Una enfermedad que suscita controversia

La meningitis es una patología muy poco frecuente, con una tasa de menos de un caso por cada cien mil, pero que en ocasiones genera cierta alarma social por su carácter imprevisible y su alta letalidad

23 abr 2018 / 17:34 h - Actualizado: 24 abr 2018 / 11:23 h.
"Sanidad","Salud pública","Día mundial de la meningitis"
  • En Andalucía el calendario vacunal incluye la administración de la vacuna frente al meningoco C a los niños nacidos desde el año 2000. / Fotos: El Correo
    En Andalucía el calendario vacunal incluye la administración de la vacuna frente al meningoco C a los niños nacidos desde el año 2000. / Fotos: El Correo

Hoy, 24 de abril, se celebra el Día Mundial de la Meningitis, con el que se pretende hacer una llamada de atención hacia una enfermedad que suele suscitar mucha controversia y generar alarma social entre la ciudadanía cuando causa la muerte.

Se trata en realidad de una patología muy poco frecuente, con una tasa de incidencia que se sitúa por debajo de un caso por cada cien mil habitantes, y para la que se dispone de un tratamiento muy eficaz, pero de igual modo es verdad que progresa con mucha rapidez, de ahí la importancia de un diagnóstico temprano y un tratamiento precoz, y que se puede dar incluso en personas sanas.

Definida como una infección caracterizada por la inflamación de las meninges, esto es, las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, la meningitis está causada en cuatro de cada cinco casos por un virus, siendo esta una afección leve y de curación por lo general espontánea, mientras que el otro de cada cinco casos suele tener origen bacteriano y ahí es donde suelen venir las complicaciones si no se trata de forma rauda y adecuada, ya que puede ser mortal en unos días sin tratamiento antibiótico inmediato.

Es por ello que la meningitis se suele identificar muchas veces sólo con la bacteriana, desdeñando la viral y otras menos habituales, como la fúngica. Diversas cepas de bacterias pueden provocar la enfermedad, siendo las más normales el neumococo (streptococcus pneumoniae es su nombre científico), el meningococo (neisseria meningitidis) y el hemófilo de tipo b (haemophilus influenzae).

Se estima que la meningitis bacteriana puede provocar hasta en un 25 por ciento de los casos secuelas importantes como sordera, epilepsia y retraso en el desarrollo psicomotor, y el índice de mortalidad se sitúa en torno al cinco por ciento en los países desarrollados. No obstante, su prevalencia y gravedad se han visto reducidas en los últimos años gracias a la vacunación y a la aparición de antibióticos cada vez más eficaces para su tratamiento.

Los síntomas iniciales de la meningitis son muy variados y en algunos casos coincidentes con los que provocan la gripe, destacando la fiebre alta repentina, la rigidez en la nuca y el dolor de cabeza intenso, a veces con náuseas y vómitos; otros menos asiduos son las alteraciones del estado mental, la sensibilidad anormal a la luz (fotofobia) o las petequias, que son erupciones cutáneas que suelen aparecer si la infección es meningocócica. Afecta de forma especial a los niños lactantes, a los menores de cuatro años y a los adolescentes de 15 a 19 años.

La enfermedad meningocócica se contagia por la convivencia entre personas. El vehículo transmisor suele ser la saliva que se expulsa al hablar, toser o estornudar, en cuyas gotas puede viajar la bacteria. Es por ello que una de las medidas de prevención más eficaces sea taparse la boca y la nariz al toser o estornudar. También resulta muy útil tener unos buenos hábitos de higiene, como lavarse las manos o no compartir bebidas, alimentos, sorbetes, protectores labiales o cepillos de dientes con nadie.

La meningitis puede sospecharse cuando aparecen los signos y síntomas anteriormente enunciados, pero para su diagnóstico certero se acude a un procedimiento médico denominado punción lumbar, que consiste en la inserción de una aguja especial dentro de la columna vertebral para extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo que rodea el cerebro y la médula espinal.

Respecto a su incidencia, la tasa de enfermedad meningocócica se ha mantenido estable, incluso con un ligero descenso, en los últimos años. Tanto en 2017 como en 2016 se registró en la provincia de Sevilla una tasa de 0,87 casos por cada 100.000 habitantes, algo superior a la tasa regional (0,72).

LA MAYOR TASA, EN 2011

En la última década, la mayor tasa de incidencia se registró en el año 2011, en el que se diagnosticaron 3,56 casos por cada 100.000 habitantes, pero fue algo puntual. La incidencia de la enfermedad meningocócica es variable, con ondas epidémicas de ciclo largo: a nivel nacional los mayores picos se dieron en 1944, 1963 y 1997.

En el primer trimestre de este año, se han registrado en Sevilla un total de siete casos de meningitis (cinco tipo B y dos tipo C), si bien no se puede construir la tasa de incidencia con estos datos sino cuando se cierre toda la temporada para poder comparar con ejercicios anteriores. Hay que tener en cuenta que los casos se concentran fundamentalmente a principios y final de año, coincidiendo con la época de mayor frío.

Así pues, los casos registrados en lo que va de 2018 serían casos aislados. No estamos ante una situación de alerta epidemiológica o de brote, ya que para que se identifique como brote, según establece el protocolo del Servicio de Vigilancia Epidemiológica de Andalucía, deben darse las siguientes circunstancias: cuando aparecen tres o más casos confirmados del mismo serogrupo en un ámbito comunitario definido (barrio, pequeño municipio...) y que supongan una tasa superior a diez casos por 100.000 habitantes, circunstancias que no se producen en la actualidad.

La enfermedad meningocócica se previene mediante la vacuna. En el caso andaluz, el calendario incluye la vacuna frente al meningococo C a los nacidos desde el año 2000 y se captó a los nacidos desde el año 1988. Igualmente, ante la aparición de un caso se previene la enfermedad mediante la quimioprofilaxis a sus contactos siguiendo un protocolo consensuado y aprobado a nivel autonómico, nacional e internacional.

En cuanto a la vacunación frente al meningococo B, actualmente en España la vacuna de la meningitis B no está incluida en calendario vacunal. Esta decisión se aprueba en el marco de la Comisión de Salud Pública en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Los expertos de la Ponencia de Vacunas perteneciente a la Comisión de Salud Pública establecen sus recomendaciones en función a evidencia científica, situación epidemiológica de la enfermedad, seguridad de la vacuna y su efectividad. Concretamente esta vacuna no está incluida en el calendario de vacunación porque los expertos de la Ponencia de Vacunas no lo han recomendado por ahora. En estos momentos, sólo se recomienda la administración de esta vacuna a la población perteneciente a determinados grupos de riesgo. El Ministerio de Sanidad tiene autorizada su venta en farmacia.