La doble cara de las urgencias

El Sindicato de Enfermería y el de Médicos critican la falta de recursos para atender a los pacientes. Salud afirma que en épocas de alta frecuenciación se refuerzan los servicios para frenar la saturación

31 oct 2016 / 13:35 h - Actualizado: 01 nov 2016 / 07:19 h.
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La opinión sobre la situación de los servicios de urgencias en la provincia de Sevilla, tanto en los hospitales como en los centros de salud, es muy dispar. Hay dos caras bien diferentes. Todo depende de quién aporte su visión. La Consejería de Salud y los hospitales rehuyen hablar de colapso en las urgencias y afirman que estas áreas se refuerzan en los periodos cuando la demanda aumenta, fundamentalmente coincidiendo con el frío y con las olas de calor. Sin embargo, el Sindicato de Enfermería (Satse) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) discrepan de la versión de la administración sanitaria y alertan de la falta de personal para prestar una atención digna y de calidad.

Los datos que aportan Salud y los hospitales Virgen del Rocío, Virgen Macarena y Valme dan vértigo por el alto número de enfermos que pasan por sus respectivas urgencias. El año pasado acudieron a ellas 595.017 pacientes. Este elevado número se da a pesar de que, según Salud, nueve de cada diez urgencias son asistidas en la atención primaria.

De los tres hospitales sevillanos, el que tiene una mayor carga es el Virgen del Rocío. Tiene cuatro puertas de urgencia –general, rehabilitación y traumatología, infantil y de la mujer–, que son atendidas por unos 700 profesionales. Al año pasan una media de 262.000 enfermos: 119.000 por las urgencias generales, 77.000 por traumatología, 60.000 por el infantil y 6.000 por el de la mujer.

Fuentes de este centro sanitario recalcan que las plantillas de profesionales en todas las unidades están dimensionadas para atender la demanda, «que ha variado muy poco en los últimos años. Únicamente en traumatología ha descendido mínimamente el número de usuarios por haber bajado la siniestralidad en las carreteras», señalan.

El Virgen Macarena es el segundo en atender más pacientes en sus tres puertas de urgencia general de adultos, pediátricas y obstétricas y ginecológicas. El año pasado pasaron 205.062 personas por este servicio: 157.703 acudieron a las urgencias generales; 28.545, a las pediátricas; y 18.814, a las ginecológicas. De todos estos enfermos solo un 10 por ciento necesitó ser ingresado. En este hospital se ha observado un aumento progresivo de los mayores de 80 años, «lo que provoca un aumento de la complejidad de los procesos ya que en estos pacientes habitualmente coinciden enfermedades crónicas y tienen factores añadidos de fragilidad», indican en este centro. Para no saturar el servicio, en el Virgen Macarena se pide que en épocas de alta frecuentación se haga un uso racional de los recursos.

Este centro, además, está de enhorabuena, en poco tiempo está previsto que finalice la tercera y última fase de la remodelación de su área de urgencias, que ha supuesto una inversión total de 265.000 euros en el conjunto de la obra.

El tercer centro hospitalario de Sevilla capital es el hospital de Valme, donde en 2015 fueron atendidos 128.017 pacientes en urgencias, de los cuales un 11,92 por ciento precisaron un ingreso hospitalario. De las urgencias tratadas, un 57,8 por ciento fueron generales, un 21,5 por ciento de traumatología, un 10,5 por ciento obstétrico-ginecológico, y un 10,2 por ciento pediátricas. Como dato curioso que aporta este centro sanitario, la mayor frecuencia de pacientes fue entre las 8.00 y las 15.00 horas –un 46,8 por ciento–, entre las 15.00 y las 22.00 horas se atendió al 37,1 por ciento de los enfermos y ya de 22.00 a 8.00 horas la asistencia cayó al 16,4 por ciento.

Respecto a las urgencias de los centros de salud que hay repartidos por la provincia, la Junta indica que hay 67, de los cuales 65 están abiertos las 24 horas del día. Los dos ambulatorios que no tienen urgencias durante todo el día se encuentran en Osuna y Écija, localidades que disponen de hospitales de alta resolución y que cuentan con un servicio de urgencias las 24 horas del día. Esta atención en la provincia está bastante cuestionada, fundamentalmente en la Sierra Sur, donde desde hace años llevan movilizándose para que se abran las urgencias durante todo el día en el centro de salud de Badolatosa. El 10 de octubre, para mejorar la atención en esta zona, se abrió un punto de urgencia en Jauja (Córdoba) para acortar los tiempos de respuesta a los municipios de Badolatosa, Corcoya y Casariche.

Críticas

Este alto volumen de pacientes que atienden los tres grandes hospitales de Sevilla y los servicios de las urgencias extrahospitalarias, en opinión de del sindicato de médicos y de enfermería, se presta con recursos insuficientes.

La secretaria provincial del Satse, Reyes Zabala, hace un recorrido por los centros hospitalarios y no los deja en buen lugar. En el Virgen del Rocío asegura que las urgencias se colapsan y que hay épocas en las que en vez de las 29 camas que debe haber en observación se instalan hasta 41. A ello se une que en la unidad de críticos un enfermero atiende ocho camas, cuando lo ideal sería un enfermero para dos pacientes. El hospital de Valme no sale mejor parado. Zabala indica que en el área de observación hay dos enfermeros para 20 pacientes, «cuando las recomendaciones son de un enfermero para seis pacientes». Respecto a la sala pendiente de ingreso –de evolución–, censura que haya 15 camas y 13 camillas «atendidas por dos enfermeros y dos auxiliares», a lo que se une que hay «poco espacio para poder trabajar y falta de intimidad para los pacientes». Pero si estas carencias parecen insuficientes, las secretaria provincial del Satse añade una más: «Hay enfermos que están hasta 48 horas en una camilla por falta de camas».

El Virgen Macarena es el que sale mejor parado. Zabala centra su crítica en que la sala donde los pacientes esperan a ser atendidos y sus pruebas diagnósticas, donde solo hay personal de enfermería de 20.00 a 22.00 horas: «Nosotros queremos que haya atención las 24 horas del día». Esta situación, según el centro sanitario, se subsanará cuando se inauguren las nuevas urgencias.

Respecto a las urgencias extrahospitalarias, el Satse se queja de que en los centros de salud que hay servicio de radiología, este no funciona las 24 horas del día, con lo cual los pacientes que acuden a los ambulatorios por un traumatismo tienen que ser derivados a un hospital porque no se les puede hacer una prueba diagnóstica que certifique la importancia de su lesión.

El Sindicato Médico no es menos crítico que el Satse. El responsable de hospitales del SMA, Rafael Carrasco, asegura que los centros hospitalarios están sobresaturados tanto en espacio como en personal, «que está muy por debajo de lo deseable». Alerta de que hay pacientes que tienen que esperar hasta 48 horas en urgencias para ingresar por falta de camas. En su opinión, este problema de las urgencias se debe a que los hospitales están saturados. Admite que se hacen planes para épocas de mayor demanda, «pero solo se mueven fichas, no se aportan nuevos recursos».

Su compañero del SMA responsable de la atención primaria, Andrés Jiménez, censura que hay servicios de urgencia extrahospitalarios en las que solo hay un médico, sin enfermero ni celador, y que tiene que cerrar el servicio cuando tiene que salir para atender una urgencia en la calle o en un domicilio, «muchas veces poniendo su propio vehículo». Explica además que las urgencias que cuentan con un equipo completo de médico, celador, enfermero y ambulancia también se topan con el problema de las urgencias en el exterior, que obligan a cerrar el servicio, por lo que recomienda que en cada centro haya una dotación de dos equipos completos para poder prestar un buen servicio, «porque actualmente la situación se está solventando por el buen hacer de los profesionales».

La administración sanitaria no comparte las críticas de los sindicatos y niega que en el hospital de Valme haya pacientes que estén 48 horas esperando una cama y que el espacio en urgencias sea pequeño. Asimismo, recalca que las urgencias de los centros hospitalarios y de atención primaria están continuamente adaptándose a las necesidades para mejorar la calidad de los servicios y ser más efectivos.