Jardines con solera, pero faltos de esplendor

El estado de los jardines en Sevilla. Los retos de estos espacios históricos pasan por aumentar la seguridad, mejorar el mantenimiento y controlar la organización de ciertas actividades lúdicas.

Manuel J. Fernández M_J_Fernandez /
27 dic 2017 / 22:35 h - Actualizado: 28 dic 2017 / 19:31 h.
"El estado de los jardines"
  • Anegado por el río, maleza, pintadas, charcos y destrozos vandálicos en los jardines Americano, de Murillo o del Cristina. / Jesús Barrera y Manuel Gómez
    Anegado por el río, maleza, pintadas, charcos y destrozos vandálicos en los jardines Americano, de Murillo o del Cristina. / Jesús Barrera y Manuel Gómez
  • Jardines con solera, pero faltos de esplendor
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  • Jardines con solera, pero faltos de esplendor

Sevilla suma en su núcleo urbano una extensión de más de 2.500.000 metros cuadrados de zonas ajardinadas, lo que convierte a la capital andaluza en una con mayores espacios verdes de toda España. Algunas están consideradas Bien de Interés Cultural (BIC), otras son Patrimonio de la Humanidad y han sido escenario de películas, como la quinta temporada de Juego de Tronos. Todas suponen un pulmón verde donde los ciudadanos pueden pasear, practicar deporte o simplemente disfrutar de las distintas especies en una ruta botánica por estas joyas legadas del pasado más remoto o como vestigio de eventos relevantes como la celebración de la Exposición Universal de 1992.

Su estado y mantenimiento es siempre objeto de debate entre las entidades conservacionistas y el gobierno de turno, independientemente del color político que domine en la Plaza Nueva. Pese a los esfuerzos realizados en los últimos años por el gobierno municipal, algunas voces alzan la voz para alertar de los problemas que amenazan estas zonas de recreo y esparcimiento, tan necesarias en las ciudades. Así, desde hace más de tres décadas la asociación Amigos de los Jardines de la Oliva vela por «la protección de la naturaleza, la solidaridad social y el fomento de la cultura». Integrada en la Plataforma Ciudadana para la Defensa de los Parques y Jardines de Sevilla, esta entidad alerta de los actos vandálicos y de «la acción devastadora» que supone la celebración de eventos lúdicos en el interior de estos espacios ajardinados.

Su blog (https://jardinesdelaoliva.wordpress.com) recoge las quejas de destrozos y hurtos que sufren «casi a diario» estos recintos a causa del incivismo de quienes no respetan nada. «Es una pena, por la acción vandálica que sufren y que no pongan remedio», explica su portavoz, Jacinto Martínez, quien señala que uno de los casos más sangrantes se encuentra en los Jardines de Murillo. «Se llevaron una de las fuentes y ahí sigue aún el surtidor tapado con una maceta. También continúan destrozados los capiteles. Hace siete años fue vandalizada la fuente de tres copas. Sus restos permanecieron en la glorieta central hasta que un par de años después fue nuevamente restaurada. Esta vez se olvidaron de colocar una de las copas o conchas. Desde entonces el agua cantaora de esta fuente mutilada ya no suena igual». Una situación que también ha afectado en varias ocasiones, a la plaza de América o al Jardín Americano, el espacio creado con motivo de la Exposición Universal de 1992, «un jardín único en el país por la cantidad de especies americanas que alberga en su interior».

Recientemente los Amigos de los Jardines de la Oliva han mostrado su preocupación por los nuevos usos que están teniendo los jardines sevillanos. «La actitud poco sensible del distrito Sur que se ha empeñado en la anomalía que supone hacer una velá dentro del Parque Celestino Mutis, con el consiguiente daño que supone para el pavimento y la avifauna de la zona. O en los Jardines del Prado, donde no se paran de montar eventos. O en los Jardines de las Delicias». A su juicio, «hay parques, como el Alamillo, que, por su extensión, sí admiten este tipo de actividades pero, sin embargo, otros históricos, como el parque de María Luisa o los Jardines de Murillo, donde es inadmisible».

A ello se suman los problemas recurrentes de limpieza y mantenimiento que tiene el Jardín Americano, reabierto al público hace siete años después de haber estado 17 cerrado a cal y canto. «Debería ser una joya y está constantemente abandonado. Se han puesto a hacer pantalanes nuevos, en lugar de poner más vigilancia o apostar por tener un centro de interpretación». En este sentido, lamentan que «falta sensibilidad» por parte de las administraciones públicas, independientemente del color político. «No hay una conciencia verde. Falta un compromiso real para proteger el patrimonio verde de Sevilla», añaden convencidos mientras que recuerdan que este declive comenzó en los años ochenta cuando desapareció la figura del guarda jurado de los parques. «Desde hace 15 años, nos duele la boca de pedir la creación de una policía verde que proteja nuestro patrimonio y disuada a los vándalos de cometer salvajadas». Por lo que argumentan que «hay que tener en cuenta que la principal industria de nuestra ciudad es el turismo y, si no protegemos nuestro patrimonio, qué vamos a enseñar. Urge tomar medidas». Otra de las quejas tiene que ver con la tala de árboles, algunos debido al mal estado del ejemplar. «No se trata de cortar por lo sano. Hay alternativas como practicar una cirugía arbórea o apuntalar los ejemplares dañados».

Por su parte, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, ha instado recientemente al Ayuntamiento de Sevilla a «recuperar las zonas ajardinadas suprimidas en distintos tramos de la avenida de Eduardo Dato», lamentando que el Consistorio haya pavimentado «una zona ajardinada» de dicha vía que ha acabado convirtiéndose en la «terraza de un local de hostelería». ~