Entre tanta boutique de trajes de novia, de ropa de bebé o de decoración, hay un escaparate de la calle Cuna en el que hacen un alto los niños mientras miran de reojo los mayores. El nombre del negocio ya invita a soñar con la noche más mágica del año y con lo que ella traerá a las casas sevillanas: Los Reyes Magos, una juguetería centenaria –fundada a principios del siglo pasado– que regenta Joaquín Rodón desde principios de los años 90 y que sobrevive «con mucho esfuerzo» a la gran superficie y al comercio online.

En su local del número 18 de esta céntrica calle –originariamente estaba en el número 44, más cercano a la plaza del Salvador–, el cliente puede encontrar un poco de todo: muñecos, juegos de mesa, disfraces, peluches, etc., «con precios medios y aceptables, sin pretender competir ni con internet ni con los hipermercados», reconoce Joaquín.

Pero, ¿cuál es su secreto para no haber sucumbido durante estos años a la dura competencia? «Lo principal es no desesperarse, porque llevar un negocio de estas características es complicado. Luego nosotros ofrecemos cercanía, simpatía y buen servicio, y así intentamos tirar para adelante todos los días», dice quien, a sus 59 años, es la tercera generación de jugueteros de Cuna. Pese a la creencia general, en Los Reyes Magos no se vive solo de la Navidad. «El que piense que un negocio se puede mantener con las ventas de un par de meses, está equivocado». Joaquín, que gestiona la tienda con ayuda de sus hijos –la cuarta generación–, no niega que los meses de diciembre y de enero son los fuertes en cuestión de ventas y que dan «cierto alivio, pero el año es muy largo».

Gloria Rivera, propietaria de ¿Jugamos?, sin embargo, lo admite: la época navideña supone al menos el 70 por ciento de las ventas de todo el ejercicio, «que son las que van a decidir si te mantienes o no durante el resto del año». No obstante, hay enemigos con los que uno no se libra de lidiar sea el momento que sea. «Los proveedores son lo peor muchas veces. Te ponen un precio por un producto que luego ellos mismos venden directamente más barato, lo que inevitablemente te perjudica. También las tiendas online, pero estas algo menos, pues afortunadamente aquí los vecinos siempre te buscan porque prefieren el trato directo».

Ella considera, no obstante, que pegó un «pelotazo» cuando se decidió a abrir su tienda porque, hace doce años, el mundo de la venta de juegos de mesa en Sevilla estaba aún por explorar. Esos fueron sus comienzos en el número 33 de la calle Evangelista, en un local dedicado en exclusiva a este tipo de juegos que, con el tiempo, se fue ampliando a otras tipologías como Lego, Playmobil, libros o manualidades, entre otros. «Todo lo que sea educativo», puntualiza esta vecina de la Macarena que ya es trianera de adopción. «En este barrio la gente te acoge como si fueras de aquí, y además es fiel al comercio de proximidad, lo que nos ha permitido mantenernos pese a la crisis», explica Gloria. La tienda, de hecho, la abrieron en 2005, pocos años antes de que la economía se resintiera. Y la apuesta personal de Gloria, que estudió Magisterio de Educación Especial, ha sobrevivido con creces. Hasta aprovechó en esos años, «con el apoyo incondicional» de su marido, para diversificar el negocio: «El local era demasiado grande, así que poco a poco fuimos metiendo más variedad para lograr atraer a más clientela».

En su caso, fue su afición personal a los juegos de mesa lo que le animó a abrir una empresa que los vendiera. «Fuimos muy pioneros, porque teníamos títulos que ni siquiera podían encontrarse en las grandes superficies, que solo contaban con los más conocidos». En este sentido, destaca que España no es especialmente puntera en este sector, siendo Alemania el ejemplo a seguir, país desde el que importan muchos de los juegos que han estado vendiendo en estos años.

«Televisivos no somos, no nos gustan los típicos que se publicitan y todo el mundo conoce. Nuestra especialidad es lo más rebuscado y, sobre todo, el considerado como educativo», apunta Gloria. Por eso, ella recomienda a todas las familias que tengan en casa juegos de mesa de los que tirar en una tarde de lluvia cualquiera: «Enseñan a tener paciencia mientras esperas tu turno, a desarrollar el intelecto y, sobre todo, a pasar un buen rato juntos».

Ahora, en Los Reyes Magos y ¿Jugamos?, ya están preparados para una época en la que venderán más ilusión que nunca.