El que debería ser equivalente al sevillano Centro Andaluz de Arte Contemporáneo en el ámbito de la imagen, el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), se encuentra ubicado en Almería. Aunque probablemente no muchos almerienses lo conocen y bastantes menos andaluces han oído hablar de él. Fue creado en 1992 como regalo a la ciudad oriental en un año en el que los grandes fastos solo recalaron con fuerza en Sevilla, Barcelona y Madrid. «Nació con un impulso muy fuerte, el que le dio su primer director, Manuel Falces. Fue el primer centro que se dedicó institucionalmente a la fotografía. Pero pronto dejó de atenderse; podríamos decir que llevamos 25 años intentando poner en marcha todo el potencial que tiene un espacio como este», reconoce su actual director, el fotógrafo y gestor cultural Rafael Doctor, quien fuera también director del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac).
«Nuestro sueño es recuperar la ilusión con la que este Centro fue creado; convertirnos en un espacio fundamental para la fotografía y los fotógrafos, ser muy bien conocidos en Almería y sentirnos queridos, admirados y visitados por el resto de Andalucía», afirma Doctor. «Hoy por hoy solo saben de nosotros quienes están muy ligados a la cultura. Trabajamos con un presupuesto exiguo, absolutamente mínimo para hacer producciones propias; y ni hablar de campañas de publicidad. Con todo, y a pesar del escaso personal, lo estamos intentando», comenta.
Lo más inmediato que tiene el CAF encima de la mesa es la presentación de toda la «importante» colección que atesora. «Hemos empezado a comprar fondos y hay varias donaciones a punto de ser cerradas, una de ellas con fotos de Juan Goytisolo y otra de Cristina de Middel», avanza. Si había una capital andaluza que merecía contar con un lugar como este esa era Almería. «Luz y fotografía se relacionan de una forma muy natural en esta ciudad», afirma.
«La fotografía es luz y antiguamente esta era mucho más necesaria que ahora. En el siglo XIX casi todas las fotografías que se hicieron en España se tiraron en Andalucía porque eran fotos de la burguesía que venía a visitarnos y que fundamentalmente recalaba en Granada y en Sevilla», argumenta Rafael Doctor. Luego, en el siglo XX, surgió en 1956 el Grupo fotográfico Afal, cuyos integrantes iniciaron un proceso de renovación fotográfica. Sus dos principales fundadores, José María Artero García y Carlos Pérez Siquier, eran almerienses. «Poco a poco la fotografía andaluza empieza a estar bien representada aquí, con instantáneas adquiridas de Charles Clifford y Luis Masson», añade.
En 2017, año de su 25 aniversario, la Junta dotó al CAF con una estimación (no tienen presupuesto adjudicado) de 150.000 euros, una cifra pírrica si la comparamos con los casi cuatro millones y medio de euros que recibió de la administración andaluza el Museo Picasso de Málaga. 150.000 euros son, por ejemplo, los mismos que recibe el programa de becas a jóvenes artistas Iniciarte. Con ellos se quiere hacer funcionar un espacio expositivo y único en España como el Centro Andaluz de la Fotografía, que (sobre) vive lastrado por todo tipo de problemas administrativos y en una extraña situación jurídica, dependiente de la Consejería de Cultura y también de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales.
«Me he encontrado con muchos más problemas de los que imaginaba cuando llegué al cargo en mayo de 2017 pero, con todo, tengo un proyecto ilusionante. No estoy aquí por casualidad y voy a luchar por esto», dice su actual responsable, él mismo coleccionista, con unas 100.000 fotos en su archivo personal. «Como centro público estamos abiertos y atentos a todo tipo de expresiones dentro de la fotografía, desde la creación más artística de Chema Madoz y Cristina García Rodero a la más puramente documental. «Incluso tenemos previsto trabajar en una muestra con Paco Peregrín, uno de los fotógrafos de moda más cotizados y que más está innovando dentro de su género», adelanta Doctor. También trabajan para sacar un libro y presentar una exposición con trabajos de Bernard Plossu, Premio Nacional de Fotografía en Francia, «y uno de los artistas vivos más relevantes en este campo». Y, por supuesto, por presentar la colección que ya tiene el CAF. Su éxito local permitirá que estas muestras puedan itinerar y hacernos conscientes de la inmensa importancia patrimonial de un centro como este.