«La próxima Expo en Sevilla traerá el puente o el túnel a África»

Julio Cuesta, comisario de los actos por el XXV aniversario de la Expo 92 explica que Sevilla debe preparar ya la Expo 2092 «y buscar la excusa para adelantarla». Repasa los adelantos tecnológicos que solo el tiempo ha puesto en valor

11 oct 2017 / 17:46 h - Actualizado: 11 oct 2017 / 21:57 h.
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  • Julio Cuesta. / El Correo
    Julio Cuesta. / El Correo

El presidente de la Fundación Cruzcampo ha dado un paso al frente para ejercer, sin ninguna remuneración, como comisario de los actos del XXV aniversario de la Expo 92. Un evento en el que se sentaron más bases tecnológicas de las que se piensa, rememora: «El primer periódico digital de la Historia lo hizo José Álvarez en Sevilla. La universidad de Sevilla también descubrió la microlización del agua, y aquí se presentaron la primera pantalla táctil y la primera huella digital, la primera tarjeta con microchip, la primera red de telefonía móvil y de fibra óptica...»

—¿Qué es ser comisario del XXV aniversario de la Expo?

—La cara de la conmemoración, quien coordina las actividades, y quien ha recibido el encargo del alcalde.

—¿Y qué ha hecho?

—Primero, dar a conocer el éxito que fue la Expo: el mundo de las exposiciones universales es totalmente diferente desde 1992 gracias a Sevilla. Segundo, reconciliar a la ciudad con la Expo 92, borrar esa idea del despilfarro, de que no sirvió para nada, de que la Cartuja es un bosque desarbolado... porque nada de eso es verdad.

—¿No hay nada cierto en la crítica al despilfarro?

—Los momentos criticables fueron los desencuentros porque no había manuales para lo que hicimos. Esos chirridos fueron nuestro aprendizaje sobre la marcha, hacer y deshacer para no quedarnos quietos, como decía Jacinto Pellón. Si hubo broncas, benditas fueron: así convergían intereses.

—¿Cuántos actos se han programado para recordar la Expo de 1992?

—Ya estamos casi al final: se han celebrado casi cien.

—¿Alguno con Barcelona, que celebró olimpiadas?

—Nada. Barcelona celebró sola el XXV aniversario de las olimpiadas.

—¿Cuántas personas se han implicado en el XXV aniversario de la Expo?

—Hemos contado con los jóvenes de Legado Expo, que han montado una muestra sobre el peso de la Expo en el pabellón de la Navegación. Y hemos visto el potencial de Curro, que reunió a 25.000 personas el día de su cumpleaños. Ayer también celebramos un acto de convivencia con los extrabajadores.

—¿Cuál es el principal legado de la Expo?

—En lo material el legado de la Expo 92 no tiene parangón: se quedan en la isla de la Cartuja 54 pabellones en pie. Se han reutilizado y adaptado, en la Cartuja trabajan 439 empresas y entidades, que producen una cifra inimaginable en 1993: más de 2.000 millones de euros al año, en un barrio tecnológico como no lo tiene otra ciudad. Lo que se invirtió en la isla para la Expo ascendió solo a 600 millones de euros. Luego está el legado moral: todo eso fue posible por ese espíritu del 92. Y el legado dotacional. Si escogiera una de las muchas obras sería el AVE, todo un símbolo.

—¿Hace justicia recordar la Expo como una gran fiesta?

—La Expo 92 fue un enorme acontecimiento cultural. Por ejemplo: por fin en la única ciudad que ha sido escenario de 32 piezas de ópera. La música moderna española no se entiende sin la plaza Sony.

—¿Qué lección dejó la Expo?

—De autoestima, pese a que nos descolocara el 93 [comenzó una crisis económica]. A medida que pasa el tiempo se pone sobre la mesa que fue un revulsivo para creer en el futuro.

—¿Qué asignaturas pendientes arrastramos desde 1992?

—A 14 kilómetros de Tarifa está el nuevo Nuevo Mundo y el vector de entrada pasa por Sevilla.

—¿Qué cambios sociales ha facilitado la Expo en estos 25 años?

—El señorito sevillano actual es una persona con uno o dos títulos universitarios o másteres, que ha viajado. Y que sabe que desde Sevilla se puede llegar a todo el mundo, sin darle la espalda a la Sevilla patrimonial y sentimental.

—¿Habrá una Expo II?

—Claro que sí. Tenemos que pensar en 2092 y buscar una excusa para adelantarla. Ninguna exposición universal ha tenido África como tema. Sevilla, igual que fue lugar de encuentro con América, también lo será con África.

—¿Qué infraestructura nos traerá esa Expo II?

—Un enorme túnel o puente sobre el Estrecho.