Los alojamientos rurales están de moda

En menos de tres años estos establecimientos han crecido un 35 por ciento en la provincia de Sevilla. La competencia desleal de hospedajes ilegales está haciendo daño a su imagen

23 jul 2017 / 06:24 h - Actualizado: 23 jul 2017 / 10:02 h.
"Economía","Turismo","Turismo rural","El auge del turismo rural"
  • La Sierra Sur de Sevilla es una de las comarcas de Sevilla que recibe más turistas amantes de la naturaleza. / Foto cedida por Casa Rural Asiento del Río
    La Sierra Sur de Sevilla es una de las comarcas de Sevilla que recibe más turistas amantes de la naturaleza. / Foto cedida por Casa Rural Asiento del Río
  • Sierra Norte de Sevilla. / José Manuel Cabello
    Sierra Norte de Sevilla. / José Manuel Cabello
  • Casa El Nogal Rural. / El Correo
    Casa El Nogal Rural. / El Correo
  • Casas del Madroño. / El Correo
    Casas del Madroño. / El Correo
  • Casa rural Asiento del Río. / El Correo
    Casa rural Asiento del Río. / El Correo

El turismo rural se está afianzando en la provincia de Sevilla, aunque ha llegado con algo de retraso si se compara con otras provincias andaluzas. En menos de tres años el número de alojamientos rurales ha crecido un 35 por ciento. Si a finales de 2014 estaban inscritas 149 casas rurales y 107 viviendas turísticas, a día de hoy esta cifra se ha disparado. Según datos facilitados por la Asociación de Alojamientos Extrahoteleros de la Provincia de Sevilla, actualmente están registradas 184 casas rurales y 162 viviendas turísticas. Es decir, se ha pasado de los 256 alojamientos legales que había a finales de 2014 a los 346 que existen en estos momentos.

Un crecimiento que, a tenor de las licencias de apertura que se están solicitando en los diferentes municipios, no se estancará por ahora.

El presidente de la Asociación de Alojamientos Extrahoteleros, Manuel Pimienta, explica que este auge de los alojamientos rurales se debe en buena parte a que cada vez hay más personas que eligen como destino turístico la provincia de Sevilla. De hecho, el número de viajeros alojados en los establecimientos extrahoteleros reglados en la provincia de Sevilla, excluida la capital, aumentó en un 30,03 por ciento en el periodo acumulado enero-abril de 2017 con respecto al mismo periodo del año pasado.

A ello, según Pimienta, se une también la crisis y las dificultades que existen para vivir en el mundo rural, estas circunstancias han hecho que haya personas que hayan optado por reconvertir sus viviendas en casas rurales. Explica que algunos de sus asociados recibieron una vivienda en herencia y vieron que una salida laboral podía ser destinar sus casas a alojamiento rural. Aclara, no obstante, que las viviendas turísticas y las casas rurales no generan muchos puestos de trabajo, «es fundamentalmente autoempleo». Calcula que en la provincia de Sevilla en este sector están trabajando medio millar de personas.

Este incremento de los alojamientos rurales legales también va acompañado del crecimiento de los hospedajes que están al margen de la ley, se queja el presidente de la asociación, quien reclama a las administraciones que realicen un control más exhaustivos de los hospedajes. Advierte que los alojamientos ilegales no ofrecen la misma calidad que los que están registrados, lo que repercute en la imagen que se pueda dar. Insiste en que es necesario que se ponga coto a estos establecimientos que funcionan al margen de la ley, porque entiende que si no se ofrecen unos buenos servicios, esto puede pasar factura y provocar un retroceso en el turismo rural.

Respecto a la estancia media en los alojamientos rurales, Pimienta comenta que son cortas, de fines de semana o puentes, explica. La Semana Santa y el otoño son las temporadas más demandadas, aunque admite que las casas que tienen piscina también tienen su público durante los meses de verano.

Los viajeros que opten por un alojamiento rural en la provincia de Sevilla tienen una oferta amplia donde elegir. Va desde la Sierra Norte a la Sur, pasando por la Campiña, el entorno de Doñana, el Aljarafe y por ciudades monumentales como son Osuna, Carmona o Estepa.

Para que el turismo rural siga creciendo y no se estanque, desde la Asociación de Alojamientos Extrahoteleros se está haciendo un gran esfuerzo para rentabilidad toda la riqueza que tiene la provincia. Por ello se están ofertando nuevas experiencias como son el cicloturismo, el enoturismo y el turismo ornitológico. Para el cicloturimo se explica las rutas que existen en toda la provincia, con la posibilidad de alquilar bicis y de reservar alojamientos que ofrecen todo tipo de facilidades para montar en bicicleta.

Respecto al enoturismo se informa de la bodegas, destilerías y tabernas que hay en todo el mapa provincial. Finalmente, para hacer turismo ornitológico se apuntan tres destinos imprescindibles: Dehesa de Abajo, Cañada de los Pájaros y Peñón de Zaframagón.


Emprendedores

«En un principio fue una aventura»
El gestor de El Nogal Rural, en Guadalcanal, Rafael Martínez, recuerda que esta experiencia empresarial nació hace 20 años como una aventura, «pero con el paso del tiempo se profesionalizó». Sus clientes proceden fundamentalmente de la provincia y de Sevilla capital y son familias y grupos de amigos. Martínez señala que en su negocio el boca a boca ha sido muy importante, porque tiene clientes fijos, que reservan todos los años y que recomiendan El Nogal Rural a sus amigos. Prueba de que sus alojamientos turísticos están muy bien valorados asegura que hasta el mes de septiembre está todo ocupado. Rafael Martínez se queja de que en el mundo de los alojamientos rurales ha surgido mucha competencia desleal, viviendas y casas que no están registradas, «donde los servicios que ofrecen no son de calidad y falta profesionalidad». Ante esta situación estima que se deben adoptar medidas, «porque no da buena impresión. Da mala imagen», recalca.

«Es un negocio que no te hace rico»

Antonio Jesús Moreno, propietario de la casa rural Asiento del Río, en Pruna, explica que todo surgió cuando heredó un cortijo familiar de unos 200 años de antigüedad. En un principio su idea era arreglarlo para habilitarlo como segunda residencia, pero vio que podía tener potencial como alojamiento rural por su ubicación. Hace una década se enroló en esta aventura empresarial, «que aunque está funcionando, no te hace rico, pero permite mantener el cortijo e incluso deja un poco de dinero», reconoce. Su casa tiene seis habitaciones, por lo que sus clientes son fundamentalmente grupos de amigos, que pagan entre 15 y 17 euros por persona y noche: «Sale muy barato», indica. Asimismo, señala que durante el año la vivienda se ocupa fundamentalmente los fines de semana y los puentes, mientras que en los meses de julio y agosto los visitantes «prefieren venir entresemana». La procedencia de su clientela también depende de la época del año. En los meses de invierno son españoles procedentes de Sevilla y Málaga, «y como yo trabajo en una empresa grande tengo muchos compañeros que vienen a mi cortijo», manifiesta Moreno. En los meses de verano, el cortijo es demandado por turistas extranjeros, fudamentalmente ingleses, franceses e italianos.

«No es la gallina de los huevos de oro»

Francisco José Carrasco, propietario de Hacienda de la Palma, en Écija, se embarcó en el negocio del turismo rural en el año que comenzó la crisis, en 2008. La idea de acondicionar un edificio que tenía en desuso en el campo surgió a raíz de hablar con conocidos que tenían alojamientos rurales. «Me animé a habilitar la casa, pero no he vivido los años de bonanza, no es la gallina de los huevos de oro», recalca, aunque admite que le sirve de complemento a sus rentas del campo. Su hacienda dispone de tres unidades totalmente independientes, que fundamentalmente son demandadas por ciudadanos de Sevilla o de los pueblos de alrededor. Durante los meses de verano el perfil de sus clientes cambia: aloja principalmente a extranjeros, en su mayoría de Francia, que eligen Hacienda de la Palma por estar entre Córdoba y Sevilla.

«Hemos adaptado nuestra casa»

Javier Condado abrió hace 12 años Casas del Madroño, en Cazalla de la Sierra. Actualmente dispone de tres viviendas. Todo surgió porque la casa familiar era demasiado grande y se decidió por hacer en ella dos alojamientos, que hace dos años amplió a tres. El inmueble, indica, es tan grande que vive en la planta de arriba. Al igual que la inmensa mayoría de los alojamientos rurales durante los meses de invierno la demanda se centra en fines de semana y los puentes. En los meses de verano solo se alquilan por semana. Explica que entre su clientela hay extranjeros, fundamentalmente holandeses, y españoles de Sevilla y de Cataluña principalmente. A pesar de que cada vez la provincia de Sevilla tiene más visitantes en los meses de verano, se lamenta de que este año quizá hayan bajado algo las reservas. Nota que estos meses están siendo algo más flojos. En su opinión, esta situación se puede deber a que están proliferando las casas no declaradas, «que bajan los precios. Es una competencia desleal a las personas que tenemos todo en regla». Condado señala asimismo que sus alojamientos tienen el mismo precio durante todo el año: 18,7 euros por persona, con el IVA incluido.

«Me quedé en paro y me reciclé»

La historia de los apartamentos Cerros Bravo, que se ubican entre Aznalcázar y Pilas, data de 2012. Su propietario, Antonio Bravo, heredó la casa de su familia. Perteneció a su tatarabuelo. Bravo tenía una empresa de electricidad que tuvo que cerrar por la crisis, se quedó en paro «y me reciclé». Decidió adaptar la vivienda a alojamientos turísticos: dos estudios y un apartamento. Su clientela es fundamentalmente familiar, que aprecia la ubicación de este alojamiento turístico por estar en Doñana, muy cerca de Sevilla y por tener una granja. Bravo manifiesta que durante el año las estancias son cortas, a diferencia del verano que los visitantes, muchos franceses y holandeses, se quedan más días.

«Son unos ingresos para mantener la hacienda»

La Hacienda San José está ubicada en el término municipal de Carmona, en dirección a La Campana, tiene una antigüedad de siglo y medio y sus propietarios decidieron destinarla a alojamiento rural para obtener fondos que ayudasen a su mantenimiento, según explica Vicente Gómez. Este emprendedor y su hermana heredaron la finca de su familia y hace 20 años vieron la posibilidad de hacer tres apartamentos. Además, la hacienda también cuenta con un salón con capacidad para 150 personas que se alquila para actos, fundamentalmente bodas y primeras comuniones. Gómez manifiesta que los periodos de mayor ocupación son Semana Santa, Fin de Año y Navidad. En época navideña sus clientes son fundamentalmente sevillanos, mientras que en el resto de épocas del año son principalmente españoles que se hospedan en la hacienda para hacer turismo en Córdoba, Sevilla y Carmona. El propietario de este alojamiento rural reitera que habilitar la hacienda para hospedaje no es un negocio, «lo hacemos para recibir unos ingresos que nos ayuden a su mantenimiento ya que es muy grande».