Pierda peso pero no salud

No hay ningún régimen alimenticio que sea la panacea para mantener un buen peso, salvo cambiar de hábitos de alimentación y de vida, pero eso es tan difícil...

19 oct 2016 / 07:00 h - Actualizado: 19 oct 2016 / 07:56 h.
"Salud","Gastronomía","El riesgo de la obesidad"
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Necesito perder cuatro kilos, hecho; y a los tres meses, recupero los cuatro y gano dos de propina. Años después pongo en marcha la dieta milagro de moda –léase Dukan–, pierdo 24 kilos, y cuatro años después me veo igual, con el mismo sobrepeso, y con más años, con los consiguientes dolores de rodillas, pies... y cada vez con menos fuerza de voluntad para volver a empezar.

Y da igual que te cuenten que lo importante es adquirir buenos hábitos de alimentación más frutas y verduras, menos carbohidratos y grasas y que lo importante es hacer ejercicio, aunque sólo sea tres días a la semana. Al final la cabra tira al monte y siempre hay una buena excusa para comer aquello que no debes un día sí y otro también hasta que ya es demasiado tarde.

En esta rutina se pueden ver reflejadas muchas personas –especialmente mujeres–, que llevan toda la vida a dieta. Y no hace falta que nos digan lo que tenemos que comer, porque ya lo sabemos, ni que los psicólogos te cuenten que estas gordo por que sufres de ansiedad, depresión o simplemente aburrimiento.

Al final, por mi experiencia, es más una consecuencia de la educación, del buen comer al que te enseñó tu madre –que también hizo mil dietas a lo largo de su vida–, y en el que la comida contundente era lo habitual cada día, a lo que hay que sumar la afición a los dulces heredada de tu padre. En definitiva, un callejón sin salida.

Bueno sí, la de volver a empezar pero, sobre todo, por motivos de salud, no de imagen, que alcanzada cierta edad francamente te da igual. Ahí todos los nutricionistas parecen estar de acuerdo: si en nuestro país hubiéramos mantenido la alimentación tradicional, la conocida como dieta mediterránea, en vez de adoptar la comida basura que nos viene de fuera, habría menos gordos –se ve que no conocen el tradicional cocido de calabaza y habichuela de mi madre, con su buena pringá incluida, por poner solo un ejemplo–. En estas páginas vamos a hacer pequeño recorrido por algunas de las dietas más famosas, con pros y contras, las que las tengan.

Dieta mediterránea. En el equilibrio está el éxito

La Fundación Dieta Mediterránea tiene un decálogo en el que incluye las características esenciales de esta dieta: uso de aceite de oliva, consumo de alimentos de origen vegetal (frutas verduras, legumbres, setas y frutos secos), pan y/o pasta integral a diario, alimentos frescos y de temporada, consumo de productos lácteos, especialmente yogur y quesos, poca carne roja, y a ser posible, magra, consumo de pescados en abundancia y tres a cuatro huevos a la semana, fruta fresca como postre habitual (los dulces, solo ocasionalmente), beber de litro y medio a dos litros de agua al día, sin descartar una copa de vino, y, por último, hacer ejercicio físico cada día.

En definitiva, todo lo que sabemos que hay que hacer, aunque en todo esto es fundamental la forma adecuada de cocinar. Aceite de oliva sí, pero sin abusar, y si está a dieta de dos a cuatro cucharadas al día, pan y pasta diaria siempre que no quiera perder peso. Si es lo que pretende, una rebanadita tostada por la mañana y poco más. Y nada de dulces ni de vino.

Pros. Si ya está en su peso ideal, la dieta mediterránea evita la obesidad y las enfermedades cardiovasculares, al predominar la ingesta de grasas buenas y el ejercicio. Regula el azúcar en sangre, incluye antioxidantes y Omega 3, con lo que es beneficioso para evitar la aparición de algunos de los tipos de cáncer más habituales (mama o colon, por ejemplo).

Contras. La dieta mediterránea no indica las cantidades que debe tomar, con lo que para reducir peso es poco precisa. Puede notar falta de hierro y de calcio, según los alimentos que tome, con lo que es probable que necesite algún tipo de suplemento. Y, sobre todo, para cocinar bien los alimentos recomendados hace falta tiempo... y dinero.

Dukan. Efectiva pero ¿peligrosa?

Tal y como indica en su web oficial, la dieta Dukan es un método de adelgazamiento estructurado en cuatro fases, dos para perder peso y dos para estabilizar el peso logrado, con una lista de 100 alimentos autorizados para comer hasta la saciedad. Supuestamente, si la sigue a rajatabla, cuenta con la panacea para acabar con el efecto yo-yo, con sus fases de consolidación y de estabilización.

Los detractores ponen el foco en los productos que incluye en sus recetas, eminentemente proteínas. Así, de los 100 productos recomendados 72 son proteínas puras de origen animal o vegetal, y sólo hay 28 alimentos de origen vegetal.

Pros. Desde luego es efectiva, se pierde peso.

Contras. Si se hace a rajatabla, con muy baja ingesta de vegetales, puede ocasionar problemas de salud, entre otros, si se abusa de los huevos o carnes rojas, el aumento del colesterol, que supuestamente se contraataca con la toma de salvado de avena.

Piña / Alcachofa. Menos volumen pero no sostenible

La dieta de la alcachofa se recomienda en los casos en que se sienta hinchado, ya que se trata de una verdura muy diurética. En eso coincide con la piña: una fruta diurética que ayuda a paliar la retención de líquidos. Ambas dietas son muy poco sostenibles, en cuanto a días, al ser muy estrictas.

Contras. Al perderse bastante en muy poco tiempo, lo normal es recuperar el peso perdido nada más volvamos a nuestra alimentación habitual. Además, hay que mencionar la carencia de nutrientes fundamentales.

Sopa quemagrasas. Breve y mejor en invierno

Como las de la piña o la de alcachofa, se trata de una dieta para hacer sólo una semana y con más perjuicios que beneficios a medio y largo plazo. Según sus defensores se puede perder hasta ocho kilos en una semana, una auténtica aberración para la salud. Los ingredientes para la sopa: seis tomates pelados, dos pimientos verdes, una col, seis cebollas grandes, una rama de apio, sal y pimienta, además de beber mucha agua y hacer ejercicio, así como mantener un horario fijo de comida y no acostarse a dormir la siesta, mejor sentado.

Alcalina. Objetivo ph 7 para tener salud y peso

Más que de una dieta adelgazante, en el caso de la dieta alcalina habla directamente de salud, o de la mala salud que da tener un pH ácido en la sangre, lo que puede acarrear otros problemas desde musculares u óseos hasta algunos tipos de cánceres. Así, la dieta apuesta por la ingesta de alimentos alcalinos (hortalizas) frente a los de tipo ácido (azúcares y harinas). El nivel de acidez de nuestro organismo, se mide en una escala de 0 al 14. De 0 a 7 se consideraría un cuerpo ácido mientras que de 7 a 14 sería alcalino.

Pros. Está basada en el consumo de elementos saludables, como frutas, verduras, algunas legumbres, frutos secos, té verde o semillas.

Contras. Algunos expertos la desaconsejan, ya que promueve la exclusión de determinados alimentos saludables como ciertas grasas beneficiosas y algunas legumbres.

Detox. ¿Un zumito verde?

El nombre Detox hace referencia a su objetivo: antioxidante y desintoxicante. Tiene dos etapas que se pueden alternar: la primera es totalmente depurativa mientras que la segunda, es una etapa antioxidante obligada tras la primera parte. En su web recomiendan que se depure el organismo al menos una vez al año.

Pros. Según sus defensores, se alcanza un mejor proceso de digestión, una piel más limpia y suave, una mayor energía y una mejora fundamental del sistema inmunológico.

Contras. Si se lleva al extremo se puede someter al organismo a unas condiciones de déficits de muchos nutrientes absolutamente necesarios para cada día.

Atkins, Mayo, Montignac. Las clásicas

Su veteranía y el hecho de que las hayan practicado numerosos famosos (más ellas), hacen que muchas personas se interesen por estas dietas.

Son muy distintas:

-Atkins. Es fácil de seguir porque permite alimentos prohibidos en otras dietas, como embutidos, carne o mayonesa, y prohíbe otros como frutas y legumbres, recomendadas en las más saludables.

-Mayo. Se trata de no superar las 1.000 calorías durante al menos dos semanas (máximo aconsejado), así que hay que contarlas. El pomelo es el elemento fundamental, además de los huevos y las ensaladas. Prohibidos los azúcares, las grasas, lácteos... y el resto de frutas. Puede tener carencias de proteínas y minerales y riesgo cardiovascular.

-Montignac. Se anuncia como un modo alimenticio equilibrado y no restrictivo cuantitativamente basado en una elección de los alimentos dentro de cada categoría: glúcidos, lípidos y proteínas. Hay que aprenderse bien la tabla de Índice Glicémico: lo ideal es consumir alimentos con un IG inferior a 35.