Tras los fastos del World Pride en la capital española, que ha celebrado durante diez días el Orgullo Gay a nivel mundial, la realidad del colectivo LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales y personas intergénero) sigue teniendo demasiados retos a lo largo del año como para reducirse a una fiesta. Aún hoy, en 76 países del mundo se castigan los actos homosexuales, y en nueve de ellos se condena a muerte. España es sin duda uno de los estados líderes en la lucha por los derechos de estas personas, que constituyen algo más del 10 por ciento de la sociedad, sobre todo a partir de que se aprobase la ley del matrimonio homosexual en 2005, durante el gobierno del socialista Rodríguez Zapatero. Sin embargo, los delitos por homofobia van en aumento. En el último año, han subido en España un 36 por ciento, aunque el dato reconocible, en rigor, no es el de los delitos, sino el de las denuncias por ellos, con lo cual puede interpretarse el anverso de la misma lectura: cada vez hay menos miedo a denunciar este tipo de agresiones.

Según el último informe presentado por el Ministerio del Interior, referido a 2016, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado constataron 230 delitos homófobos, frente a los 169 de 2015. De esos 230 delitos, se consiguieron esclarecer 166, y 99 personas fueron detenidas por ello. Tras Barcelona y Madrid –las gigantescas urbes de nuestro país– Sevilla –muy igualada con Cádiz– es la provincia española con mayor índice de «ataques lgtbifóbicos», como los definen los responsables de la Red de Municipios Orgullosos inaugurada en Andalucía en 2013 y que tiene precisamente en Sevilla su mayor bastión: un total de 42 municipios adheridos del medio centenar cuyos ayuntamientos han suscrito ya un convenio con la asociación Adriano Antínoo, con sede en la capital hispalense, con el objetivo de impulsar el derecho de cada persona «a vivir plenamente su orientación sexual y su identidad de género sin sufrir la violencia de la homofobia, la transfobia y la bifobia», como recoge el documento que vienen firmando en cada municipio el presidente de esta asociación sin ánimo de lucro, el sevillano Pablo Morterero, y el alcalde o alcaldesa de turno.

El último pueblo en sumarse a esta red ha sido Las Cabezas de San Juan, y entre los compromisos con la asociación Adriano Antínoo, figuran el de programar anualmente acciones positivas para la atención del colectivo, promover la sensibilización de la sociedad en general a favor de la libre determinación de la orientación sexual e identidad de género, formar a los funcionarios municipales en materia LGTBI, promocionar la difusión de la cultura y el arte con temática LGTBI como potente herramienta de visibilidad y realizar actos conmemorativos el 26 de abril (Día de la Visibilidad Lésbica), el 17 de mayo (Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia), el 28 de junio (Día Internacional por los Derechos de Gais, Lesbianas, Bisexuales, Transexuales e Intergénero) y el 23 de septiembre (Día de la Visibilidad Bisexual).

De esta red de 42 municipios sevillanos, de todos los tamaños y gobernados por todas la siglas políticas, forman parte ya, además de Las Cabezas de San Juan y la propia capital, Alcalá de Guadaíra, La Algaba, Aznalcázar, Benacazón, Bollullos de la Mitación, Bormujos, Camas, Cantillana, Carmona, Casariche, Castilleja de la Cuesta, Cazalla de la Sierra, Écija, Gelves, Gines, Guillena, Herrera, Mairena del Alcor, Mairena del Aljarafe, Los Molares, Morón de la Frontera, La Puebla del Río, Osuna, Peñaflor, La Rinconada, El Rubio, San Juan de Aznalfarache, Salteras, Sanlúcar la Mayor, Umbrete, Villanueva del Ariscal, Villaverde del Río y Minas, Villamanrique de la Condesa y El Viso del Alcor. Tal vez llame más la atención que siga habiendo 60 pueblos que no. Con todo, no hay otra provincia, ni siquiera en Andalucía, con tanto compromiso activo. «Es que no se trata de firmar un papel y echarse una foto», dice el responsable de la red, Manolo Rosado, que esta semana participó en un encuentro con socialistas e interesados en el tema en la Casa del Pueblo de Los Palacios y Villafranca. «Hay que trabajar mucho con los equipos de gobierno para conseguir explicarles el objetivo y que lo entiendan todos los días del año antes de firmar», explicó asimismo el coordinador de familias LGTBI del PSOE sevillano, Agustín Burgos. «Acabamos de llegar a Málaga con el municipio de Marbella; en Huelva, ya están Cortelazor, Lepe, Ayamonte y Punta Umbría, y seguimos», insiste Rosado.

En el encuentro palaciego, bajo el título de El colectivo LGTBI en los medios rurales en la actualidad, participó una treintena de personas encabezadas por el secretario general de los socialistas palaciegos, Juan Diego Valverde, que colocó la bandera multicolor en la fachada. La cita sirvió no solo para analizar los avances en materia legislativa o el ritmo de incorporación y compromiso de municipios convertidos en Orgullosos, sino para poner en común las experiencias de homosexuales y familiares.