es un ejemplo a seguir en este ámbito, «donde el 28 por ciento de la población rural es joven, muy por encima de la media europea». El representante de Bruselas es consciente de que hay otras actividades más atractivas y que la agricultura «está llena de riesgos», pero destaca el valor que tiene trabajar con la naturaleza para «dar una vida de calidad a otras personas». Por ello, una de las apuestas de la futura PAC es atraer a los jóvenes al medio rural y conseguir que se involucren en la agricultura.

Instrumentos como la PAC no sólo han permitido garantizar unos estándares de calidad y la seguridad alimentaria, sino que además han permitido fijar la población a las zonas rurales e incluso mitigar los efectos del cambio climático. También han ayudado a crear empleo –en Andalucía 250.000 familiar viven de forma directa por el campo– y hacer del sector agrario andaluz uno de los pilares económicos de la comunidad. El trabajo de agricultores y ganaderos, «invirtiendo en innovación, desarrollo e investigación», ha sido clave para cambiar el modelo productivo andaluz. Un sacrificio que ha tenido como resultado un impacto en la balanza comercial porque, «aunque uno de cada tres euros exportados tienen un alto o medio valor tecnológico, el sector agrario ha hecho un esfuerzo enorme y necesita certidumbre y seguridad de cara al futuro», destacó Díaz.

Políticas como la PAC «han permitido fijar la población al territorio», por eso desde la Junta apuestan por seguir cooperando para que el sector agrario siga creciendo. La presidenta andaluza se mostró convencida de que el campo «tiene presente y futuro», por lo que reclamó la colaboración de todos «para dignificarlo y protegerlo».

ACEITUNA NEGRA

La Unión Europea juega un papel fundamental en el desenlace del drama que vive el sector aceitunero por las medidas proteccionistas de la administración de Donald Trump, dado que son las ayudas agrícolas europeas las que están en tela de juicio. Motivo por el que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, insistió al comisario europeo y a la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, en no tener «ni un minuto de relajación» en la lucha contra unos aranceles «abusivos, injustos y desproporcionados» para un sector fundamental para la Sierra Sur sevillana, donde 8.000 familias dependen de este cultivo. Pero la aceituna negra es sólo la primera afectada. Díaz lanzó un aviso a todos los presentes: «Pueden extenderlo a otros productos». Hogan aseguró que Europa está trabajando con firmeza con el gobierno de Estados Unidos, e incluso con la Organización Mundial del Comercio –institución que reconoce la legalidad y transparencia de las ayudas puestas en duda– para que el sector de la aceituna pueda sobrevenirse a esta ofensiva, que también es «un ataque a la Unión Europea», denunció el comisario.

ASAJA: 40 AÑOS DE VIDA

Todas las administraciones quisieron reconocer la labor de Asaja-Sevilla en la defensa de los intereses del campo sevillano con motivo de la clausura de su 40 aniversario. La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, agradeció a la asociación su esfuerzo por «poner el acento en una agricultura profesional y empresarial» y hacerlo desde la independencia.Cuatro décadas atrás, en pleno despertar democrático y en un contexto de incertidumbre como aquel, instituciones como Asaja fueron «un pilar fundamental para la consolidación de la economía española», apuntó García Tejerina. De hecho, aseguró que gracias al trabajo de estas organizaciones «el sector agrario español ha evolucionado hasta unos horizontes entonces inimaginables».

RECONOCIMIENTO A 40 AÑOS DE DEDICACIÓN

Con un llamamiento directo y claro: «Únete a esta asociación provincial, participa, defiende los intereses de la agricultura y la ganadería, reivindica», nacía un 17 de marzo de 1977 la patronal del campo sevillano, Asaja-Sevilla. El camino que iniciaron aquellos 28 agricultores hace 40 años cobra ahora más sentido que nunca ante un sector que no sólo tiene el reto de alimentar a toda la población mundial, sino hacerlo con los máximos estándares de calidad y con respeto al medio ambiente.Pero en el camino han sido muchos los agricultores, ganaderos e instituciones que han ayudado a Asaja-Sevilla a conseguir sus objetivos, y que ayer recibieron un merecido reconocimiento por parte de la organización agraria. En el marco de la jornada, 70 agricultores de todas las comarcas –muchos de ellos vinculados a cooperativas– fueron aplaudidos y homenajeados por una sala que estaba repleta. Además, la patronal quiso reconocer el apoyo al sector agrario por parte de instituciones como el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrónomos, la Federación de Arroceros, el Grupo Remolachero de Sevilla, la Denominación de Origen de Estepa, el Ifapa, Opracol y la Delegación de Asaja en Bruselas.

También se destacó la aportación de cuatro personalidades al desarrollo de la actividad agraria. Como Cristina Lobillo, jefa de gabinete de del comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, y antigua trabajadora de Asaja-Sevilla; el periodista, y amante reconocido del campo, Antonio García Barbeito; el presidente de la Fundación Caja Rural del Sur, José Luis García-Palacios; y el catedrático emérito de la Universidad de Córdoba José Ignacio Cubero.