El salón noble del Pabellón de Portugal fue el sitio escogido por la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) para su puesta de largo. Estas cuatro décadas no han pasado inadvertidas por nadie y los empresarios de la provincia lo saben. Modernizar las estructuras económicas y empresariales de 1977 fue una hazaña emprendida por empresarios, sindicatos y administraciones, quienes armonizaron un discurso de «diálogo y paz social», como señaló el presidente de la CES, Miguel Rus.
Este fue el mensaje central que la patronal provincial quiso enviar a la sociedad en su cuatrigésimo aniversario. En su discurso, Rus hizo un repaso del pasado de la institución. De esta manera, Rus resaltó la labor de la CES «por la articulación de una provincia que, hace 40 años, estaba mal vertebrada, con carencias alarmantes en infraestructuras y con una clase empresarial dispersa» y puso a la patronal sevillana como «ejemplo de integración territorial». Asimismo, el presidente de los empresarios sevillanos advirtió a los presentes del deber de «defender nuestra unión», una velada referencia a la situación política que vive España a causa del desafío secesionista en Cataluña que, según datos del Colegio de Registradores Mercantiles de España, ha provocado la fuga de más de 2.800 empresas.
Este mensaje de unidad de Rus también implica a la Administración y a los sindicatos –UGT y CCOO asistieron al acto–, a quienes tildó de «compañeros de viaje en estos años de diálogo y paz social». El presidente de la CES defendió que «la figura del empresario es sinónimo de avance» y reivindicó «la libertad de empresa, la independencia política y la unión empresarial» como ingredientes esenciales para defender los intereses de las empresas, sin las cuales «no sería posible el bienestar de nuestra sociedad», señaló Rus.
Por esta razón, el representante de los empresarios sevillanos dijo que la CES «ha sido capaz de defender lo que cree más justo para los intereses de los empresarios», para lo cual «nunca hemos tenido ataduras políticas y no nos hemos plegado a intereses ocultos», presumió Rus.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, destacó que las empresas han sido «un elemento fundamental» en la «transformación radical» de la provincia en los últimos 40 años. «Habéis sido cruciales, porque habéis contribuido a la vertebración de la actividad económica sevillana», indicó Villalobos.
En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, puso en valor la labor de la CES por ser «pieza importante en el engranaje del movimiento empresarial español». Asimismo, Rosell quiso reconocer la «enorme importancia» de los empresarios sevillanos «a la hora de conseguir el crecimiento económico y del empleo, así como del progreso en la provincia de Sevilla», indicó.
La nota emotiva la puso el propio Miguel Rus, quien recordó al expresidente de la CES, Rafael Padura, que fue asesinado por el grupo terrorista Grapo en 1984. «Muchos de ellos [los expresidentes de la CES] sufrieron aquellos difíciles años de plomo», indicó el líder de los empresarios sevillanos. «Lo mataron porque era el presidente de la CES», sentenció.