Los conductores de Tussam quieren más control del carril bus

Un grupo de conductores pide más vigilancia para que el servicio sea mejor. Lamentan la falta de civismo de cientos de conductores al día

12 sep 2017 / 21:41 h - Actualizado: 12 sep 2017 / 21:44 h.
"Tussam","Tráfico","¿Mano dura contra la invasión del carril bus?"
  • Pie de foto. / firma de fotógrafo
    Pie de foto. / firma de fotógrafo
  • Coches ocupando una parada de Tussam en Reina Mercedes. / El Correo
    Coches ocupando una parada de Tussam en Reina Mercedes. / El Correo
  • Este camión impide girar al autobús. / El Correo
    Este camión impide girar al autobús. / El Correo

La falta o escasa educación vial de un gran número de conductores perjudica a diario a cientos de personas que utilizan el autobús público para desplazarse por la ciudad. El aparcamiento indiscriminado en las zonas reservadas para los vehículos de Tussam, así como circular por el carril específico para estos vehículos, lastra enormemente la velocidad comercial de la flota municipal. Esto se traduce en que el autobús tarda más tiempo en realizar su recorrido, se reduce la calidad del servicio que se presta y aumentan considerablemente tanto las quejas del usuario como el nivel de estrés de los conductores de Tussam.

Para concienciar a la opinión pública en general, y a los conductores en particular, un grupo de conductores de Tussam publica en la red social Facebook fotografías de claros ejemplos de aparcamiento indiscriminado que perjudica notablemente el paso de los autobuses. Aunque algunos conductores han preferido no desvelar su identidad, sí exponen que no todos los compañeros se toman este asunto de la misma manera. «Hay quienes piensan que este es un problema que no va con ellos mientras que otros no nos resignamos a que no se pueda lograr una solución, porque queremos que el servicio que se ofrece sea el mejor posible», expone un conductor con más de 18 años de antigüedad en Tussam. «Si un coche nos impide aparcar en la parada y nos quedamos lejos de la acera, hay personas mayores que tienen que bajar la acera y caminar unos metros para subir al autobús. Y al final la queja es la misma con el conductor. ‘Hay que ver qué lejos se ha puesto’, nos critican». En estos casos, el sentido común diría que la culpa no habría que echársela al conductor de autobús, sino reprochar al conductor que ha dejado su coche indebidamente. «Esto de lo dejó aquí cinco minutos mientras voy al cajero hay que erradicarlo, es un daño enorme», insiste este conductor de Tussam. «Y si intentamos explicar al usuario de Tussam que la culpa no es nuestra, ya es peor».

Por ello, a través de la red social Facebook intentan hacer visible un problema. «Lo hacemos porque no nos echan cuenta. Lo sabe la empresa, el sindicato y se expone en los foros internos de Tussam. El anterior gerente sí nos tenía más en cuenta. Parece ser que es muy difícil que haya más vigilancia», lamenta el empleado de la flota municipal al tiempo que recuerda que estas incidencias suponen unos niveles de estrés y ansiedad muy altos todos los días de trabajo. «Y lo peor que podemos hacer a alguien que tiene el coche en la parada es tocar el claxon y decirle que lo quite, que ahí tiene que parar el autobús. Si haces eso te exponen a que te insulten y te digan absolutamente de todo».

Otro conductor de la empresa, Tomás, también se queja de que tanto la empresa como el Ayuntamiento de Sevilla no ponen todo el interés posible para que los autobuses puedan circular de la forma más fluida y se ofrezca un mejor servicio a todos. «Algunos coches en las paradas obligan a realizar mucha maniobra al conductor, y si lleva un autobús de los denominados gusanos las maniobras son mucho más complicadas. Todo eso hace que vayas acumulando minutos y termines la ruta con 20 o 30 minutos de retraso sobre el horario previsto. Al final, se da un mal servicio por culpa del aparcamiento indiscriminado».

Curiosamente, la mujer de Tomás también es conductora de Tussam aunque tiene menos experiencia. «Ella lleva menos de un año y lo pasa muy mal porque para algunas maniobras que son complicadas la experiencia es lo que hace que tengas más soltura en las maniobras difíciles y no se pierda tanto tiempo por culpa de los coches mal aparcados».

En algunas grandes capitales, como Madrid, existe la llamada policía de movilidad, que no es más que un grupo de agentes policiales que se encarga exclusivamente de que los servicios públicos de transportes no se encuentren obstáculos en sus trayectos y los carriles reservados para ellos estén siempre despejados. Además de los agentes, también las cámaras de vigilancia controlan los espacios reservados y quien decida circular por ellos de forma indebida no tiene excusa alguna para no ser sancionado.

Esta medida también la reclama este grupo de conductores, que recuerda cómo hace años algunos empleados de Tussam participaron en una prueba piloto para controlar que el carril reservado para el autobús estuviera despejado. Uno de los conductores de aquel experimento, que no quería que se supiera públicamente que realizaba esa labor, recuerda que fue una propuesta de la empresa y que él pidió ir vestido de paisano. Así, iba caminando por la ciudad y se desplazaba de barrio en barrio en los autobuses de la flota de Tussam e iba tomando fotografías de los coches que imposibilitaban la normal circulación del autobús para que fueran denunciados. «La Policía Local puso muchas trabas a este proyecto por supuesta invasión de competencias y demás y al final terminó sin éxito», recuerda el veterano empleado de Tussam, que insiste en que la concienciación ciudadana es fundamental para terminar con esta mala práctica de los conductores. «Eso de paro cinco minutos porque voy a sacar dinero al cajero o me voy a tomar un café y dejó aquí el coche porque es solo un momento hay que erradicarlo ya. Entiendo que un mensajero pueda tener algún argumento para aparcar mal si va muy mal de tiempo pero hay muchos que aparcan en una parada de autobús cuando a 50 o 100 metros tenía sitio suficiente para estacionar el coche de forma correcta», concluyó el conductor.